Capítulo 60

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Petunia, muy para su vergüenza, porque no tenía otras palabras para definir el sentimiento que le provocaba, revisaba la habitación donde aprendía por primera vez, la habitación tenía las paredes tapizadas de un tono oscuro, un gris casi negro con el peculiar patrón de telarañas, la mujer que era su maestra viendo el diseño que había hecho por largos minutos, ese era otro punto en sí mismo, la mujer, Terentia Moraitis, compartía la cualidad con Cassiopea Black, parecía que el tiempo no había pasado sobre ella.

A este punto ella quería saber si era una cuestión de magia lo que hacía más lento su envejecimiento, y si eso afectaba en realidad sus genes, porque ella era la mayor de sus hermanos, pero no era tan mayor y no quería verse más vieja que ellos en el futuro, además no podía negarse que quería saber si su genética también sería alterada por tener los genes de su abuela aunque no obtuviera su magia.

Su complexión era más delgada que la de Cassiopea, también más alta y su figura estaba perfectamente definida, de cabellos negros y unos ojos solo ligeramente más claros, de nariz pequeña y labios finos pintados de tinto bastante oscuro, cabello largo y lacio, con un pequeño chongo en la parte superior de su cabeza, mismo chongo que parecía mantenerse en su lugar por un total de ocho peinetas que daban la apariencia de que en realidad era una araña en lugar de cabello, su largo vestido negro se entubaba a su figura, pese a dejar sus hombros descubiertos las mangas estaban unidas en la espalda del vestido, mismo que repetía la apariencia de araña y se conectaba por una red, que formaba un patrón de telaraña en su pecho.

— Un trabajo hermoso, pero con un estilo bastante antiguo ¿No? —Pese a las felicitaciones que le estaba dando la expresión de la mujer no cambio en lo más mínimo, algo a lo que ya se había acostumbrado, todo mientras veía el par de trajes.

— Era la idea —Admitió tranquila, la delgada ceja de la mujer se levantó ligeramente, la mujer era poco expresiva, pero cuando sabías leerla cada pequeño movimiento demostraba demasiado— Quería imitar la ropa que usaban Belladona y el abuelo Adrastos, para cuando Harry y Lily se presenten —No tenía problemas en confesar aquello a su maestra, especialmente cuando la segunda vez que se encontraron fue en la propia casa Evans, con la mujer saludando a Connor como quien saluda a un viejo amigo, resultó que era la “madrina” de su padre, así que en realidad la mujer conocía la verdad desde hacía mucho.

Internamente debía admitir que sí bien el vestido de Lily era más complejo, tenía más detalles, más añadidos, el traje de Harry no había carecido de dificultades, la ropa de hombre no quedaría bien, salvo contadas excepciones, en el cuerpo de un portador, por lo que había tenido que tener muy en cuenta la figura del chico, lo que según el ojo experto de su maestra se desarrollaría y lo que no, y aun así estaba insegura.

El vestido de Lily era blanco, con lo que solo podían describirse como enredaderas, o serpientes, de un verde esmeralda subiendo desde la cola hacía la cadera, había costado mucho que quedara aquella cintura en S, sí de casualidad se había equivocado tendrían que recurrir a corsé, lo que estaba de último en lo que quería, la cintura estaría remarcada gracias a una cinta verde envuelta varias veces, como una serpiente enroscada en su cintura, misma cinta que estaba rodeada por plata, como si fuese la columna de la serpiente

La parte superior del vestido estaba más bien separado por varias capas de vestido, donde cada capa de la tela estaba adornada por ya sea pedrería o por piezas delgadas y metálicas de plata, aunque la parte superior tampoco se salvaba del patrón verde de enredaderas, carecía de mangas, sabía que a Lily no le solían gustar los vestidos con mangas, no había incluido collares, anillos, o pendientes, se imaginaba que Lily preferiría elegirlos o usar los que ya tenían, un sombrero negro de alá ancha, tal vez de lo que menos estaba segura era sobre el sombrero

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora