Capítulo 42: Hazaña, Parte 2

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- ¿Por qué estás enojado? – preguntó el quinceañero al pequeño de ojos grandes que permanecía con el ceño fruncido, cuando Wei WuXian se acercó más a él con pasos precavidamente lentos notó que el niño no se alejaba ni parecía desconfiado. – Si no me dices que sucede no podré averiguarlo. - finalmente estuvo lo suficientemente cerca como para tomarlo entre sus brazos, el niño lo miró a los ojos mientras era levantando en el aire y una sonrisa enorme se dibujó en su rostro. - ¿Eso quieres? ¿Atención? – rió, para su sorpresa el niño asintió y movió los labios aunque no salió ni una voz de ellos Wei WuXian creyó entender lo que quería decir.

"Estoy aquí."

- Sé que lo estás – susurró un poco confundido e inseguro del mensaje en esas palabras, entonces el niño volvió a mover los labios en un intento de decir algo y lo repitió dos veces para que el quinceañero confirmara que había adivinado bien.

"Esperé"

- ¿Me esperabas a mí? – el niño asintió sin dudar. Antes de que pudiera decir algo Wen Ning se acercó más y llamó su atención, como si le recordara la situación en la que estaban. – cierto. Por favor pequeño, deja de causar todo este caos y vuelve a ser un amuleto tranquilo. Te llevaré conmigo, ¿De acuerdo?

El niño pareció pensarlo unos instantes antes de finalmente asentir. Miró a los tres en la cueva antes de volver a concentrar su atención en Wei WuXian, entonces le acarició la mejilla cariñosamente como despedida antes de volver a transformarse en un amuleto, dejándose caer como un trozo de roca en las manos de Wei WuXian. El quinceañero lo metió de inmediato dentro de una bolsa de qiankun, donde ya descansaba el amuleto del capullo con las hermanas Dai en él.

Soltó un suspiró aliviado por la batalla que se había evitado, sin embargo no alcanzó a tranquilizarse del todo para cuando la montaña comenzó a temblar con fuerza.

- Mierda.

- ¡Si no está el amuleto la nieve no se sostendrá! – gritó Jin Ling con evidente pánico en la voz.

Las estalactitas que colgaban del tejado de la cueva comenzaron a caer por todos los lugares, y fue en el sur de la cueva que se abrió un muy pequeño agujero sobre el agua. A simple vista era la única opción de escape.

- ¡Señor cadáver feroz! ¡Salga usted primero, lanzaré a Jin Ling y lo ayudará a salir desde afuera, ¿está bien?!

- ¿Y tú? – preguntó Wen Ning.

- Saldré en mi espada, ¡Rápido! ¡Muévanse! – Jin Ling estaba notoriamente en conflicto por su plan, pero no tuvo tiempo de contradecirlo porque fue tomado por las solapas de su túnica y lanzado sin ninguna delicadeza por un muy pequeño agujero. Ya una vez dentro no pudo ver al quinceañero por lo que solo intentó apresurarse en salir para que este saliera después de él. Con dificultad aferró sus manos a la resbaladiza nieve y aunque le ordenó a su espada que lo impulsara, su fatiga espiritual solo hacía de su fuerza algo pobre por lo que de malas ganas, tuvo que aferrarse a la mano del cadáver feroz que intentaba ayudarlo.

Wei WuXian vio los pies de Jin Ling desaparecer y le confió su vida a Suibian, estaba listo para subirse en ella cuando una punzada agónica le cruzo el pecho y lo hizo caer al suelo. Cuando se miró notó que no solo sangraba sino que su túnica se había pegado a su piel, como si algo lo hubiese quemado hasta el punto de chamuscarle la piel sin piedad.

- ¿Qué es esto? – susurró confundido y con un notable miedo en la voz, no podía observar con claridad la imagen de la quemadura pero si se percató de que era un claro símbolo de algo, entonces recordó una cosa, ¿No había sentido olor a quemado desde que caminaba por la nieve con Jin Ling en su espalda? Había pensado que era su imaginación pero ahora se estaba preguntando si esa herida podría haber provenido desde su interior, como si estuviese quemándolo desde las entrañas hasta que finalmente logró exteriorizarse. Eso explicaba el dolor creciendo en su pecho en las últimas horas.

Intrínseco 「WangXian」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora