𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪

Cap 7

Me desperté a las 2:30 de la mañana, intenté dormirme, pero después de estar un rato dando vueltas en la cama sin conseguirlo, decidí ir a la cocina a beber agua. Estaba caminando por el pasillo hasta que siento que alguien me toca el hombro. Yo estaba rezando y pidiendo por favor que no fuese algún profesor o algún prefecto, pues me ganaría un buen castigo, cuando me giro, veo a la persona que menos me esperaba.
Fred

-¡Fred! ¡Dios mío que susto me has pegado! ¡Pensaba que eras Snape!-dije yo sobresaltada mientras me ponía una mano en el pecho-

-¿Que haces aquí?¿Estas loca? ¡Mi hermano te puede ver por aquí!-dice el-

-Solo estaba yendo a por un vaso de agua a la cocina, nada más-dije yo un poco más tranquila-

-Bueno, te creo, no pareces la clase de persona que esconde cosas-dijo el con una sonrisa y revolviéndome el pelo-

-Ya... hablando de eso... -dije un poco nerviosa mientras me peinaba el pelo con la mano- tengo que contarte una cosa... pero no puedes decírselo a nadie. Por favor

-Claro pequeña, puedes confiar en mi -dijo Fred para luego medio abrazarme, cuando me abrazó, sentí algo que no había sentido nunca, sentí confianza, cariño, seguridad entre sus brazos, no se, era extraño.

-Emm... recuerdas que dije que mi apellido es Grin no? -dije separándome de él mientras él asentía- Bueno pues... no lo dije completo... -despues de decir eso cabizbaja me quite la lentilla- ... soy una Grindelwald...

Fred me abrazó muy lentamente

-Y... ¿quien más lo sabe? -preguntó él separándose de mi-

-Solo Hermione y tú... -dije-

-¿Y porque no se lo dices a nadie más? -preguntó el curioso-

-Porque me da miedo que se alejen de mi, siempre que se lo digo a alguien me dejan sola, me pase toda mi infancia sola, no tenía amigos, y no quiero que eso me pase ahora-dije yo mientras bajaba la cabeza y una lagrima fugaz amenazaba con salir-

-Pequeña... -me cogió del mentón y levantó mi cabeza para después mírame a los ojos- No sé si otras personas lo harían, pero sabes que yo nunca me alejaría de ti, por nada del mundo-dijo él sonriendo, yo no pude aguantar las ganas de abrazarlo fuertemente y así lo hice-

-Gracias Fred-dije sonriente-

-De nada pequeña-se separó de mi - y ahora - me cogió como un saco de patatas y empezó a andar- hay que ir a dormir antes de que nos pillen -dijo mientras andaba y yo le daba golpes en la espalda mientras reía-

-¡FRED! ¡bájame! -dije entre risas hasta que me bajo pus ya habíamos llegado a la sala común de Slytherin- Bueno, gracias por todo - tímida, le di un beso en la mejilla - Adiós - sonreí-

-De nada pequeña, te veo mañana- dijo con una sonrisa en la cara-

Después de eso, se fue y yo entre en mi sala común. Cuando llegue a la habitación, vi a Pansy dormida y me tiré en la cama sonriente pensando lo que había pasado.
A los 5 minutos me sumergí en un sueño profundo mientras una gran sonrisa surcaba mi cara.

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Ya faltaban 2 meses para Navidad y había hecho muchos amigos, sacaba muy buena nota en los exámenes y me llevaba genial con los gemelos, hago muchas bromas con ellos. Ayer me dormí muy tarde haciendo los deberes, asique cuando me acosté me quede dormida al instante.

-¡T/N! ¡Despierta! ¡Llegamos tarde! ¡Hoy toca clase con Snape a primera hora!-me despertó a Pansy con la voz alzada y meneándome-

Me desperté de un brinco

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡No! ¡Corre Pansy corre! -dije levantándome, ya tenía el uniforme puesto, pues me acosté súper tarde y no me dio tiempo ni a cambiarme-

Cuando llegamos, me olía raro, me olía al perfume de alguien en particular.
Me senté en una mesa con Pansy y en frente mío estaban Hermione, Ron y Harry, me molestaba el olor, asique le dije a Pansy:

-Dios mío, Fred ha decidido que hoy era el mejor día para echarse 3 botes de colonia -dije rodando los ojos, de repente veo como Hermione se gira con los ojos como platos y una sonrisa en la cara y me dice:

-T/N... estamos haciendo amortentia -dice medio riéndose, y de repente veo a Ron y Harry riéndose y indicándome que miré para atrás. Cuando lo hago veo que en la mesa de atrás, estaban sentados nada más y nada menos que ¡Fred y George!