Sentí un dolor indescriptible recorrer todo mi cuerpo. Mi garganta dolía por los gritos de dolor que salían de ella; chille, llore y rogué que me soltaran con todas mis fuerzas, pero a pesar de eso, ella seguía y seguía torturándome. Después de unos minutos de tortura continua, y de que empezase a sangrarme la nariz y las orejas, ella paró.
-No te molestes en gritar, por aquí nunca pasa nadie - y dicho esto, se fue, dejándome sola en esa clase abandonada, todavía atada a la silla -
Así pasaron los días, Carolina venía a traerme un vaso de agua al día y un trozo de pan, aún que se empeñaba en ponérmelo difícil y dejarlo apartado en el suelo para que lo intentase alcanzar cómo pudiese. Todos los días me traía comida una vez, pero no todo podían ser buenas noticias: también, cada vez que me visitaba, me lanzaba varios cruciatus, dejándome apenas sin fuerzas para que no pudiera escapar de allí.
No sabía cuántos días llevaba allí, no podía ver el sol muy bien por las ventanas tapadas con cartones viejos, y al pasarme las horas haciendo nada, no tenía noción del tiempo. La sangre seca que caía de mi nariz, frente u orejas se empezaba a hacer incómoda, pero no podía pensar, solo podía pensar en Fred, y en lo preocupado que debía de estar.
*Narra Fred*
Corrí lo más rápido que pude por los pasillos del colegio, en dirección al despacho de Dumbledore. Hace 4 días que no veo a T/N por ninguna parte, ni en el comedor, ni en clases, ni en el patio, ni en ningún sitio. Pregunté a todos sus amigos, incluido Malfoy, Zabbini y Nott, pero todos me dijeron lo mismo, que no la habían visto desde hace 4 días. Incluso entre en su habitación para ver si se había encerrado ahí como otras veces que le daban bajones, pero no estaba allí. Abrí la puerta del despacho del director sin siquiera tocar a la puerta, y vi a Dumbledore sentado en su silla, mirando en mi dirección.
-Oh, sabía que vendrías, joven Weasley - dijo tranquilamente -
-Siento molestarle, director, pero es urgente - dije respirando fuertemente -
-No se preocupe, Weasley. ¿Que se le ofrece hoy?
-No veo a T/N desde hace 4 días - dije preocupado - La he buscado por todos sitios, pero no la encuentro. No va a clases y sus amigos tampoco la han visto estos días
-Mhm... así que, ¿no encuentra a la joven Grindelwald? - me preguntó. Yo asentí, muy preocupado - Bien, ordenare buscarla, y si no, lo haré yo mismo
-Señor, me preocupa que le pueda haber pasado algo, ¿no podrían empezar a hacer algo ya? - estaba impaciente -
-No se preocupe, Weasley, la encontraremos en menos de lo que usted piensa - asentí con la cabeza y salí del despacho, igual de preocupado, pero con más esperanzas que antes -
*Narra T/N*
Carolina acababa de irse, después de su "agradable" visita diaria. Mi cabeza daba vueltas y dolía muchísimo; me sangraba la nariz y oía un pitido constante en mis oídos. Hoy la visita de Carolina no había sido como las otras; si normalmente sus visitas significaban dolor y sufrimiento a causa de los Cruccios, hoy han significado: dolor, sufrimiento, y puñetazos y patadas. Me dolían las piernas, donde había recibido varías patadas, sentía mi cara arder a causa de los puñetazos, y me dolían las costillas por las dos cosas.
Wow.
Nunca pensé que iba a vivir algo así. Un secuestro en mi propia escuela. Y encima por algo que yo ni siquiera había hecho. Lo único que quería era irme con mis amigos, donde me podrían consolar y dar amor y cariño. No quería estar aquí; ya ni siquiera me quedaban lágrimas para llorar.
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𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕝𝕚𝕣𝕣𝕠𝕛𝕠 - 𝔽𝕣𝕖𝕕 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪
Romance-M-Me perdonas?... -pregunté con vergüenza evitando su mirada- Él se rió tiernamente y sé acercó a mi besándome cortamente en los labios. -Creo que ya sabes la respuesta -respondió con una sonrisa, esa que me causaba tanto en tan poco La historia d...