Chuuya

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TW!!: Tal vez sea raro ponerlo a este punto cuando ya se había mencionado los intentos de suicidio de Dazai, pero esta vez tal vez mas explícito(? nada muy descriptivo en realidad será sólo una mencion, pero lo pongo por si acaso 

Las cosas estaban incómodas. 

Era como si la mención de Odasaku hubiera revelado toda la mierda que le estábamos haciendo al otro, y cada uno trataba de excusar su comportamiento culpando al otro. 

No era la primera vez que me pasaba algo como esto, con Osamu, cualquier cosa era posible. Y usualmente era valiente y aventado, pero cuando se trataba específicamente de él, me daba miedo. Descubrí que, incluso si le confiaba mi vida, no podía confiarle nada más. Era irónico. Tenía miedo que se aprovechara de mi como lo hacía con Akutagawa, pero no de que no me parará cuando usará corrupción. 

Y cuando se abandonó la mafia, comencé a pensar que tal vez era culpa mia, digo, las obejas también me habían traicionado, ¿no? Debía haber una razon por la que siempre me abandonaban, algo estaba haciendo mal.

Gracias al alcohol del vino detuve esos pensamientos, y me convencí de que estaba en lo correcto en desconfiar. Después de todo, justo cuando comenzaba a confiar plenamente en Dazai, me encontré con una bomba en mi auto y sin compañero.

Intentabamos vernos la cara lo menos posible, Dazai se iba más temprano a trabajar, y daba gracias a dios que Mori decidiera atosigarme con misiones y papeleo porque me permitían.

Desafortunadamente, era domingo, ambos con días libres, y no teníamos nada que hacer, mas que ir a misa a reírnos de los sermones del padre. Pero eso era para cuando estuvieramos de buenas, y más importante, en buenos terminos.

Era todo muy incomodo. Incluso si ni siquiera habíamos discutido, se sentía como si hubieramos tenido una pelea tan fuerte que respirar cerca del otro se sentía como la misión más difícil e incomoda que podríamos haber tenido.

—Dile a tu chofer que busque mi cadaver a las nueve y media en el río.—me ordenó con el tono más seco con el que puede hablar.

—No, no te recogeré más.—alegre, igual de cortante que él, como si de una competencia se tratara.

—¿Mhm?—expresó, entrecerrando los ojos, analizando lo que dije.

—Ya no te recogeré cuando intentes suicidarte.—decrete, dando por finalizada la conversación. Regresé al libro que fingia leer.

Pero Dazai no estaba dispuesto a perder en este juego recién inventado.

—Ja, ¿qué? ¿Ahora te molesta?—se burló, salió de la cocina donde tomaba su cafe, para cercarse más.

—Si, me molesta.—Respondí, si querer seguir la conversación.

—¿Desde cuando?

—¿Desde siempre!—grité, arrepintiendome de inmediato. 

Dio un suspiro antes de poner aquella sonrisa tétrica, que tanto lo caracterizaba en la mafia.

—Agh, Chuuya, esto no es porque no quieras verme sufriendo o alguna mierda por el estilo, ¿me equivocó?—no me dio tiempo de contestar.—No, claro que no me equivoco. Claro, si vamos a hablar sobre lo que nos molesta, hagámoslo. Yo empiezo, tú sólo quieres que cumpla tus expectativas.

—¿Qué mierda estás diciendo?

—Tú no me quieres Chuuya, sólo quieres a la estúpida fantasía que te creaste sobre mi.

—¿¡Con qué puto derecho me dices eso cuando sólo me has usado para superar a tu amigo muerto?!—grité, poniendo énfasis en la última palabra.

Not Enough || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora