Proteger

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Las tranquilas calles de Magnolia al anochecer, eran tan reconfortantes y dulces para cualquier enamorado que quisiera estar en ese lugar presente, incluso para aquellos tiernos y escandalosos borrachos que eran capaces de encontrarse saliendo de las tabernas, de aquellos niños que hacían berrinches porque no querían irse a dormir, una noche donde toda la familia pudiera disfrutar un poco de ese ambiente familiar donde el cariño y el amor nunca podían faltar pero este, no era el escenario que todos estaban esperando cuando no era capaz de encontrarse persona alguna entre esta "tranquila" ciudad. Las luces apagadas de las casas, los negocios tenían las puertas cerradas, no había ruido si quiera de los pequeños o grandes animales que se podían encontrar por aquí, todo era silencio, un silencio que era capaz de desgarrar, de hacer doler el alma porque no estaban acostumbrados a esa tranquilidad cuando la fiesta y el escandalo era como el pan de cada día.

Era tan raro, todo era tan extraño estando en una de las ciudades más ruidosas del reino de Fiore que se encarga de albergar al gremio más violento pero importante, Fairy Tail.

Era la calma antes de la tormenta.

Mavis era capaz de verlo de esa manera mientras se encargaba de volar por cada rincón de la ciudad. Vigilaba y prestaba atención ante el más mínimo detalle, si alguna persona se encontraba cerca, si alguno de aquellos inocentes animalitos se encontraban vagando por ese lugar, ella se encargaba de alejarlos de ese lugar. Tenía que hacer todo lo posible, aunque se trataba de una ilusión pero ella se esforzaría como todo el mundo lo estaba haciendo en ese momento.

Cada quien se encargaba de hacer un poco de lo que puede. Algunos se mantenían despiertos, otros más querían ahorrar energías para empezar la batalla.

Ver a Gray al lado de Juvia ante aquella calma, era algo de lo que no podía evitar sonreír la primer maestra. Observarlos con atención al igual que presenciar ese tierno cariño que se tienen pero que el corazón de hielo de él, esta tan indeciso que no es capaz de mencionar aquellas palabras que lo vuelven un loco e idiota enamorado por la maga de agua que no quería separarse de su lado porque tenía miedo de lo que se pudiera encontrar en esta guerra que probablemente, sería la última para ellos. El miedo de dos jóvenes que no querían separarse pero que tenían una fuerte obligación con su familia para salir vivos de esta, era aquello lo que los motivaba a continuar antes de salir corriendo.

-Cuando esta guerra termine, te daré una respuesta -Fue aquello lo que menciono el mago de hielo a Juvia, la chica se sonrojo ante aquella respuesta que al momento de querer mirar a Gray, este solo debió la mirada con las mejillas rojas.- Así que por el momento, espera un poco más, saldremos victoriosos de esta, podemos hacerlo si estamos juntos

-¡Si, Gray-sama!

Mavis sonrió ante aquel bonito escenario que antes de querer decir algo e interrumpir a esos dos, se alejó de ahí a seguir patrullando.

El tiempo que el gremio pasaba en familia, era el más importante en tiempos como ese para querer terminar con una guerra que sus pecados provocaron, quizá no debía presionarlos pero conocía a todos a la perfección, todos estaban ansiosos a lo que se encontrarían mañana. Podía ver a hermanos, a parejas pasar ese tiempo juntos y en la intimidad de las cuatro paredes de su habitación. El miedo de perderse era aquel que los desesperaba un poco pero seguían manteniendo aquella esperanza de salir victoriosos, eso era lo que hacía especial Fairy Tail de todos los gremios, conocían aquellos grandes miedos de enfrentarse a villanos más fuertes que ellos pero no solo conocían eso, conocían la fuerza de su magia cuando sabían que tenían que proteger algo muy valioso para ellos. Era ese amor, la magia más fuerte del universo, el que les hacía incrementar su poder.

Era de esa manera en que todos ellos eran fuertes.

Al saber que tenían algo muy importante que proteger.