Cap 24

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En cuanto la horrible clase terminó me dirigí a la sala común de Gryffindor porque Hermione me dijo que la esperase en su habitación. Corrí por los pasillos intentando contener mis lágrimas, pero de vez en cuando alguna se escapaba de mis ojos, aún que las limpiaba rápidamente. Cuando llegué al frente del cuadro de la señora gorda esta me miró extrañada.

-Uh, una Slytherin. Querida, creo que te has equivocado de sala común -dijo con un poco de desprecio. Quite las manos de mi cara y la señora me miró con cara de pena al ver mis ojos hinchados y rojos y las lágrimas corriendo por mis mejillas-

-No me he equivocado -dije con la voz entre cortada y muy bajito- me ha invitado Hermione Granger, tengo la contraseña- le enseñe un papel que saqué de mi bolsillo y ella me miró con compasión. Se quedó callada unos segundos como si se estuviese pensando si dejarme entrar o no-

-Ash, pero dígalo rápido, me despedirían si ven que he dejado pasar a una Slytherin a la sala común de los leones- dijo rodando los ojos, pero en el fondo sintiendo pena por mi-

-Muchas gracias -cogí el papel para leerlo y dije:- "A la nada, es decir, a todo" -La dama gorda abrió la puerta y yo le agradecí rápidamente. Cuando iba a entrar me paré, la miré y le dije:

-Por cierto, canta usted de maravilla -ella se sonrojó y hizo un gesto con la mano indicando modestia, luego me metí en la sala común-

Estaba pasando por el "salón" para dirigirme a la habitación de Hermione cuando de repente en mi mente apareció una imagen de mi padre matando a muggles y sangre sucias. No podía ver otra cosa, no podía andar pero sentí como me caí de rodillas al suelo mientras las lágrimas recorrían mis mejillas como nunca. Pude sentir como alguien me llamaba y tocaba mi hombro, pero no podía moverme ni hacer nada, ni si quiera reconocer quien me había llamado. En un momento la imagen se desvaneció y yo me caí al suelo. La persona de antes me volvió a llamar:

-¿¡T/N!? ¿Que te pasa? ¿Estas bien? -pude reconocer a Fred preocupado mientras me intentaba levantar del suelo. Me ofreció la mano para levantarme y yo la acepté rápidamente. Me aferré a su brazo mientras me llevaba al sofá y empecé a llorar en su hombro mientras él me abrazaba y me acariciaba el pelo cariñosamente.

-T/N, ¿estas bien? - preguntó pero yo no respondí, solo seguí llorando. Oí como alguien entraba en la sala común y no supe quien era hasta que escuché la voz de Hermione-

-¡T/N! Suponía que esto iba a pasar... -dijo acercándose a mi y abrazándome- ¡Ese profesor es... un idiota! - gritó enfadada - ¡Sabe más que nadie que tiene pesadillas y visiones de su padre cada vez que algo le recuerda a él y aún así no hizo nada!

-¿De que estás hablando Hermione? - preguntó Fred confundido, pues no había estado en la clase de DCLAO-

-Moody nos has enseñado las 3 maldiciones imperdonables hoy en clase y ha hecho sufrir mucho a Neville y T/N por sus padres. - explicó ella y Fred abrió los ojos asombrando-

-Yo lo mato - tuvo intenciones de levantarse del sofá, pero yo le agarre de la muñeca y le miré a los ojos rogándole que se quedara. Él suspiró pero me hizo caso; se volvió a sentar en el sofá y me abrazó fuerte mientras yo lloraba -

                                                        * Narra Fred *

Iba a matarlo. Me fui a levantar del sillón para dirigirme a encararlo, pero alguien me agarró de la muñeca tirando otra vez hacia el sofá, haciendo que me sentara otra vez. Pude ver a T/N con una mirada que rogaba que no fuese, que me quedase con ella. Yo suspiré y me senté otra vez mientras la abrazaba y le acariciaba el pelo. ¿Quien podría negarse a esos ojos color océano tan bonitos? Yo seguro que no.

Pasaron unos cuantos minutos y sentí como el agarre de T/N a mi mano se fue aflojando. Levanté la vista hacia su cara y vi que se había quedado dormida mientras una lágrima rebelde corría por su mejilla. Dirigí mi mano a su mejilla y limpie la lágrima con una sonrisa triste. Miré a Hermione.

-¿Que hago? - pregunté y Hermione rió-

-Déjala en mi habitación para que descanse, luego la despertaré - le hice caso. Cogí a T/N en brazos y me dirigí a la habitación de Her. Cuando llegue abrí la puerta como pude y entré mirando bien mis pasos, no quería caerme o tropezarme y despertar a T/N. La dejé con mucho cuidado en la cama y cuando vi que un mechón de su precioso pelo castaño se deslizó por su cara lo aparté con una sonrisa y lo coloqué detrás de su oreja. Ella parecía no darse cuenta de nada, así que suspiré alegre y me dirigí a la puerta para luego decirle:

-Adiós enana - dije mientras sonreía y luego salí de aquella habitación sin que la sonrisa se desvaneciera de mi rostro.

𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora