Suspiré cansado. Estaba agotado, no había hecho nada físico hoy, pero el papeleo acumulado me cansaba más que cualquier pelea.
Llegué a mi piso tan cansado que nisiquiera note que la cerradura había sido forzada, y cuando lo hice, un hombre alto, musculoso y calvo se abalanzó sobre mi al grito de "¡pagame!", no tuve que pensarlo demasiado para saber que esto era obra de Dazai.
De una patada lo derribe y lo mantuve en el suelo usando mi habilidad. Prendí la luz y me permití verlo a detalle.
Su tatuaje de lobo me llamó la atención, sentía que lo había visto antes, que era algo importante.
—¿Por qué estás en mi departamento?—le hable al hombre tirado en el suelo que se veía tanto asustado como confundido.
—Uh, uhm, debí confundirme de departamento
—Sí... Debiste—di vueltas alrededor tratando de recordar.—¿Te he visto antes?
—N-no, señor, nunca l-lo he visto, soy sólo un taxista.
Lo vi fijamente, tratando de averiguar que era lo que se me olvidaba, y más importante, ¿por qué mierda Dazai traía a mi departamento a un taxista criminal?
¡OH! ¡Ya sé!
Agarré al pelón de la camisa y lo puse de rodillas para que quedara a mi altura.
—Hijo de- los taxistas no fuerzan cerraduras. ¿Y ese gigante tatuaje de lobo no es coincidencia cierto?
—N-no sé de que habla—dijo el señor temblando.
—Yo creo que sí. Ese tipo que te trajo aquí lo hizo a propósito ¿no?
—¿El señor insoportable?
—El mismo. Tú, pequeña escoria, perteneces a esos asquerosos chimuu ¿no?
El señor inhaló, sorprendido. Se puso pálido, y sus ojos llorosos.
—No, no, no, ya no más. Traté de alejarme de todo eso p-por m-mis niños y-yo. L-lamento haber irrumpido en- en su hogar, y-yo que-ria el dinero p-para-
Suspiré fuertemente, tratando de ser tan duro como los años en la mafia me enseñaron a ser, pero la empatía no me dejaba desempeñar mi rol de mafioso. Maldita sea, ¿por qué demonios no podía ser un puto psicópata como Dazai?
Tomé otro respiro, tratando de aclarar mi mente.
Podría interrogarlo aquí, sin la mafia para después dejarlo libre, con el riesgo de recibir un regaño por parte de Mori, y aún peor, arriesgandome a que el calvito vaya a informar a los chimuu.
O podría llevarlo a la mafia, tratar de que lo hicieran hablar sin matarlo, arriesgandome a que lo hagan.
Maldita sea.
—Te llevaré a la mafia, hablaras y si tienes suerte saldrás vivo.
Suplicó que no lo hiciera, por cada palabra que su rota voz transmitía me sentía peor. Se suponía que hoy por fin deacansaria. Se suponía que mi única pesadilla esta noche debía ser ese sueño donde los papeles me hablan. Pero situaciones como esta me hacían anhelar estar sentado en el escritorio, revisando cien mil reportes.
Entré a la sede basicamente arrastrando al señor calvo que durante el camino se había dejado de luchar.
Varias miradas sorprendidas me seguían, pues se suponía que ya no regresaría esta noche.
Me dirigí a la oficina del jefe, ojalá estiviera ahí.
Toqué la puerta y la abrí, ahí se encontraba Mori con una ligera sonrisa en su rostro viendo su celular.
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Not Enough || Soukoku
FanfictionPorque Chuuya quería lo suficiente a Dazai como para perdonarlo por las cosas que hizo. Y porque Dazai no quería lo suficiente a Chuuya como para dejarlo de usar. TW: Es bastante obvio considerando que Dazai es protagonista, pero habrá menciones al...