¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?

Capítulo 17

Harry y Lily se encontraban en el baño de niñas del segundo piso sentados en el suelo.

— ¿Por qué vinimos aquí? —Preguntó Lily viendo a su gemelo que sacó varias jaulas con serpientes de su capa.

— Vinimos a practicar, nos tomó por sorpresa el ataque de Mathew con una serpiente, así que pensé que podríamos practicar nuestro pársel —Opinó el chico abriendo las jaulas dejando a cinco serpientes libres— Según el diario de Salazar ninguna serpiente común nos atacará por ser pársel pero no está seguro de que podría pasar si algún otro mago les haya ordenado o porque sean demasiado poderosas, con las serpientes mágicas dependerá del poder de las dos partes —Explicó mientras sacaba el diario de Salazar.

— Eso lo entiendo, lo que no entiendo es por qué el baño de chicas —Se explicó Lily apuntando a todo el lugar.

—Porque nadie viene a éste baño en específico - rodó los ojos - Además, sí hubieras leído como se debe el diario de nuestro antepasado sabrías que aquí es donde hay una conexión con la cámara, y sí hubieras hecho funcionar esa mente tuya, habrías descubierto que es en este lugar donde se encuentra la entrada a la cámara de los secretos, más concretamente en el lavabo de ahí —Apuntó a un lavabo cualquiera, pero sí te acercaba podías notar que tenía tallado en el grifo una serpiente.

— ¿Qué? ¿La misma Cámara de los Secretos en la que Salazar guardó un monstruo para purgar la escuela? —Preguntó asustada la pelirroja, Harry evitó rodar los ojos, porque concedido, incluso él había creído que Salazar era el desalmado purista que pintaban los libros y los mortífagos hasta que tuvo en su poder los diarios del propio fundador.

— En serio tienes que leer los diarios —Regañó Harry en tono suave, estaban hablando de familia aquí, y una completamente directa en ello— El basilisco, o el monstruo de Slytherin, está aquí para proteger Hogwarts en tiempos de necesidad, una última medida de defensa, la última protección en tiempos desesperados —Explicó el chico mientras abría el diario antes de pasárselo a su hermana— Sí lees su diario descubrirás que no se parece en nada como lo pinta la historia —Concluyó dejando que su hermana leyera un poco el diario, las serpientes que había traído se enroscaban amigablemente en su pecho mientras Lily leía en voz alta las páginas del diario.

— “Decidir irme fue la cosa más difícil y fácil de hacer. Ellos son mis amigos, mi familia, pero hemos tomado rumbos diferentes en nuestros pensamientos.
Hubo un tiempo en el que Godric y yo éramos tan gruesos como ladrones, no había día en que el otro supiera el pensamiento del contrario, era agradable, era tener alguien, era tener familia.

Los Fundadores, así nos habían empezado a llamar luego de diez años de fundado el colegio, Hogwarts era la primera escuela mágica del mundo después de todo, la mayoría tomaba discípulos o eran padres enseñando a sus hijos, nosotros éramos profesores, directores de toda una escuela con muchos niños; y los niños eran nuestra prioridad.

Y fue por esa prioridad que me fui. No puedo recordar el momento exacto, aunque creo que en realidad no quiero pensar en ello. Antes los cuatro teníamos el común pensamiento que debíamos escondernos de los muggles, ellos nos cazaban, nos quemaban, nos ahorcaban, lo primero no lograban mucho ya que un simple hechizo y el fuego no nos hacía nada, pero el ahogamiento y el ahorcamiento, eso se llevó algunas vidas, sin contar las vidas de muchos muggles acusados de hechicería que no tenían ni una sola gota de sangre mágica.

Los muggles eran peligrosos, no debíamos mezclarnos, menos con un gran número de niños a nuestro cargo, Godric había compartido mi opinión, Rowena había compartido mi opinión, incluso la dulce y tierna Helga compartió mi opinión; pero todo se fue al carajo cuando el estúpido de Godric se enamoró de una muggle.