Debilidad [Libro #1]

Capítulo 14

–¡ERES HIJA DE MARCUS!–Dice Will con tono de voz alta y Christina le tapa la boca.

–Me gustaría que no lo volvieras a decir.–Will asiente con la cabeza.–Por eso conozco a Cuatro desde hace años.

"¿Y si mejor sólo hubiera dicho que era mi hermano?" –Pensé, mejor esa bomba viene después.

Puedo asegurar que ninguno de ellos sabe el real nombre de Cuatro. Me levanto de mi silla para cruzarme de brazos frente todos.

–Nunca fuimos pareja, Cuatro y yo, ni actualmente lo somos y no lo seremos en un futuro.–Digo casi con asco.

Nunca sería novia de Cuatro ni porque me pagarán. Que desagradable.

–Eso es suficiente para mí–Dice Marlene, sonreí.

Acabemos con esto.

–¿Verdad o reto?, Will–Pregunté.

–Reto–Se cruza de brazos, muy confiado el niño.

–Tienes que besar a Christina–Me acerco a la mesa donde están sentados y apoyo mis manos en el borde de la mesa.–En los labios.

Lo miro desafiante y observo cómo sus manos se posicionan en la mandíbula de Christina rápidamente y choca sus labios en los de ella.

Un pequeño empujón.

–¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?!–Se oye un grito.

Maldita sea, lo que me esperaba.

Miro de re ojo y veo a un muy enojado Eric con un Max... ¿relajado?, sí si está relajado.

–¡Deberían estar durmiendo!–Dice Max.

–Sólo queríamos divertirnos un rato antes de dormir–Dice Uriah tratando de suavizar el ambiente.

–¿Se divierten besándose entre ustedes?–Max señala hacía donde estoy yo, bueno, no exactamente a mí.

Will y Christina no se habían dejado de besar, le doy un golpe a Will en la costilla haciendo que recapacitara la situación vergonzosa.

–Sólo ellos, yo no–Dice Peter con una mueca de asco.

Lo miro mal.

–¿Quién tuvo la grandiosa idea de que vinieran aquí?, porque esa persona va a recibir un castigo y además...

–Fui yo–Interrumpo a Eric.–Yo propuse venir a jugar aquí, mil disculpas.

"Terreno peligroso de nuevo Alex" "Él no te va hacer nada" –Pensé.

Eric me mira enfadado, ni que estuviéramos haciendo ruido. Un poco de carcajadas no es hacer rugir el lugar. 

–¡¿Pueden ir a dormir ya?!, ¡por el amor al cielo!–Exclamó Max y todos se levantan de las mesas para ir al dormitorio.

Peter patea la silla donde yo estaba sentada hace un momento y lo miro con el ceño fruncido, él sólo ríe.

Me acerco y la levanto para ponerla en su lugar y agarrar mi mochila, me volteo a la salida y ahí sigue de pie Eric con Max observándome.

–No habrá una próxima vez, lo prometo.

–Eso espero, esto es contra las reglas–Dice Eric.

–No me sé todas las reglas aún, pero ya dejé claro que esto no volverá a pasar.–Siento cómo me fulmina con la mirada.

–¿Cuál es tu nombre jovencita?–Me pregunta Max.

–Alex–Respondo firme.

–Creo que he oído tu nombre.

–Primera saltadora, podría ser, es el primer apodo que me han puesto.

–Eres la chica de la que todos hablan recientemente, me alegro conocerte personalmente–Dice y sonríe.

–Sí, soy esa chica–Burle.

–Bueno, creo que es hora de que te vayas a dormir–Dice y se queda mirando mi mochila.–¿Pensabas escapar?, ¿tan pronto?

–Oh, no no, sólo que pasó un inconveniente en el dormitorio y nos dieron hospedaje en el dormitorio de los nacidos.

–¿Inconveniente?–Alza una ceja.

–Se filtró agua por un hoyo en el dormitorio  y todos comenzaron a salir al instante–Respondí.–Llegué a tiempo para recoger mis cosas.

–¿De dónde se habrá filtrado?, hace mucho no pasaba–Dice y mira a Eric confundido

"Las catacumbas, por allí pasa el agua que hay en el abismo"–Recordé.

–Mandaré a arreglar eso de inmediato–Dice Max, sonrío y le paso al lado.

–Buenas noches, Líderes.

Camino a paso rápido por el pasillo pero algo tosco me interrumpe.

–Te acompaño–Oigo a Eric decir  y se acerca rápidamente a mí.

–Claro–Digo y caminamos.

Sentí cómo Max nos veía; su mirada era incómoda.

–¡RECUERDA QUE VIVO DEBAJO DE TU APARTAMENTO Y PUEDO OÍR LOS CHIRRIDOS DE TU CAMA!– Grita Max detrás de nosotros y comenzó a reír.

Me tapo la boca tratando de evitar reírme, él piensa que nosotros... eso, que hacemos eso, claro.

–No quiero oír una explicación de eso–Le digo burlona y Eric hace mala cara.–¿Te dije que te ves lindo cuándo te sonrojas?

Ahora creo que soy yo la sonrojada.
Quita tu cara de tonta rápido.

Bajo la mirada y veo hacía el pasillo, al fondo está la puerta del dormitorio de los nacidos esperándome.

–¿Hay lugar ahí para que duermas?–Me pregunta Eric.

–Sí... hay lugar–Tartamudeo.

Eric me mira no muy convencido.

–¿Tienes un colchón al menos?

–No–Suelto un suspiro.–Los trasladados vamos a dormir en el suelo, encima de unas sabanas y almohadas, cómodo.

"No te engañes tonta, mañana el dolor de espalda será insoportable"–Pensé.

–Tú no–Dice y agarra mi mochila.–Porque dormirás en mi apartamento.