Proteger

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Lucy no pudo evitar soltar un suspiro mientras le daba pequeñas palmadas a la espalda de Natsu para hacerle saber que se encontraba a su lado ante aquellos horribles mareos que estaba sintiendo en el barco que los iba a transportar a una pequeña isla donde tomarían el siguiente transborde a su nuevo destino, era la primera vez que salía del continente que en aquel viaje, no podía evitar sentirse un poco nerviosa pero también emocionada de las cosas nuevas que podría ver y podría escribir en su libro que está buscando un final apropiado, hizo un pequeño ceño de asco al sentir como hacia un esfuerzo para poder sacar a lo que había desayunado esa mañana pero aun así lo soporto para estar a su lado, acariciar su cabello rosado para seguir dándole aquel confort.

-¿Te encuentras bien, Natsu? -Pregunto Lucy preocupada, observo como alzaba su rostro azul como aquella regordetas mejillas que evitaban el hacerle vomitar.- ¿Cómo están tus mareos?

-Estoy bien -Susurro, volvió a cubrir su boca y una vez más, volvió a sacar su rostro del barco, ignorando aquella burla que le hacia su compañero azul.- ¿Cuánto tiempo falta para llegar a la isla caracol? No creo aguantar más

-Ya solo unos cuantos kilómetros -Murmuro Lucy con bastante pena al escucharlo quejarse como todo niño pequeño.- Resiste un poco más, ya falta poco

-Eso espero

-Aunque tendrías que sufrir otras horas más cuando nos encontremos con el espía que nos dirá la ubicación del maestro Makarov -Soltó una risita nerviosa ante aquellas palabras que le había dicho en susurro para evitar que alguien más escuchara y avisara a personas que pudieran hacer algo malo, aunque el de cabellos rosados no pudo evitar soltar otro quejido con aquel rostro azul, siendo sincera, hasta le daba ganas de golpearlo para desmayarlo y que no le afectara más aquel viaje.- Solo espera un poco más

-No tengo de otra -Lloriqueaba.- ¡Wendy! Por favor, utiliza tu magia en mi ¡Ya no aguantare más!

Lucy volvió a suspirar. Miro a sus espaldas y miro a Wendy, la pequeña de cabellos azules sufría de aquellos mismos mareos que estaba sintiendo todo asesino de dragones en el momento que suben a una vehículo, llamase carro mágico o un barco, excepto los exceed porque Natsu se molestaba en el momento que alguien le dijera que su compañero gatuno era su transporte personal. Era su amigo, es su compañero, nunca sería un transporte, eso lo había aprendido por las malas y porque no quería molestarlo de nuevo. Aunque la rubia no pudo evitar soltar una pequeña risita, eso significaba que su compañera de magia de aire había crecido en ese año que ahora era afectada por los transportes y que sea una completa pena que no pudiera hacer algo por su compañero dragón de fuego.

¿Cómo es que habían llegado a esa situación?

Después de que su compañero de gremio, Mest, llegara y estuviera contento por la elección de Erza como la séptima maestra de Fairy Tail, le había dicho que como todo maestro, tenía que ver algo más, aquel gran secreto que se ha guardado en el gremio desde su creación. Claro que no pudo evitar causar curiosidad en los presentes que muchos quisieron seguir a la maga de armadura pero aquella fiera mirada que era capaz de lanzar a todo el mundo, prefirieron quedarse en terminar con sus deberes y la construcción del gremio.

¿En serio creyeron que esa simple mirada sería suficiente para calmar la curiosidad que estaba presentando el mago de fuego?

No dudaron en seguirlo en el momento que mostro aquel rostro de curiosidad, como miraba a todos lados como el "supuesto ninja" que es y cómo se escabullía entre todos para evitar que en el momento que Erza volteara a sus espaldas, se encontrara con que estaba siendo seguida.