"Hacienda Margarita"
Desde que amanecía hasta que anochecía, Edith era la dueña de sus pensamientos le dolía su indiferencia, pero la entendía. La había engañado ¿Cómo pudo dejarse llevar por una mujer como Mariana que sólo podía despertar deseo en él?
—¡Mi amor! —emocionada Mariana caminaba hasta donde su hombre, él recostado en la pared miraba hacía el campo, su perfil era perfecto, ella se acercó a él para darle un beso en los labios, pero él la rechazó.
—¿Qué sucede? —preguntó preocupada, percibía que cada día lejos de enamorarlo, lo perdía.
—Ya hemos hablado de esto Mariana, lo intentamos y no funcionó —la miró a los ojos —te he respondido como hombre por el error que cometí esa noche, pero pienso que sería un error más grande seguir con esto —ella se paralizó.
—¿No estarás hablando en serio? —buscaba algo de amor en su mirada —¡Yo te amo! —sostuvo el rostro.
—Pero yo no y nunca te mentí —apartó sus manos —dije que lo intentaría y lo hice, pero no funcionó, somos jóvenes y merecemos ser felices —se alejó de ella.
—Es por Edith, ¿cierto? ¡Nunca has podido olvidarla! —le gritó con rabia —él no respondió —. ¡Pues no! No, lo acepto. Yo soy mejor que ella y soy lo mejor para ti, tus padres me adoran hacemos una pareja envidiable y no voy a permitir que me dejes en ridículo delante de todos.
—¡No me importan los demás! Mi decisión está tomada —dijo seguro.
—¡No, mi cielo! No, será así de fácil. Así que, prepárate para esta noche iremos a cenar con tu familia y la mía, mi padre quiere darnos buenas noticias —indicó dándole un beso en la mejilla despidiéndose.
—No iré —respondió sin emoción.
—Claro que irás, los temas a tratar te interesan ya sabes, negocios querido; estará el alcalde y dos inversionistas extranjeros —él maldijo entre dientes —estaré lista a las 6:00 p.m. pasas por mí —concluyó desapareciendo ante la mirada frustrada de Raúl.
"Hacienda Ríos"
Cada que pasaba una hora, se ponía más nerviosa. Se sumergió como loca entre papeles toda la mañana, almorzó muy poco pues la ansiedad le quitaba el hambre o más bien Armando. Lucía le ayudo a elegir su vestido y a maquillarse, estaba más emocionada que ella; se decidió por un vestido rojo corto, medias gruesas negras, botín bajo color negro y una chaqueta jean azul oscuro. Su pelo lo dejo suelto y se puso un maquillaje con sombras negras y labios rojos.
—¡Te ves hermosa! —expresó Lucía emocionada.
—¡Gracias a ti, mi Lu! —se tomó una foto y la mandó al grupo de WhatsApp donde estaba Renata y Beto.
Renata: ¡Con todo, tigresa! 😈
Beto: ¡Hermosa Titi! Cuídate sí.
"Hacienda Ibarra"
Armando hizo las últimas llamadas laborales mientras terminaba de arreglarse, se moría de ganas por verla de nuevo, le había preparado una sorpresa. Eligió para vestirse un pantalón de tela azul oscuro, camisa blanca y saco color gris con botones café, un pañuelo cuadriculado azul oscuro que sobresalía del saco, zapatos formales de amarrar y faja color café. Su barba bien retocada y su pelo peinado hacia atrás. Se puso perfume y su reloj "Bulova", tomó las llaves de su carro "LC Prado TXL" color gris oscuro y salió a buscarla.
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Torbellino de amor
RomanceEdith es una mujer joven dedicada a su familia y a su hacienda. Nunca le intereso conocer el amor, sin embargo, cuándo este toca su puerta no imaginó que su vida se convertiría en un torbellino. Armando es un médico prodigio y millonario, pero el a...