Capítulo 53

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Remus debía reconocer que las cosas estaban mucho más animadas con sus amigos tras que Sirius le hizo entender, y no, no era broma, que solo los metería en más y más problemas, especialmente del tipo legal, a sus amigos, no solo se habían calmado mucho sobre la vigilancia, lo que era un alivio porque tener la mirada de Harry cuando lo vigilaba era extremadamente estresante, al punto de que le provocaba cierto miedo viniendo al caso.

— Remus, no olvides que tenemos que hacer un trabajo de Aritmancia, ¿Me acompañas a la biblioteca? —Inquirió Hermione con una sonrisa amigable, alegre quizás, y no era de esas sonrisas que les daba al resto de ellos, había algo diferente, más parecida a la que le daba a Harry y Rómulo, aunque le entraba curiosidad de por qué le dedicaba esa sonrisa.

— Claro, ¿Pero no deberíamos esperar a los demás para hacerlo todos juntos? —Devolvió la pregunta viendo que sus otros amigos no estaban por ningún lado, y siendo que la chica frente a él siempre los arrastraba a todos a resolver sus trabajos en conjunto.

— Todos están en entrenamiento de quidditch, y Lily fue a cuidar a su hermano —Bufó como sí aquello fuese imposible, y debía de reconocerlo, era impresionante la habilidad de Harry en una escoba, tan hábil que hasta le costaba creer que no hubiese usado una antes, sí el chico apuntaba a las profesionales no le sorprendería— ¿Me acompañas o prefieres esperarlos? —Sabiendo que cuando llegasen los chicos no podrían ni dar un paso por estar agotados, y que cuando los arrastraran estarían insoportables prefirió ir con ella.

Días más tarde, por poner otro ejemplo de que las cosas se habían relajado entre ellos, estaba escuchando a James contar, casi vuelto loco, las diferentes formaciones que quería probar junto al resto del equipo, y casi resultaría gracioso si no fuera porque sabía que su amigo se lo tomaba extremadamente en serio, por lo que creía que debía devolver la sensación con él, aunque en lo personal no terminaba de encontrarle el encanto del juego, pero ciertamente no lo diría o tendría al chico contándole todas las reglas y variantes posibles para darle la explicación de por qué es que ese juego era lo más perfecto que existía, por lo que siendo sensato prefirió quedarse callado para ahorrarse todo aquello.

Prefiriendo mencionar los errores ocasionales de aquello, ayudarle a perfeccionar aquello, si James fuera el entrenador probablemente le estaría haciendo la tarea por él, pero le alegraba que lo incluyeran incluso en eso.

Casi el mismo día Sirius estaba preguntándole por un regalo para Harry, con la excusa de que no le había dado nada por su cumpleaños, y siendo que ahora iban a ser compañeros de trabajo, en serio le seguía sorprendiendo que Sirius intentase trabajar en una pastelería (cuando Sirius dijo que lo haría todos se atragantaron con sus salivas), incluso con el desprecio a las tradiciones no se lo imaginaba allí, aunque tampoco se imaginaba a Harry y sabía que él sí trabajaba en una (lo vio con sus propios ojos), pero en su propio pensamiento Sirius no se estaba dando cuenta de lo que sentía por el chico, las miradas que le daba, que siempre intentase darle regalos o verle feliz, sí Sirius no estaba enamorado de Harry, él era un unicornio bailarín, pero prefirió dejar que eso lo entendiera él solito.

O el propio Harry que estaba comentándole sobre los avances que estaban tomando todos a la hora del proceso de convertirse en animagos, que sí Hermione avanzaba a pasos agigantados, que sí Rómulo terminaría para el final del mes, que sí Lily aún estaba estancada con el resto de ellos, que sí James seguía esforzándose por pasar del primer nivel, que sí Peter estaba teniendo demasiados problemas, y que Sirius parecía que superaría a todos habiendo pasado ya el primer nivel (Remus aún debatía si era porque Sirius parecía un prodigio o era que estaba más motivado a convertirse), casi sentía pena por Sirius, sí Harry estaba interesado en alguien no creía que fuera su compañero de cuarto, o por el contrario disimulaba mucho mejor de lo que lo hacía el Black, porque su tono de voz era muy neutro a pesar de ser cariñoso.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora