Debilidad [Libro #1]

Capítulo 39

Corrimos hacía las casas abnegadas, cada un minuto se escuchaba un disparo y gritos de los niños; sonando cada vez más ahogados.

Un auto elegante azul pasa a unos metros de nosotros y luego dos autos negros lo siguen, me muerdo el labio nerviosa. Escuché un quejido y me comienzo a acercar al sonido.

En un pasadizo, entre dos casas, una mujer con vestimenta gris estaba tirada en el suelo y llena de sangre, mierda.

–¡NATALIE!–Corro a ella y me arrodillo.

Es la madre de Tris.

–Alexis...–Sonríe débilmente y pone su mano en mi rodilla.

–Natalie, ¿qué pasó?, ¿cómo es que estás aquí sola?

–Tris.. ella estaba conmigo... ella fue por Cuatro...

–¿Dónde está Caleb?, ¿dónde está Andrew?–Pregunté.

–Caleb.. Erudición... Andrew no lo sé.. debe estar..–Cierra lentamente sus ojos.

–¡NO!, Natalie, ¡sigue conmigo, por favor!

–Salva la ciudad, Alexis, y cuida a mi hija, confío en ti–Siento su cuerpo más pesado.

–No puedo dejarte...

–Sé valiente–Dice con su último aliento.–Te quiero, Alexis.

Ella ha muerto.

Siento un gran vacío en mí, no puedo permitir que sigan muriendo personas inocentes. Me levanto y volteo hacía mis amigos.

¿DÓNDE ESTÁN?

Lauren, Alec y Harrison han desaparecido.

Jeanine los tiene.

ELLA LOS TIENE.

"De nuevo, esto es mi culpa"–Pensé.

Tomé mi arma con fuerza y corrí hacía los osados, mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas por la mala espina que estaba comenzando a tener.

La primera persona en notarme fue Tori y le hice una señal para que se acercara a una casa. Ella entró unos segundos luego de que yo lo hiciera.

–Alex, ¿vienes sola?–Dice asustada y la abracé fuerte, muy fuerte.

–Estoy sola–Contesté.–Lauren, Alec y Harrison desaparecieron hace un segundo y mi hermano está en el infierno con Tris.

–Ay, cariño...

–Y Eric... se lo llevo la rubia.

Me aparté de golpe y  Tori me mira confundida por mi cambio drástico. Estoy furiosa.

El vacío en mí se llena de cólera.

Me odio por no saber que hacer ahora.

Mi plan es una basura ya que estoy sola y no estoy tolerando la presión.

–Debo entregarme, debo abrir la maldita caja y morir–Pongo las manos en mi cabeza y camino de un lado para otro.

Estoy volviéndome loca.

–¿La divergente completa no sabe que hacer?, ¡Alex, por favor!

–Tori, no sé que hacer, ¿okey?–Dije más furiosa.–Creí que al fin tendría libertad y dejaría mi debilidad, pero no. ¡Todo a sido un caos desde mi iniciación!

–Basta de tonterías, ¡eres Alexis Eaton!

–Mi nombre no vale nada, mi vida está jodida completamente–Respondí.–Mi vida está basada en mentiras y eso me está haciendo dudar en quién soy realmente.