"Nuestro corazón es sabio, nuestro cuerpo aún más no se equivoca con las señales que nos da".
Sólo soy consciente de sus labios húmedos y suaves, su sabor cada vez es mejor, mis manos van de su pecho a sus mejillas, paso una mano atrás de su cuello para profundizar más el beso y enredo mi lengua con la suya. Mi corazón va a todo vapor y disfruto cada segundo, le doy un pequeño mordisco en el labio inferior y de a poco me aparto.
Sus ojos chispeantes me dicen que le gustó el beso, veo deseo en ellos. Me toma por la cintura y me acerca a él nuevamente.
—No te apartes de mí, cada vez quiero más de ti Edith mucho más... —yo quiero más de él, pero lo suyo puede ser solo deseo lo mío podría ser una mezcla de varios sentimientos.
—¿Por qué me ves así? —pareciera como si quisiera leer mi mente.
—¿Así cómo? —le digo apartándome un poco de su mirada inquisitiva.
—Desconfías demasiado, lo veo en tus ojos y es normal porque apenas me estás conociendo, pero quiero que sepas que no eres un juego para mi Edith. ¿Piensas que soy un mujeriego? —aún me tiene sujeta por la cintura y me mira fijamente.
—No, no pienso nada, yo no lo conozco aún, pero a partir de este momento me interesa conocerlo —escucho a unos metros a la gente que viene y va, me ve sereno y me da un beso corto en los labios.
—Muy bien bonita, conozcámonos entonces. ¿Te parece? —pareciera un hombre común cuando habla, pero algo me dice que no es así.
—Me parece, pero creo que deberíamos volver —contesto sonriendo.
—Tus amigos pensarán que quiero raptarte, suena como una buena idea. ¿No crees? —digo no con la cabeza.
—No se ve como un hombre que rapte mujeres —caminamos de regreso hacia el bar.
—Bueno, ninguna me había interesado tanto —me detengo en seco.
—Me devolvería pronto —los dos comenzamos a reír, cualquiera que nos viera diría que somos una hermosa pareja feliz.
Cuando llegamos al bar, todos están contentos y relajados, reímos de cosas sin sentido. Pedimos la última cerveza, al parecer Raúl se ha ganado a todos con su personalidad sociable y muy amable.
A la hora de despedirnos le dice a Beto que él me dejará en casa y que no se preocupe, Beto me ve esperando mi aprobación, le digo que sí con un gesto. Nos despedimos de todos y él me abre la puerta de su auto.
—¡Gracias, que amable! —la noche es perfecta, hay luna llena y el cielo está despejado, él conduce despacio, lo veo pensativo.
—¿Todo bien? —me pregunta dándome una mirada rápida.
—Sí, todo bien. He disfrutado esta noche —su olor es embriagador, ¿acaso se pone perfume cada cinco minutos o qué?
—Yo también. ¿Qué estudiaste? —me sorprende, no me había hecho ninguna pregunta personal.
—Soy Ingeniera agrónoma, ¿usted que estudió? —no sé por qué no puedo tutearlo, digo, no es un señor. Me llevará unos tres años por mucho.
—Te graduaste joven, yo estudié Ingeniería mecánica y luego trabajé unos años fuera del país. Al comienzo no me interesaba mucho la agricultura, ni ganadería, algo que no les agradó para nada a mis padres —es Ingeniero mecánico, no me lo imaginaba.
—¿Y ahora le interesa? —quiero saber más de él, ¿por qué regresó?
—Sí y mucho, me he involucrado más este año no quiero que el trabajo de mis padres quede en manos de desconocidos. Mis dos hermanas están casadas con hombres de dinero, viven fuera del país y no les interesa la hacienda —miro el camino por la ventana, el aire acondicionado me está dando mucho frío cruzo mis brazos para darme calor.
![](https://img.wattpad.com/cover/259597695-288-k502139.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Torbellino de amor
RomanceEdith es una mujer joven dedicada a su familia y a su hacienda. Nunca le intereso conocer el amor, sin embargo, cuándo este toca su puerta no imaginó que su vida se convertiría en un torbellino. Armando es un médico prodigio y millonario, pero el a...