Capítulo 14

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En la casa de los Black estaba ocurriendo una escena… peculiar, Orión Black miraba como su esposa se encontraba histérica buscando entre libros y más libros cualquier cosa que completara o revelara la información de Bellatrix, incluso para él el evento era algo sorprendente y por lo que tenían que darse prisa en actuar, sí realmente ese chico era un portador muchos sangre pura harían hasta lo imposible por tenerlo de su lado, a su lado o unido en sangre.

Una incontable cantidad de familias sangre pura estaban a riesgos de tener que mezclarse con familias de menor nivel para mantenerse, otros estaban intentando emparejarse con familias extranjeras, y un portador sería un aire fresco incluso si era nacido de muggles, nadie lo tomaría en cuenta, lo único que necesitarían para que se pudiera involucrar con los eventos sangre pura serían unas clases de etiqueta. Algo tan simple que ellos podían inculcar en el niño.

— ¿A qué familia podría pertenecer? —Murmuró Walburga estresada— Orión, necesito que cuando vayamos a recoger a Sirius al andén busques con mucho cuidado a ese chico Evans, sí tiene un origen mágico sangre pura alguno de sus rasgos nos podría ayudar —Declaró la mujer.

— Querida, no es por arruinar tu emoción, pero, ¿Cómo sabemos quién es? Ni Sirius ni Bellatrix nos han dado una descripción con la que podamos avanzar —Mencionó Orión en un murmullo, Walburga volteó a verlo apenas dándose cuenta de aquel detalle.

— Maldición —Gruñó ella— Solo queda esperar que Sirius o Bellatrix lo acompañen —Mencionó con desgano.

Por otro lado Regulus Black se encontraba detrás de la puerta de la biblioteca escuchando la conversación de sus padres, a su derecha Narcisa estaba practicando su postura con varios libros en la cabeza mientras tomaba una taza de té, casi con temor entró en la habitación.

— Disculpa madre —Llamó casi en un susurro intentando poner su mejor máscara.

— ¿Sí, Regulus? —Preguntó su madre observando la máscara de su hijo, un buen intento y que probablemente bastara para su primer año en Hogwarts.

— Oí la conversación sobre el compañero de mi hermano, el joven Evans —Empezó pensando mucho en sus palabras— Y quería informarte que mi padre y yo conocimos al joven Evans el día en que fuimos a comprar los artículos de Hogwarts de mi hermano —Avisó logrando que su madre abriera de forma ligerísima los ojos y volteara a ver a su marido con furia, su padre por otro lado se encontraba viéndolo confuso y rebuscando en su memoria a alguien así— Fue el chico con el que choque —Explicó ahora con vergüenza y ruborizado, Orión abrió mucho los ojos ante la revelación.

Puso su varita en su sien antes de sacar un recuerdo, Walburga entendió el mensaje y se levantó de la silla que estaba ocupando, ambos magos se encaminaron hasta donde guardaban el pensadero, no lo utilizaban a menudo así que no veían la necesidad de tenerlo afuera todo el tiempo, cuando llegaron Orión dejó su recuerdo en el objeto antes de que ambos se adentraran en la memoria.






Memoria

Orión caminaba buscando a su hijo Regulus, Walburga se había quedado lidiando con un pequeño berrinche de Sirius por no querer comprarle un caldero de oro, que en realidad apenas y pensaría en utilizar ya que ni siquiera le gustaba preparar pociones pero que igual estaba realizando porque no le dejarían llevar su escoba al colegio, cuando por fin encontró a su hijo lo vio tumbado en el suelo, muy indigno para un Black, mientras un chico, aunque en primera instancia lo confundió por chica, le estaba ofreciendo su mano para ayudarle a levantarse.

— ¿Te encuentras bien? —Preguntó en uno de los tonos más amables y agradables que habría escuchado, su hijo parecía bastante poco emocionado ante eso pero le dirigió una mirada severa para que aceptara, la amabilidad sincera no era fácil de encontrar.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora