SANEM
—En realidad, trabajar un sábado no es tan malo cuando tu jefe parece salido del listado de hombres más atractivos de la revista People, ¿no creen?
—Lo que yo creo es que debería ser ilegal tanta perfección en un solo hombre. No es justo que no haya uno así para cada mujer.
—Por cierto, la estirada que fue a buscarlo ayer, ¿será su novia?
—No lo sé, pero por como salieron de la oficina, yo diría que esos dos ya se comieron.
El comentario de Güliz, hace mella en mis emociones. Me dan nauseas de solo imaginarlo con esa mujer tan detestable.
—Además esta la otr...
—¿Ustedes no se cansan de chismear nunca? No han parado con el temita en todo el camino hasta acá —bufa Ceycey, cortando la conversación.
Me pregunto por qué no lo había hecho antes, mis nervios se lo habrían agradecido encarecidamente.
—Solo es curiosidad, no tiene nada de malo querer saber, Ceycey —se defiende Güliz.
—"No tiene nada de malo querer saber, Ceycey" —repite él, imitando una voz femenina con una mueca en la cara, mientras forma comillas con los dedos—. Anda, toca el timbre para que lo interrogues personalmente acerca de los detalles de su vida.
El trayecto se me hizo extremadamente corto. No me siento psicológicamente preparada para enfrentarlo después de lo de ayer, y sin embargo, lista o no, aquí estoy, parada frente a su puerta.
Lidiar con tantas cosas a la vez resulta muy abrumador, incluyendo los celos que no dejan de atormentarme. Nunca en toda mi vida he estado celosa por nada ni nadie y ahora resulta que siento celos de mujeres que no conozco y por un hombre que no es nada mío, ¡genial!
—¡Buenos días a todos! —la voz de Deren me saca de mis pensamientos. Estaba tan absorta que ni supe cuando llamaron a la puerta—. Adelante, pasen. Ya estamos listos para comenzar.
En la sala está reunido otro grupo del equipo que se nos adelantó junto con ella. No hay señales del culpable de mi ataque de nervios. Suspiro aliviada por eso.
—Güliz, ve a la cocina y pregúntale a Can, si necesita ayuda con algo —empiezan a llover las indicaciones de Deren, para que absolutamente nadie se quede sin oficio—. A ver, tenemos poco tiempo y mucho trabajo, no quiero distracciones de ningún tipo. Ya todos saben lo que tienen que hacer, así que háganlo de inmediato.
—Esta jornada va a ser intensa —me dice Ceycey por lo bajo.
—Ya lo creo —le contesto con un mohín.
—Ustedes dos, ¿qué están esperando? —nos habla Deren, apuntándonos con dos dedos. Aquí nadie se salva—. Sanem, querida, necesito que hagas magia para que el guión esté listo en mis manos en menos de dos horas. No es presión.
—No, tranquila, si no me siento ni un poquito presionada —le digo con sarcasmo, encogiéndome de hombros.
Camino a sentarme con las otras personas que escogieron la mesa del comedor para trabajar. Los demás prefirieron acomodarse entre el sofá y los sillones alrededor de la mesa de centro.
Por suerte, anoche terminé la historia y hoy solo me queda pasarlo en limpio para que ella lo apruebe, porque con tanto desorden en mi cabeza, dudo que pueda concentrarme en redactar algo decente para la campaña.
Unos minutos después aparece el Sr. Can, tan guapo como siempre, con una sonriente Güliz al lado, trayendo algunos aperitivos que colocan sobre la mesa para que todos se sirvan.
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Hasta que llegaste tú
FanficEsta historia está inspirada en la serie turca Erkenci Kuş y sus protagonistas; he tomado algunos de los personajes y sus roles en la novela para crearla, por lo que puede guardar cierta similitud con la trama que vimos en pantalla. ______ Can y San...