Debilidad [Libro #1]

Capítulo 19

–Al fin sé tu nombre real.

–Supongo que prefiero un diminutivo–Él ríe.

–¿Por qué volviste?–Pregunté.

–¿Por qué escogiste venir aquí?–Contraataca mi pregunta.

–Por mis resultados–Contesté firmemente.

–Vine por lo mismo, ¿creíste que me engañarías?–Sonríe.

Alzo una ceja, "Lo sabe"–Pensé.

–Divergence complète–Dice con su acento francés y abro los ojos cómo platos.–Tranquila, que no soy el enemigo.

–¿Viniste a cuidarme?–Le pregunto burlona.

–Algo así, sí todos se ponen en tú contra, yo estaré de tu lado y espero que viceversa sea igual–Contesta.

Harrison era cómo el hermano mayor que siempre desee tener, gracias al cielo pude conocerlo.

Alguien me empujó y caí en el poco césped, un cuerpo estaba encima de mí y traté de moverme pero me puso un filoso cuchillo en mi cuello.

–¿Tú quién eres jovencita?

–Mi nombre es..., sólo estaba practicando unas defensas–Sentía cómo una lágrima bajaba por mi mejilla.

–¿Entrenar para qué?–Preguntó el hombre.

–Soy débil, quiero fortalecerme.

–Tan solitaria–Se levanto el hombre y me extendió la mano.–Soy H, seré tu entrenador de ahora en adelante.

–Escuché a unos chicos hablar cosas asombrosas sobre ti, haz demostrado tener potencial–Dice Harrison.

–Sólo fue una pelea y con muchas ganas le gané al chico cretino–Respondí.

–Nunca dudaría sobre ti, los chicos deberían tener miedo a que llegues a matarlos–Se ríe.

–No creo que pueda dar miedo aún, nadie le tendría miedo a una ex abnegada.

–Pero no sólo eres una ex abnegada, nunca se podría considerar que eres igual al resto.–Responde.–Podrías ser cómo Eric, intimidante.

–¿Para que mis amigos lleguen a desconfiar de mí?–Le pregunto.

–No a tus amigos, tonta, sino a los que te quieren molestar y tal vez así los demás quieran aprender de ti.–Dice y suelta un suspiro.–Gana el respeto de los líderes.

–Eso será complicado.

–Eres Alex Eaton, ¿no?, ¿en serio para ti eso es complicado?

Negué con la cabeza y me levanté de la roca.

–Es hora de irme.

–Ve con cuidado, pequeña.

Caminé por el mismo camino del que vine y fui al dormitorio, por suerte no me encontré a nadie que me interrumpiera mi camino, ya que estaba cansada.

(....)

El sonido del metal golpeado de nuevo me hizo despertar, maldita sea contigo Cuatro.

Lunes, ¿por qué existe el día lunes?

–¡Los quiero a todos en cinco minutos en el pozo!–Dice Cuatro.

Me levanté y vestí con ropa de entrenamiento. Todos salimos de la habitación y caminamos detrás del instructor hasta la sala de entrenamiento, estaba Harrison con Eric y Alec esperándonos.