Hay días en donde no puedo dormir, no sucede muy a menudo.
Siento las manos de todos esos cadaveres debajo de la cama luchando por alcanzarme. A veces incluso floto inconscientemente.
Para distraerme empiezo a crear poemas, pero no logran entretenerme por mucho.
Odio ese tipo de noches, porque me ponen a reflexionar. Pienso en los que maté, pienso en mis justificaciones para hacerlo, pienso en los de la mafia, pienso en mi en la mafia, y pienso en Dazai. En el siendo —o al menos actuando— más felíz, más burlón, y menos solitario.
Tal vez dejar la mafia fue su mejor opción.
Yo nunca podría. Desprecio lo que hago, pero no desprecio la mafia.
Yo nunca podría ser un traidor, no despues de que...
No podría.
Al final la fortaleza termino siendo más un laberinto y comenzaba a molestarme, lo que no era raro.
Empecé a dar pasos cada vez mas largos tratando de llegar más rapido a donde sea que esos insectos se esten escondiendo. Los golpes de mis pies hacia el suelo se hacían cada vez más sonoros.
Oí un suspiro por detrás.
—Chuuya, lo único que estás haciendo es alertar a los otros. Realmente tu inteligencia se quedo en otro pasillo.—no hace falta aclarar quien era.
—¡¿Ahh?! Si no me equivoco bastardo, y claro que no lo hago, tú fuiste el que eligió este camino.— me acerque a el, no demasiado para no levantar tanto la cabeza.
—Tu cerebro funciona mal, Chuuya, ve a que te lo revisen porque fuiste tu quien estuvo de acuerdo, ¿recuerdas?
—¿No se supone que eres el listo, ?momia?
—Así que reconoces tu papel como el tonto.
—Eres un-.—me acerqué más con la intención de darle una buena razón para usar vendas.
—Creo que es por aqui.—dijo el chico con cabello blanco.—persibo un olor a personas.
Dazai se adelantó, yo sólo me volteé mirando detenidamente al tigre, ¿realmente tenía las mismas habilidades de un tigre? Akutagawa, el traidor, y el otro con lentes lo tomaron con total normalidad y voltearon a ver el pasillo que el chico tigre mencionaba, pero ninguno caminó hacía el.
Harto de esperar tome la adelantera y comencé a caminar, al ver como ¿Atsushi? se dirigía atrás del grupo me detuve.
—¿Qué haces? Eres él que los huele, ¿no? Tienes que ir adelante.— un poco avergonzado me alcanzó y caminamos a la par.
Dimos varias vueltas, con los regaños de Kunikida (según los quejidos de Dazai) de fondo. Me caía bien ese sujeto.
Llegamos a otro largo pasillo que daba a un ascensor. Su iluminación era pobre, parecía sacado de una película de terror. Aún así fuimos directo a el.
Subimos al último piso por algo que dijo Dazai de que estaba mas usado el boton y que quién sabe qué estadisticas sobre los jefes. No lo escuché, no quería hacerlo.
Al estar casi en el último piso vi como Kunikida comenzaba a materializar una pistola. No sé que tipo de arma era, nunca las uso, pero me pareció interesante. Atsushi comenzo a medio-transformarse en tigre, Akutagawa se preparaba para usar a Rashomon. Dazai solo siguio como siempre, con las manos en los bolsillos y una sonrisa que no sabía que si era real o no. Imite a los demás (menos a Dazai, por supuesto) y me puse listo para usar mi habilidad.
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Not Enough || Soukoku
FanfictionPorque Chuuya quería lo suficiente a Dazai como para perdonarlo por las cosas que hizo. Y porque Dazai no quería lo suficiente a Chuuya como para dejarlo de usar. TW: Es bastante obvio considerando que Dazai es protagonista, pero habrá menciones al...