Cap 68

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Pasaron los días y ya quedaban menos para la vuelta al colegio. Mañana todos deberíamos estar a las 11 en la estación de Kings cross para empezar nuestro nuevo año. En el desayuno, nos juntamos todos para comer en la mesa de la cocina:

-Hola, amor - dijo Fred al llegar a mi lado, dejando un beso en mi boca -

Lupin nos miró raro y Sirius solo sonrió con burla mirándonos. Yo me sonrojé, pero saludé a Fred de igual manera. Empezamos a comer, cada uno en una conversación diferente: Molly, Arthur, Bill y Percy hablaban de trabajo, Tonks y Hermione se reían de un chiste que acababa de contar la del pelo morado, Fred, George, Harry, Ron y Ginny hablaban de Quiddich, y yo entablaba una conversación con Sirius y Lupin.

-T/N, he oído que has suspendido pociones - me dijo Lupin, mientras cortaba la carne de su plato -

Yo me sonrojé - Si, ¡pero solo porque el profesor es un idiota! - me defendí -

-No hables así de los prof- Sirius chisteó para que Remus dejase de hablar, mientras él del pelo negro me miraba -

-Espera, espera, espera... ¿quien es el profesor?

-Severus Snape - dije, totalmente confundida -

Y me confundí aún más cuando Sirius se llevó una mano a la boca, muy conmovido. Yo lo miré muy desconcertada, y Remus lo miró incrédulo, pero con una sonrisa en la cara. Sirius me señaló con el dedo índice mientras miraba a Remus emocionado.

-Esta niña es maravillosa - consiguió decir Black. Remus rió, y yo sonreí - Ya se que es muy pronto decirlo, pero te quiero como a una hija, T/N

Solté una carcajada y Remus conmigo. Sirius me empezó a contar que en el colegio, el, Remus y sus otros amigos no se llevaban nada bien con Snape, se odiaban entre sí, y de hecho, le pusieron a Snape apodos como: Snivellius o Quejicus. Yo solo podía reírme de esas anécdotas. Cuando terminamos de desayunar, me subí a la habitación con Fred, quien se había levantado "pronto" a regañadientes, y aún estaba cansado.

-Agh - dijo Fred, a la vez que se tiraba en la cama boca arriba y suspiraba -

-¿Eso es todo? ¿Agh? - me reí de él -

-Estoy demasiado cansado como para decir nada más - subió los hombros, mientras yo gateaba por la cama hasta llegar a su lado y tumbarme con él acurrucados. Fred dejó un beso en mi frente y hundió su cara en mi clavícula -

-¿Quieres que hagamos algo? - propuse -

-¿Y si vamos a Las Tres Escobas? ¿O a Honeydukes? - propuso, levantándose sobre sus codos y mirándome desde muy cerca -

-No creo que me dejen tus padres, Dumbledore les ordenó estrictamente no dejarme salir - le dije yo -

-Pero ya te lo has saltado, ¿recuerdas? Cuando te fuiste a casa de Malfoy de vacaciones. - inquirió con una ceja alzada, acusándome -

Yo me sonrojé. Después de unos segundos asentí, y bajamos los dos a preguntarle a sus padres si podíamos salir.

-Mama - llamo Fred a Molly, y está se asomó desde el salón - T/N y yo vamos a ir a Las Tres Escobas

-No, cariño, no creo que sea buena idea. Dumbledore nos dijo que T/N no debería salir - dijo Molly, y Arthur asintió con la cabeza -

-¿Desde cuándo le hacemos caso a Dumbledore? -replicó Fred indignado-

-He dicho que no, Fred - dijo Molly, algo sería - Lo siento, T/N

-No te preocupes, Molly - dije, y agarre a Fred del brazo para volver a subir a la habitación -

𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora