Capítulo 28

4.1K 338 15
                                    

El tren no se detenía en ninguna estación, era muy tarde y nadie subía, nadie me vería, la última estación era la del muro cerca de la sede Osada.

Al bajar tuve que correr. Duré casi una hora en llegar y subir en el, podía ver todo su exterior. No conocía el más allá. No conocía a nadie que haya salido a explorar.

Creo que no volvería vivo.

Nadie volvería vivo de un lugar que no conoce, del que puede ser atacado, del que puede ser embrujado y simplemente llevarte al camino hacía la muerte.

"Me gustaría ir a lo desconocido" -Pensé.

-Más allá del muro deben de haber monstruos-Dijo una voz a mi lado, una voz femenina.

Era una mujer de cabello castaño y su piel pálida cómo sí no tomara sol, estaba vestida con prendas de diferente color; eran prendas de cada facción.

-¡Estás tan grande!-Me dice y fruncí el ceño.-Viniste temprano.

Había oscuridad pero pude apreciar los rasgos de su rostro, era ella. Esto era real.

Después de tantos años, tantas emociones y mentiras, aquí estaba ella, frente a mí.

-Evelyn-Digo y siento cómo se me comienza a formar un nudo en el estómago.

"Ella, ella está muerta"

-Feliz cumpleaños, querida, espero ser la primera persona que veas hoy.

-Gracias-Digo seca.

No celebraba mi cumpleaños hace años.

-¿No le darás un abrazo a mamá?-Se acerca más a mí.

-Mi madre murió-Le digo, esto no es real.

-Sí estuviera muerta no estaría en frente de ti, en el día de tu cumpleaños. He esperado mucho para vernos y espero reunirnos con tu hermano próximamente-Contesta.

Me pongo una mano en la cabeza tratando de asimilar todo, ella no está muerta y Marcus mintió. ¿Por qué le creí a ese bastardo?

-¡Tú moriste!, Marcus nos lo dijo, a Cuatro y a mí. Además, estabas embarazada...

-Tuve esta misma conversación con Tobías en su iniciación. Me dijo lo mismo, entonces tendrás la misma respuesta-Responde.-No estaba embarazada, nunca lo estuve, y ustedes nunca vieron mi cadáver.

Siento que me voy de espaldas. Cuatro sabía que no estaba muerta ni estaba embarazada. Me lo ocultó.

-Su nombre es Cuatro-Digo y Evelyn hace mala cara.-¿En su iniciación? ¡Eso fue hace dos años!, él nunca me lo dijo.

-Te recuerdo que no le hablabas y yo le pedí guardar silencio.

-Sabes mucho de mí.

-Te estuve vigilando, Alexis, yo te quiero porque soy tu madre.

-¿Por qué?-Siento la furia crecer dentro de mí.-¿Por qué nos abandonaste con un abusador? ¡¿POR QUÉ, EVELYN?!

-Quería llevarlos conmigo, te lo juro, Alexis. Primero debía estabilizarme, habían días que no comía, ¿cómo querías que pudiera sobrevivir con mis dos hijos?

-Aunque lograrás conseguir un techo y comida no ibas a volver por nosotros, te conozco, eres egoísta. Además, Marcus te hubiera matado sí ponías un pie de nuevo en esa casa-Respondí y ella baja la cabeza.-¿Por qué querías que viniera?

-Para que me vieras y te dieras cuenta que estaba viva, además, deseaba hablarte-Contesta.-Y pedirte perdón.

Siento una lágrima bajar por mi mejilla, era ella realmente, la mujer que me trajo a la vida y la mujer que me enseño cosas en mi niñez. Pero también era la mujer que se fue y nos dejo viviendo un infierno.

Mucho que procesar.

-¿Me perdonarías?-Pregunta.

-No lo sé-Contesté.

Evelyn se acercó más y se me tiró encima para abrazarme, le respondí el abrazo. Ella deseaba abrazarme a pesar de todo.

Quiere estar ahora en mi presente, sin embargo, ¿yo quiero esto?

"Su error fue dejarlos con Marcus pero ella no dejó de quererte"-Pensé.

En el camino de vuelta a Osadía, pensaba en cómo iba a volver a entrar, era de madrugada y cerraban las puertas.

Rodé encima del cemento y me escondí detrás de un arbusto tratando de encontrar una entrada, ¡BINGO!, la ventana del primer piso estaba abierta.

Entré por ella con un poco de dificultad pero pude lograrlo, miré el pasillo y corrí hacía el dormitorio.

(....)

En la mañana.

En el entrenamiento me sentía un poco mal, no dormí bien y el nudo en mi estómago no desaparecía. Le pegaba al saco de boxeo sin fuerza, mi cabeza sólo daba vueltas y mi humor estaba pésimo.

-¿Alex?-Dice Eric acercándose y volteo a mirarlo.-¿Estás bien?

-Sí, yo sólo...

-¡Claro que está bien!-Harrison se mete a la conversación.

Lo miro con una ceja alzada, Harrison se veía un poco contento, sí algo así.

-¿Y sí peleamos?, tú y yo cómo en los viejos tiempos-Dice y me mira con una sonrisa.

-¿Viejos tiempos?-Dice Eric entre dientes y frunce el ceño.

-¡Claro!-Le respondo, a pesar que no tenía ganas de hacerlo.

Subo al ring, siento las miradas sobre mí, supongo que nadie se iba esperar una pelea y menos contra él. Harrison corre hacía mí para pegarme un puñetazo pero lo esquivé, eso fue rápido.

Intentó volver a golpearme pero sostengo su mano en el aire y le hago una llave, ruedo sobre su espalda y él patea mi estómago, saqué el aire antes, y no me afectó. Se tira encima de mí y comienza a darme golpes.

-IZQUIERDA, ALEX, IZQUIERDA

Sentía un gran peso en sus gritos, desesperación.

-Esto es cómo un baile-Golpe a mi hombro y lo agarro en el aire.

-¿Un baile?

-Sí-Golpe a mi cintura.-Fíjate en los pies.

-Me fijo en los pies pero descuido mi cara-Contesto.

-Se rápida la próxima vez.

Empujé fuerte a Harrison haciendo que cayera unos metros lejos de mí y me levanté, dejé entrar aire limpio a mis pulmones y solté un largo suspiro.

-C'est comme une danse, ¿tu te souviens?-Le digo mientras lo veo ponerse de pie.

"Es cómo un baile, ¿recuerdas?"

-Sabes que sí-Responde y vuelve a correr hacía mí, da una voltereta y cae muy cerca de mí.

Puedo sentir su respiración en mi rostro sudoroso. Es corta y precisa, no como la mía, que está super alterada.

-Danse avec moi-Murmura.

"Baila conmigo"

Le pego un puñetazo a Harrison en el rostro y lo pateo, me agarra del pie y me jala hacía él haciendo que dé una tonta voltereta en el suelo. Me volteo y subo mi pie hasta su cabeza para pegarle con el talón pero lo sostiene en el aire, miro sus pies y sé qué está preparando una patada.

Me tiro encima de él y caemos juntos en el suelo, y le pongo la mano en el cuello apretando un poco.

-¡BIEN! ¡BASTA!-Grita.

-Tuché-Le digo y me levanto.

Escucho cómo la sala de entrenamiento se llena de aplausos.

Siento mi adrenalina apagarse poco a poco, esto es tan divertido.

Debilidad [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora