Un niño al que no le paraban de salir granos en la cara llamo a George para que le vendiera algún producto más, por lo que el gemelo menor se levantó y se fue con el niño.
Me senté en el regazo de Fred y este me miró con una sonrisa antes de dejar un pequeño beso en mis labios.
-¿Tu también quieres algún producto? - me preguntó divertido -
-No, gracias, me va bien en clase- dije entre risas -
Fred apoyo su barbilla en mi hombro y me abrazó con fuerza, pero luego desgraciadamente me cogió la mano izquierda, en la cual me acababa de hacer la herida. Solté un chisteo de dolor, y aparte la mano inmediatamente cerrando con fuerza los ojos. Fred me miró confundido y me cogió con delicadeza la mano de nuevo, solo para subir la manda y descubrir la enorme herida en forma de frase.
-¿Que coño...? - dijo confundido y a la vez alterado - ¿Que te ha pasado, T/N?
-No es nada - dije más seria de lo previsto, bajando la manga de mi camiseta hasta que tapo la herida -
-¿Como que no es nada? ¡Tienes una puta frase escrita en la mano! - dijo el, pero al ver que se estaba alterando y que eso nunca salía bien, suspiro y me puso una mano en la mejilla, girando mi cabeza hasta que conectamos nuestras miradas. Después, más relajado me preguntó - ¿Que ha pasado, princesa?
-Ha sido el castigo de Umbridge, la nueva profesora de defensa contra las artes oscuras, porque nos ha dicho que no vamos a usar hechizos defensivos en clase, y Harry y ella se han enzarzado en una discusión. Luego ella ha mencionado a Cedric y... he saltado. - le expliqué - Y al parecer este es el castigo.
Le mostré de nuevo mi mano. Fred la cogió con cuidado y paso su pulgar por encima.
-Tenemos que decírselo a Dumbledore -me dijo-
-No - contesté rápidamente - Dumbledore ya tiene demasiadas cosas en la cabeza. Y no quiero darle esa satisfacción a Umbridge
-Venga ya, T/N, esa mujer te está torturando - dijo el - Si los padres se enteraran...
-Ya, pero prácticamente yo no los tengo, ¿recuerdas? - dije -
Fred se quedó en silencio por unos segundos, luego asintió ligeramente con la cabeza y me abrazó con cuidado. Yo le correspondí, agradecida por qué no preguntase más. Después de hablar por unos segundos me despedí de el con un beso y me dirigí hacia Hermione, Harry y Ron.
Harry, quién parecía molesto, recogió todas sus cosas con rapidez y se marchó enfadado. Yo miré confundida a mis dos amigos y cuando me contaron todo lo que había pasado, me quedé pensando en que Harry había estado distante desde que vinimos a Hogwarts.
Esa misma noche, Hermione, Ron, Ginny y yo fuimos juntos a comer al gran comedor, donde nos sentamos en la mesa de Gryffindor. Harry no nos había vuelto a hablar a ninguno en todo el día, así que cuando se acercó a nosotros en silencio le miramos sorprendidos.
-Harry - dijo Hermione, alegre, pero confundida -
-¿Puedo sentarme? - preguntó Harry algo serio -
Hermione, Ron, Ginny y yo sonreímos mientras que el se iba a sentar, pero no le dio casi tiempo cuando oímos mucho barullo proveniente de las escaleras del pasillo. Nos dirigimos hacia allí y vimos que había un montón de alumnos pendientes a la conversación de Umbridge y McGonnagall.
-Perdoneme, profesora, ¿pero que está insinuando exactamente? - preguntó Umbridge con su molesto tono chillón-
-Sencillamente le estoy pidiendo que cuando se trate de mis alumnos ¡cumpla con las prácticas disciplinarias establecidas! - dijo McGonnagall enfadada -
-Sere boba, pero suena como si cuestionase mi autoridad en mi propia clase, Minerva.
-En absoluto, Dolores. ¡Tan solo sus métodos medievales.!
Umbridge parecía ofendida ante lo que había dicho la profesora.
-Lo siento mucho, querida, pero cuestionar mis prácticas es cuestionar al ministerio, y por extensión al mismísimo ministro. - dijo - Soy una mujer transigente, pero si hay algo que no tolero, es la deslealtad.
-Deslealtad - Minerva bajo un escalón mirando a Umbridge con desdén -
-Las cosas en Hogwarts están mucho peor de lo que me temía. Cornelius querrá tomar medidas de inmediato
Dicho esto, se marchó dignamente, desencadenando una semana de horror en Hogwarts.
Cornelius nombró a Umbridge suma inquisitora de Hogwarts, lo que le daba poderes que antes no tenía ni de lejos como profesora, desde expulsar a alumnos, hasta poner leyes estúpidas.
Umbridge se iba paseando de clase en clase evaluando a los profesores y si eran correctos para sus puestos.
Si veía que ibas con el uniforme mal puesto, o te obligaba a ponértelo bien, o directamente sin avisar lo colocaba ella con un hechizo.
No podías usar magia en los descansos, regla que para mí es de las más ilógicas de todas, puesto a que estudiamos en un colegio de magia.
No se podía poner música, ni siquiera escucharla por tu cuenta en lo que ella llama "horas de estudio" pero que viene a ser "absolutamente todo el tiempo que estés fuera de tu habitación"
Y la peor de todas para mí: Chicos y chicas no podrán estar a menos de 5 metros de distancia. ¡5 malditos metros de distancia! ¿¡Como se suponía que iba a verme con Fred!? ¿¡Como se suponía que iba a hablar con mis amigos!? ¡No voy a ser capaz de sobrevivir a 2 clases seguidas sin Draco, Blaise o Theodore.
Lo juro, si Umbridge no me quita la vida de un disgusto, lo haré yo misma.
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𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪
Romance-M-Me perdonas?... -pregunté con vergüenza evitando su mirada- Él se rió tiernamente y sé acercó a mi besándome cortamente en los labios. -Creo que ya sabes la respuesta -respondió con una sonrisa, esa que me causaba tanto en tan poco La historia d...