¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?

Capítulo 24

Harry sabía que contarle toda la historia con Remus a su hermana Lily probablemente sería algo doloroso, y/ o problemático, pero no se esperó el coscorrón mientras su hermana le gritaba histérica a él y a Remus en su habitación, que de puro milagro no había sido invadida por alguno de los otros habitantes.

— ¡¿Cómo diablos fuiste tan descuidado?! —Gritó Lily caminando en círculos casi aterrada— Si alguien se entera de esto estamos perdidos, ¿Tienes idea de lo que sucedería si esta información sale a la luz? Remus sería obligado a dejar Hogwarts, esto probablemente mandaría al fracaso la carrera política de Lyall Lupin, y si consideramos la opinión política de la sociedad mágica sobre los hombres lobo probablemente pasarían a una persecución —Musitaba Lily logrando que Remus se encogiera acojonado— Y sí alguien se entera de la situación de Harry, la desdicha, la desgracia, no sé qué podríamos esperar, ¿Un ataque? ¿Intentos de violación? ¿Asesinato? ¿Secuestro? Diablos, diablos, diablos —Siguió Lily temblando, Harry podía entender que esa información había sido soltada en un mal momento, pero ella en serio estaba exagerando. 

— Lily —Llamó con voz calmada a su hermana— Cálmate —Pidió, casi ordenó, con voz fría y un poco fatal, casi al instante Lily regresó de su mundo de pesadilla al escuchar la voz de su hermano, lo que había aprendido como "La voz de muerte", durante mucho tiempo desde que descubrieron el mundo mágico había creído que era una habilidad mágica, pero pronto había entendido que no lo era, esa voz de su hermano era capaz de silenciar el lugar más bullicioso, silenciar a cualquier humano o animal y que no volviera a hablar hasta que Harry parecía cerrar la caja de Pandora que estaba escondida en su ser. Una habilidad que ciertamente le serviría en el Wizengamot sí creía los rumores. 

No podía recordar momento alguno en que su hermano no tuviera aquella presencia de muerte, una presencia que ponía nerviosos a los niños por mero instinto de supervivencia básico, alejaba a la gran mayoría de animales, con excepción de contadas especies, e incomodaba cruelmente a los adultos, y aunque Harry había aprendido a dominarla con los años y usarla sabiamente para intimidar y hacer resonar sus palabras nunca dejaba de ser imponente y aterradora, aún más cuando sólo mostraba su lado dulce e inocente. 

— Nadie nos escuchó, mientras a ninguno de los dos se nos escape nadie podría descubrirlo, relájate, deja de gritar o podrías llamar la atención de nuestros compañeros y tendremos que dar explicaciones —Pidió tranquilamente, Lily casi al instante logró enfriar su mente y pensar con más claridad.

— Supongo que podemos contar con tu silencio, Remus, no creo que debamos aclarar que esta información es extremadamente delicada ¿Podemos confiar en ti? —Preguntó Lily con seriedad y frialdad en cada palabra, puede que ella no fuera quien para hacer tratos en el nombre de su familia pero no permitiría que nadie la viera como una muñeca de porcelana que no puede hacer nada, ella haría todo por su familia y si necesitaba apoyar a su hermano en un trato familiar dejaría en claro que ninguno de ellos era una presa fácil.

— Por supuesto —Aceptó Remus viendo con nuevos ojos a sus dos amigos, todos sabían que Harry era increíblemente aterrador, una apariencia amable e infantil pero en su interior resguardaba oscuridad, pero ver que Lily, quien consideraban como la contraparte de "luz" de Harry de esa forma saltaba a la vista que eran gemelos. Ahora veía que simplemente Harry mantenía apartada a Lily de las situaciones donde ella tuviera que demostrar la oscuridad que residía dentro de ella, un temperamento igual de fuerte que su contraparte masculina — En todo caso, ustedes conocen mi secreto y yo conozco el suyo, o uno de ellos —Fue lo que le hubiera gustado decir pero la última parte se quedó atorada en su mente.

— Entonces tenemos un trato, cada uno guardará el secreto del otro, si alguno de nosotros lo revela, bueno, creo que puedes imaginar que represalias podrá tomar, no es de mi particular interés volverme un pedazo de carne a los ojos de los sangre pura residentes —Añadió el joven de ojos esmeralda mientras levantaba su mano esperando que el licántropo la estrechara, y Remus, aunque un poco temeroso del tono usado pero más asqueado por la perspectiva que le acaban de pintar, aceptó gustoso estrechar la mano— Supongo que ahora que el conejo está fuera del saco, debo advertirte que me pareció que James y Sirius empiezan a tener sospechas de tu condición, te veían bastante durante la clase donde hablamos de los licántropos, y me parece, por la información que logre sacarle a Pettigrew, no me mires así, no le hice nada, que están investigando bastante en libros y recortes de periódicos, no está demás que lo tengas en consideración esos son unos chismosos de primera y son inteligentes, si me disculpan, tengo una charla pendiente con la profesora Artemis —Con esas palabras se retiró.