YoonGi es un productor musical, guapo, inteligente y caballeroso, con un pequeño defecto; es un apasionado seductor de bonitos omegas de aromas dulces y frescos. Es inevitable para él disfrutar de la compañía de ellos y amanecer en una cama diferent...
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-YOONGI-
Llevo un rato esperando sentado. Estoy algo cansado después de salir del estudio, ha sido un día agotador. Realmente estaría en mi cama durmiendo si no fuera porque se trata de ella...
El amor de mi vida.
Yo... un alfa de más de 30 años, famoso compositor... haría lo que sea que ella pidiera, solo le basta mirarme con esos bonitos ojos brillantes o hacerme uno de esos tiernos pucheros con su boquita de corazón, para que yo caiga a sus pies. Que mi pequeña, sacara las facciones de su padre omega, solo ha sido mi perdición. A sus cortos 6 años ya sabe bien cómo manejar a su padre alfa.
Después de unos minutos más Eun-Ji camina altiva con su pequeña mochila rosa, ondeando su cabello castaño. Va vestida con su traje de ballet y mientras se acerca noto que tiene una tierna expresión de enojo.
— Papi... ¿Y el helado que me prometiste? —pregunta cruzando los brazos dulcemente.
—Oh... el helado. Lo olvide amor, pero de camino a casa te lo compraré
—Prometiste que me lo traerías ahorita — reclama solemne
—Si Hobi se entera que te doy helado antes de la cena, él va a matarme pequeña. Tu no quieres ver a tu papi Hobi enojado. ¿Recuerdas que nos da miedo?
—Papi a ti te da miedo... A mi no — replica ella entre divertida y burlona.
Enseguida me extiende sus pequeños brazos para que la cargue y sin dudarlo lo hago. La llevo al auto y conduzco rumbo a casa.
Mi casa... mi hogar, el lugar en donde siempre soy el más feliz.
Cuando llegamos, Eun-Ji corre a la sala y desocupa su mochila en el suelo, regando un montón de lápices de colores y cuadernos de dibujo. Yo mientras tanto me dirijo a la cocina, hoy es mi turno de preparar la cena. Hay días en los que Hobi tarda un poco más en regresar de la Academia, ha estado bastante ocupado el último par de años, especialmente desde que junto a Jimin decidieron abrir su propio lugar de enseñanza. La vida laboral para mi omega se volvió un poco más caótica, combinada con las responsabilidades de criar a nuestra pequeña.
Hay ocasiones en las que incluso ninguno de los dos se desocupa a tiempo para retirarla de la escuela o de sus clases de ballet o de pintura. Ahí es cuando agradecemos tener amigos que nos ayuden con ella. Nam y Jin especialmente. Ellos la cuidan por nosotros junto a su pequeño cachorro. Eun-Ji disfruta de su compañía y para ella es como un hermano pequeño. Ellos tienen un poco más de tiempo que nosotros, Nam como arquitecto no tiene un horario establecido y Jin maneja su propio restaurante desde hace varios años, le ha ido tan bien que puede darse el lujo de pagar múltiples empleados que se encarguen de todo.
Parece que lo llamé con el pensamiento cuando veo el nombre de Nam en mi celular que indica una llamada.