Cap 50

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                                                                *Narra T/N*

Entre al oscuro y lúgubre laberinto. Las paredes de plantas se cerraron detrás mía, haciendo que la música que se escuchaba claramente segundos antes desapareciera al instante, como si esa sola pared de hierba pudiera haberme aislado del mundo exterior.

Empecé a caminar lentamente con mi varita en alto, dispuesta a hechizar a cualquier cosa o persona que se cruzase en mi camino. 5 minutos después de andar e intentar buscar la copa, alguien se cruzó en mi camino. Apunte a aquella persona con mi varita, pero al ver quien era, la bajé lentamente.

-Soy yo, T/N - dijo Ced con un poco de miedo mientras se acercaba lentamente a mi -

-¡Joder, Cedric! ¡He estado a punto de hechizarte! - me puse una mano en el pecho para notar mi acelerado corazón -

Ced se acercó a mí y me abrazó. Después de unos segundos me separé de Ced, ya que vi a alguien moverse apresurado entre los pasillos del laberinto. Agudice la vista y pude notar que esa persona era Harry.

-¿T/N? - me llamó Ced confundido porque estaba mirando a la nada - ¿Estas bien?

-¡Harry! - grite felizmente mientras corría hacia el. El azabache me miró sonriente y correspondió a mi abrazo -

-¡T/N! -después de abrazarme, empezó a hablar con Cedric -

Me separé de los chicos mientras veía alegremente como hablaban.

-Acércate

Una voz profunda y repetitiva irrumpió en mi cabeza, haciendo que dejase todos mis pensamientos atrás.

-Acércate aquí

Seguí la voz como pude para encontrarme con un muro de hierba. La voz se repetía sin parar por detrás del muro, y cuando eché un ojo, algo por detrás desprendía un bonito brillo azul. Me quede mirando fijamente a la pared, y de mi boca empezaron a salir palabras sin sentido.

                                                          *Narra Cedric*

Estaba hablando con Harry cuando de repente oigo un estruendo proveniente de una de las paredes del laberinto. Mi atención se fijó en T/N, quien estaba parada en frente de la pared mientras susurraba cosas sin sentido.

-T/N... - susurré, pero ella no se dio la vuelta. Harry sin embargo, también fijó su atención en ella -

Otro estruendo.

La pared se había roto, dejando ver que detrás de él se encontraba la copa. Harry y yo nos miramos asombrados y confundidos, y corrimos hacia T/N para ver lo que le había pasado, pero con una nueva preocupación.

-¿Q-Quien lo coge? - preguntó Harry -

-T/N debe, ella lo ha descubierto - dije orgulloso de mi amiga -

-¡No! ¡Cogedlo vosotros! Yo no quiero la gloria eterna - se alejó unos pasos del cáliz mientras Harry nos miraba a todos -

-Lo cogemos todos a la de tres - todos pusimos nuestras manos cerca del cáliz, para que cuando Harry contara, todos ganáramos - 1...

-2...

-¡3!  - todos agarramos el cáliz a la vez, pero en vez de acabarse el torneo, nos trasladamos a una especie de cementerio triste, oscuro y lúgubre -

                                                          *Narra T/N*

Mi cabeza daba vueltas. Cuando por fin pude abrir los ojos, vi que el suelo estaba bastante lejos de nosotros, así que cerré los ojos con fuerza esperando el impacto.
Caí encima de algo muy duro, haciéndome un daño terrible en la espalda; de mi boca salió un grito ahogado al darme cuenta de que mi espalda había chocado con el pico de una piedra. Me levanté como pude y vi que mi entorno no era el de las gradas del torneo.

𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora