Luna, Neville, Ginny, Ron y yo corrimos hasta que llegamos al puente del castillo y nos encontramos a Hermione y a Harry corriendo en nuestra dirección.
-¿Como os habéis escapado? - nos preguntó Hermione con una sonrisa a la vez que todos dejábamos de correr -
-Pastillas vomitivas - les explico Ginny a Harry y a Her - No muy agradable.
-Les dije que tenía hambre - explico Ron, entregándoles sus respectivas varitas a sus amigos - Claro que me dijeron que no y se las comieron ellos todas.
-Que astuto, Ron - le dijo Mione sorprendida -
Ron, aunque lo negara, se avergonzó un poco.
-Eso no es novedad.
-¡Fue una pasada! - añadió Neville - Bueno, ¿Cómo vamos a Londres?
Todos miramos expectantes a Harry, pero este se quedó en silencio por unos segundos antes de decir:
-Escuchad, no es que no agradezca todo lo que habéis hecho, pero... Ya os he metido en suficientes líos - dijo, empezando a andar -
-El ejército de Dumbledore se creo para luchar contra quien tú sabes - dijo Neville firmemente - ¿O solo era un juego para ti?
Después de otro pequeño silencio en el que Harry se lo replanteó, Ron habló:
-Tal vez no tengas que hacer esto solo, amigo.
Otro silencio. Esta vez un poco más largo en donde Harry nos observó a todos y cada uno de nosotros, pero al fin dijo:
-Vale, como llegamos a Londres - dijo al fin -
Sonreí la ver que había aceptado a llevarnos con el. Pero habia otro problema: no teníamos con que ir a Londres. O al menos, no hasta que Luna dijo:
-Volando, claro
Todos nos quedamos bastante confundidos hasta que Luna nos llevó al claro en el que estaban los Thestrals. Después de intentar explicarles todo a Ron, Hermione, Ginny y Neville y de volar por un buen rato, llegamos al ministerio de magia.
Empezamos a correr por todos lados y a subirnos a varios ascensores hasta que llegamos al departamento de misterios. El pasillo con el que había soñado y en el cual una serpiente me atacaba en mis sueños, estaba ahora en frente mío, y era tan o más terrorífico de lo que me había imaginado.
-Aqui es - dijo Harry -
Andamos muy lentamente hacia la puerta al final del pasillo, y en cuanto la atravesamos, nos encontramos en un lugar el cual no había visto nunca. Parecía un almacén enorme, con muchas, muchísimas estanterías, todas llenas de bolas de cristal. Todos habíamos sacado nuestras varitas y habíamos conjurado el hechizo "Lumos" para poder ver algo entre toda esa oscuridad.
Comenzamos a andar. No sé qué se supone que deberíamos estar buscando, pero Harry iba contando las filas de las estanterías a medida que íbamos dejándolas atrás. Se detuvo al llegar a la noventa y cinco, pero nosotros nos detuvimos bastante antes.
-Harry - le llamo Neville - A-Ahi pone tu nombre.
El azabache corrió hacia nosotros y, en cuanto vio la bola con su nombre, se aproximó a ella. Extendió la mano y la cogió con cuidado.
Harry se quedó absorto mirando aquella circunferencia, como si le estuviera diciendo algo que nosotros no éramos capaces de oir. Giré la cabeza al oír un ruido extraño, y al ver como unas sombras negras se hacían presente, grite:
-¡Harry!
El azabache se giró. De las sombras apareció una persona vestida de negro, con una capucha cubriendo si cabeza y una máscara tapando su cara. Todos apuntamos nuestra varita hacia el para defendernos por si acaso.
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𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪
Romance-M-Me perdonas?... -pregunté con vergüenza evitando su mirada- Él se rió tiernamente y sé acercó a mi besándome cortamente en los labios. -Creo que ya sabes la respuesta -respondió con una sonrisa, esa que me causaba tanto en tan poco La historia d...