Capítulo 9

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Harry estaba sonriendo bastante alegre mientras caminaba a su sala común después de la clase de herbología mientras era acompañado por Severus, Aysel y Lily, su sonrisa solo era comparable por la de la propia Aysel que era quien estaba más alegre al ya no tener que cubrirse las espaldas todo el tiempo dentro de su casa, además de tener nuevos amigos con los que pasar el tiempo, pero Harry podía sentir que la tensión en la habitación era más… peligrosa.

Sirius y James parecían casi paranoicos, Peter se encontraba aterrado, Remus entre emocionado y preocupado, no era imbécil, podía leer las señales y sus compañeros estaban tensos, pero no podía saber el porqué, la opción más lógica era ir con Rómulo y preguntarle, pero había unos pocos problemas con eso, primero que lo merodeadores se lo llevaban casi siempre de la sala común antes de que pudiera preguntarles. Segundo problema; al finalizar las clases Bellatrix y Lucius intentaban acercársele y volvían imposibles sus avances. Tercer problema; entre clases tenía que esquivar a Slytherin mayores, los cuatro que había amenazado prácticamente le temían o le besaban los pies, Charles Avery lo haría si tronaba los dedos, el otro puñado de los Slytherin mayores parecían… raros.

Habían pasado un par de días desde que había logrado someter a las serpientes de quinto año pero desde ese momento tuvo que actuar con cuidado, los magos sangre pura se comportaban raro alrededor de él, parecían querer acercársele demasiado y algunos otros solo le miraban desde lejos.









En Slytherin...

Lucius miraba a Bellatrix como la loca que seguramente era, ésta sonreía perversamente mientras veía a los 20 alumnos de Slytherin que había logrado reunir, desde primero hasta cuarto, aparte de ellos eran dos de primero, cuatro de segundo, tres de tercero, siete de cuarto, dos de quinto y dos de sexto, probablemente eso bastará para lo que la chica Black planeaba pero era, sin errores, una completa locura.

— Me recuerdas, por favor ¿Qué estás planeando? —Volvió a preguntar el rubio intentando calmar sus nervios.

— Mi primo no me defendió cuando sus estúpidos amigos leones me atacaron, incluso fue parte del ataque, y quiero que pague, para eso logré convencer a algunos años superiores de ayudarnos —Explicó como por tercera vez en la hora la Black.

— Si, eso sí lo entiendo, pero ¿Te das cuenta de lo que pasará sí Evans se entera? —Preguntó casi en un chillido el chico, Bellatrix lo miró con la ceja alzada como si no entendiera de que hablaba.

— Oh, ya entendí, creíste que inmiscuí en esta venganza a Evans, no, no lo haría, no soy tonta, ambos sabemos que con ese nivel de poder lo más probable es que sea un portador ¿Tienes idea de lo que harían algunas familias solo por eso? —Preguntó Bellatrix con una mirada que gritaba “No seas idiota”

— ¿Por él? Podrían llegar a omitir su estatus de sangre solo por un mago así de fuerte —Gruñó Lucius, no le era un secreto que los portadores eran escasos incluso en los mejores tiempos, lo que las familias sangre pura harían por uno podría rozar lo inimaginable.

— Exacto, incluso sí Evans no fuese tan aterrador y fuera más… dócil, ningún sangre pura que sepa de tradiciones atentaría contra él, saben que vale demasiado —Sentenció antes de juguetear con su varita— Por eso te espero en las orillas del bosque prohibido hoy en la noche —Comentó con tranquilidad, sabía que Sirius no se negaría, su orgullo se lo impediría, pero su primo no era tan idiota como le gustaría pensar y llevaría a alguien más, tal vez incluso un equipo completo.












Rómulo

— ¿No crees que deberíamos invitar a Evans? —Preguntó Rómulo viendo a los merodeadores como si fuesen los seres más idiotas del universo, que tal vez lo fueran.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora