Capítulo 60: Final

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10 años después...

Un grito desgarrador rompió la paz de GusuLan, los discípulos que se dirigían hacia sus lecturas matutinas detuvieron sus caminos para visualizar al proveedor del chillido. El hombre alto que lloriqueaba y se limpiaba la nariz con la manga de su túnica, estaba abrazando una lápida mientras cruzaba el corredor con la compañía de una silueta blanca.

- Wei Ying... - susurró Lan WangJi en una súplica dulce. – Interrumpirás a los estudiantes.

- ¡Lo lamento, pero es que... es injusto! ¡Tal belleza no merecía morir! Además, nadie aparte de mí llora esta lápida, siento que cuando la veo necesito darle su cuota de lamentos. Ni siquiera tú la visitas, las flores que dejaste ya se estaban secando. – al escuchar tales palabras el ceño de Lan WangJi se frunció – es broma Lan Zhan, estábamos de viaje, incluso si hubieses querido no podrías visitar la tumba de mi cuerpo. – a pesar de sus palabras, notó que Lan WangJi aún parecía sentir culpa, el corazón de Wei WuXian dio un par de brincos mientras se reía al adivinar sus intenciones. - ¿Estás pensando en dejar a alguien a cargo de aquello la próxima vez? Ah, Lan Zhan, Lan Zhan, realmente no es necesario, solo estaba hablando demás como siempre. Por cierto, ¿Cómo conseguiste que pudiésemos colocar mi tumba con las de tu familia?

- Solo pregunté. – contestó con tono ligero, aun así Wei WuXian sabía que para colocar una tumba ajena en el salón ancestral de los Lan, al menos debía requerir una gran discusión con los ancianos.

- Ah, Lan Zhan, realmente no debiste forzar tanto a esos viejos, después de todo yo sigo vivo, ¿Qué pasará cuando muera realmente? ¿Tendré dos tumbas? Definitivamente eso hará que algunos viejos sientan celos.

Lan WangJi no contestó mientras guiaba a Wei WuXian hasta el salón ancestral, el edificio tenía la construcción más grande de La Profundidad de las Nubes, adornado con sutiles campanas de jade a sus afueras, más parecido a un museo que a un cementerio. Wei WuXian le dedicó atención a las tumbas de los líderes antiguos, encendiendo inciensos uno a uno mientras Lan WangJi solo saludaba respetuosamente cada tumba a medida que avanzaban, finalmente llegaron a la habitación de las últimas generaciones, encontrándose allí con las tumbas de los padres de Lan WangJi, Wei WuXian contuvo la respiración.

No solo nunca había estado allí sino que estaba un tanto abrumado por la sencillez y al mismo tiempo elegancia del salón, no es que YunmengJiang no tuviese un salón ancestral rodeado de elegancia y tesoros pero lo que Wei WuXian tenía enfrente eran lápidas de jade, rodeada de campanas espirituales que proveían un descanso tranquilo, por la ventana se podía apreciar un arroyo cuyo sonido solo aumentaba la calidad del aire zen del lugar, el cual olía fuertemente a las flores que rodeaba cada tumba.

- Aquí – señaló Lan WangJi un lugar para establecer las cenizas de Wei WuXian.

- ¿Aquí? – dudó, no imaginaría que su cuerpo descansaría junto a la madre de Lan WangJi - ¿Estás seguro? ¿No las parejas suelen ir por debajo del clan? Además... tu hermano no estará...

- Él lo sugirió.

- Oh... bien. – Wei WuXian acomodó una pequeña caja de sus cenizas dentro del espacio para la tumba, luego iba a colgar la sutil madera que llevaba su nombre, la cual había tallado el mismo, sin embargo Lan WangJi sacó de sus ropas una pieza de jade tallada, la colgó con dedos expertos y luego dio un paso atrás para observar el nombre de Wei WuXian junto al de sus padres, algo pareció brillar en sus ojos, Wei WuXian lo notó de inmediato y tomó su mano.

- Estoy aquí. – susurró mientras le presionaba la mano con un poco de fuerza, luego agregó – y te amo.

Ante aquellas palabras el segundo maestro Lan lo miró y respondió solemne.

Intrínseco 「WangXian」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora