Capítulo 10: Lapni y Catni

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Valeria y Dakota despertaron muy temprano, se arreglaron rápidamente y salieron con rumbo a la casa de Katie para que Valeria pudiera saber más sobre Vandestia, su verdadero hogar, aunque ella aún no lo aceptaba como tal, llegaron a la entrada de la aldea y caminaron por un rato sin rumbo aparente, pues la casa de Katie estaba muy adentro en la aldea, cuando estaban cerca pudieron ver que Katie las estaba esperando, ella estaba muy ansiosa de verlas para contarle a Valeria la mayoría de cosas que necesitaba saber, porque en Vandestia habían ciertos conocimientos que solo los sabios los podían conocer, pues eran muy confidenciales.

Llegaron a la entrada de la casa de Katie, ella las invitó a pasar, cuando entraron vieron que adentro había otra sibrejus, ella se llamaba Isabela, era una ninfa, muy bonita, tenía un cabello largo, negro y liso, sus ojos eran azules ella era de piel morena como la canela, alta, amable, buena amiga de Katie y de Dakota. A Isabela también la había contado Dakota sobre la existencia de Valeria, Isabela les había jurado guardar el secreto. Isabela y Dakota tenían unos asuntos pendientes así que se despidieron y luego se marcharon, por lo cual en la casa solo quedaron Katie y Valeria.

-Ahora- dijo Valeria- cuéntame todo lo que sabes sobre Vandestia. Dímelo no me hagas esperar más de lo que ya esperé.

-Te lo contaré-dijo Katie- Hace mucho tiempo no vivíamos en Vandestia, nosotros lo sibrejus vivíamos junto con los humanos, algunos sibrejus decidían mantener su estado en secreto por miedo a represarías o por la discriminación de los humanos hacia nosotros, nuestra historia es larga y trágica, por culpa de la raza humana fuimos encerrados en Vandestia. Vivian en muchas partes del mundo, por poseer una vida más larga conocía muchas partes del mundo, aún tenemos larga vida, pero ya no podemos visitar la Tierra.

Todo estaba bien, nosotros no éramos considerados seres sobrenaturales o monstruos éramos humanos, diferentes, pero humanos. Todo empezó con una pequeña historia. Los padres de Catni, una vampiresa, eran los líderes de un poderoso clan de vampiros, a ellos no les gustaba mezclarse con los humanos, pero Catni se había enamorado de un humano y ese humano de ella, él no sabía que Catni era una vampiresa, pero hubo un día en que Catni se lo reveló, el joven no se asustó más bien la idea le hizo querer convertirse en vampiro, quería vivir con ella por toda la eternidad.

Catni aceptó transformarlo en vampiro, ninguna de las dos familias sabia del amor entre estos dos jóvenes, el que antes había sido humano decidió contarle a su familia sobre Catni y sobre que él ya se había transformado en uno de ellos, los padres del muchacho al escuchar esto se asustaron y se enfurecieron a la vez.

-Mi hijo es ahora un monstruo- dijo alarmada la madre del muchacho- por culpa de esa a la cual yo consideraba que era una amiga de él. Ese monstruo que en realidad significaba más que una amiga para mi hijo le hizo todo esto, ella merece morir.

-¡No madre!- exclamó el muchacho- ella no tiene la culpa, el único culpable soy yo, yo fui el que le rogó para convertirse en lo que ahora soy. No la maten, yo moriré por ella.

-¡Cállate!- exclamó enfurecido el padre del joven-no tienes nada de cordura, los vampiros son nuestros enemigos, y con lo que acaba de pasar, el odio que antes conservábamos hoy saldrá para que vean que no somos débiles.

Enfurecidos, el padre y los hermanos del chico salieron en busca de Catni, la encontraron y rápidamente la encadenaron, ella bien pudo haberse defendido, pero no lo hizo, no quería lastimar a la familia de su amado, así que solo forcejeó por unos momentos, luego la llevaron arrastrada por todo el pueblo diciéndoles a los pobladores del lugar lo que ese malvado monstruo le había hecho a su hijo.

Los habitantes al saber de la presencia de un vampiro en su pueblo se enfurecieron y salieron para ver qué era lo que se haría con ese adefesio, todos estaban de acuerdo en lo mismo, el monstruo no viviría por más tiempo, así que llevaron a Catni a la plaza del pueblo y la encadenaron en un gran poste, pues al día siguiente seria ejecutada, en la noche solo se quedaron unos seis guardias cuidando a la prisionera.

Vandestia: Un mundo desconocido © EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora