Hasta que llegaste tú

Capítulo 2

CAN

Aún no veo su cara, pero dudo que pueda ser menos que hermosa. La forma en que mueve sus caderas en la pista de baile me tiene hipnotizado. Lleva una falda con vuelo en color vino que deja al descubierto sus torneadas piernas, y sus tobillos los decoran las delicadas correas de sus sandalias negras de tacón alto.

Rechaza a todos los hombres que se le acercan para invitarla a bailar, y hace rato que descarté al chico que baila con ella como un posible rival.

—Entonces, Can, ¿qué opinas? —Akif y Metin me observan.

—¿Qué opino de qué? Disculpen, me perdí.

Hablábamos de todo un poco, saltando de un tema a otro rápidamente, como siempre que nos juntamos para ponernos al día.

Metin y yo somos amigos desde el colegio. A Akif lo conocimos en la universidad, donde los tres nos hicimos grandes amigos, aún cuando cada uno escogió carreras diferentes. No nos vemos muy a menudo debido nuestros distintos compromisos laborales, pero cuando nos encontramos todos en la misma ciudad, reunirnos es una obligación.

—Oye hermano, para un poco por favor. Eso que estás haciendo se llama acoso y es denunciable —me advierte Metin, con un tono burlón que desacredita la fingida expresión de preocupación en sus facciones.

—¿Ah sí? Y cuéntame, ¿quién va a defender a la víctima? ¿tú? —le digo, dándole un puñetazo en el hombro.

—Bueno, yo no me ocupo de ese tipo de casos, pero bien podría recomendarle a un colega. —Su respuesta va acompañada de un leve levantamiento de hombros con el que me indica que no será ningún inconveniente.

—Ahora, lo que yo quisiera saber es… —comienza Akif, frunciendo ligeramente el ceño y haciendo una pequeña pausa para dar énfasis a la pregunta que viene a continuación—: ¿por qué miras a la única mujer que todavía no te ha entregado una servilleta con su número de teléfono, cuando tienes los bolsillos repletos? En serio, hombre. ¡Creo que ya hasta puedes llenar el servilletero! —exclama, colocando uno vacío frente a mí, acción que nos hace estallar a los tres en una carcajada.

La verdad es que yo cambiaría todos los demás por ese. El de ella es el único que quiero esta noche. Y lo voy a conseguir.