Atsushi

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Siempre tiendo a basarme en las primeras impresiones, aunque muchas veces resulté estar equivocado. Cuando conocí a Dazai, me preocupe mucho, digo, conocer a alguien porque este se quiso suicidar en el río no es la forma más conveniente. Aún así, él me dió un lugar al cual pertenecer. Sigo preocupado por él, sus constantes fallos de matarse hacen que me tranquilice un poco pero quiero saber por que quiere morir.

La impresión que tuve de Nakahara fue de alguien imponente, a pesar de su corta estatura daba miedo, cada que daba una orden tenía la necesidad de salir corriendo a cumplirla. La autoridad que irradiaba hacía más irónico que Dazai estuviera tan apegado a él, el castaño no es el tipo de persona que respeta mucho la autoridad. Dazai debe quererlo mucho para estar siempre con él.

¿No?

Como sea, he aprendido a confiar (no mucho) en lo que Dazai planea, usualmente las cosas siempre le salen completamente bien (al menos para él), pero creo que en una cosa se equivocó, obligarme a hacer equipo con Akutagawa, es imposible que hagamos buena dupla. ¿Acaso se está desquitando conmigo porque a él tambien lo obligaron a hacer equipo con Nakahara-san?

Ha pasado un mes desde que atrapamos a la "lider" de los chimuu, aunque Ranpo y Dazai insisten en que no lo es. Dazai ha estado pasando mucho tiempo con Nakahara, practicamente se ha mudado a su apartamento. Fukuzawa-san no parece molesto por ello.

Pero yo si lo estoy, bueno, solo un poco, he estado teniendo más trabajo del que debería porque él ha estado faltando mucho al trabajo y Kunikida y yo hemos estado haciendo los reportes por él. Que Kunikida lo haga no es raro, pero antes Dazai hacía los suficientes como para que yo no tuviera que hacerlos también.

Suspire, me separé un poco del escritorio para estirar los brazos. Levanté la vista a Kunikida, estaba pegado a la pantalla de su laptop mientras escribia en hojas, cada que acababa de escribir una, la ponía en una pila de papeles que se hacía cada vez más alta, y todo a gran velocidad.

—¿Kunikida-san, se encuentra bien?—lo miré preocupado.

—Quitando el hecho de que tengo mucho más trabajo porque no le entregaste mi recado a Dazai, me encuentro perfectamente.—no alzo la vista, pero si lo hubiera hecho, me hubiera llenado de culpa y me pondría a ayudarlo en ese mismo instante, pero no lo hizo así que ni modo.

—¡No esperé encontrarmelo besando a Nakahara-san!—me defendí. En realidad lo que me había asustado no fue el beso, sino el puñetazo que recibió Dazai cuando su pareja me vio. Al ver eso, salí corriendo temiendo que su proxima víctima fuera yo. Tenía planeado volver a la oficina y no hablar de ello nunca, Ranpo apareció para arruinar mi meta. Básicamente me obligó a contarselo todo.

Él chasqueo la lengua molesto.

—Pobre hombre, no sé como soporta tanto a Dazai.—negó con la cabeza y regresó al trabajo.

—Aunque Dazai se ve más feliz, ¿no?—dije eso alegre, pero mi compañero no compartió mi humor. Kunikida se encogió de hombros.

Ranpo entró con muchas bolsas de frituras en brazos y una gran sonrisa.

—Si vas a traer mas chatarra deberías limpiar la basura de tu escritorio al menos.—aconsejo Kunikida-san.

Ranpo hizo una mueca.

—Kunikida, ¿por qué respetas a la mayoría de gente que es mayor que tú pero a Dazai y a mi no?—cuestionó Ranpo ignorando completamente el consejo. Yo me quede con la boca abierta, ¿Kunikida es menor que Dazai y Ranpo-san?

—Porque ustedes actuan como ninos.—asenti de acuerdo.—Compórtense de la manera que corresponde a su edad y así los respetaré.—Ranpo solo le saco la lengua, abriendo una de las bolsas de frituras.

Not Enough || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora