Capítulo 11: Tacto, Parte 3

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-Estás más callado de lo usual – comentó el adolescente mientras caminaban– Pero supongo que es porque ya no estamos en la montaña. Todos se comportan de manera distinta al salir de allí, nos han enseñado que es por el aire zen que irradia el núcleo de la montaña, éste hace que nuestras mentes se equilibren con más facilidad o calmen nuestras inseguridades de cierta manera. Eso dicen, aunque ya sabes, ni el aire más puro puede con un corazón tan agitado, así que supongo que no sé hasta dónde me afecta a mí - reconoció en voz alta – Pero he visto a Shaymin comportarse mucho más infantil fuera de la montaña y no es como si no fuera suficientemente insoportable el resto del tiempo. Mei Fen es más agresiva, mientras que la Maestra BaoShan es mucho más seria y callada. Supongo que como ambos son introvertidos les afecta de manera similar– Wei WuXian lo miró con cierto brillo en los ojos - Sabes Lan Zhan...

- ¿Mm?

- Creo que la gente introvertida es la más inteligente.

- ¿Por qué lo dices? – Lan WangJi pestañó un poco sorprendido.

-Porque lo he visto, las pocas veces que la gente introvertida deja ver más sobre sus pensamientos o emociones, estos o son muy interesantes y peculiares, o son muy intensos. Mi maestra es sumamente inteligente, he visto el tipo de libros que conserva y sus investigaciones son realmente sorprendentes. No me cabe duda de que también debes serlo tú– aunque lo dijo completamente impulsado por su admiración en sueños, no dejaba de ser cierto. Las orejas de Lan WangJi se pusieron rojas debajo de su cabello, y aunque él pensó en protestar, finalmente prefirió no hacerlo.

- Llegamos – dijo de pronto. Wei WuXian notó que estaban en frente de un gran edificio con estatuas inmensas en frente de sí

– ¿Qué es esto?

- Torre de vigilancia.

- ¿Eh? Pensé que luego de la caída de la secta QishanWen ya no existían.

- LanlingJin.

- Pero esta zona no pertenece a LanlingJin, esta al extremo de Yunnan y bastante lejos de Yunmeng pero sigue perteneciendo a la secta YunmengJian– Lan WangJi lo miró.

- Debes estudiar más – acotó, sacándole una fuerte carcajada a Wei WuXian.

- Maestra me dijo lo mismo por la mañana, creo que sí he descuidado mis estudios... Si quiero salir de la montaña alguna vez creo que deberé ponerme al día – en cuanto escuchó lo que dijo se tapó la boca. Lan WangJi también lo miró sorprendido – Por favor, finge que no escuchaste nada – dijo rápidamente adelantando al más alto para entrar.

Dentro de la torre de vigilancia había una pequeña sala de correos, Lan WangJi habló con uno de los administrativos del lugar y envió una mariposa mensajera hasta GusuLan. Cuando todo había terminado se pusieron de pie para irse. Wei WuXian no entendió porque el segundo maestro Lan parecía incómodo y con prisa dentro del lugar, le pidió sentarse en donde nadie lo viera y esperar sin moverse de allí, y si no hubiera sido porque Lan WangJi lo vigilaba desde donde estaba, probablemente sí se hubiera escapado. Almorzaron, caminaron por el lugar, y rodearon el pueblo hasta llegar al lago. Durante todo el tiempo Wei WuXian no dejó de hablar.

- Entonces el hombre gordo le dijo a Mei Fen que la única razón por la que parecía mujer era porque tenía pechos y eso no le impediría golpearla si quisiera, y ella le respondió: ¡Pero si tienes más tetas que yo! Y el hombre se lanzó para golpearla. Obviamente ella lo esquivó, hasta que luego de no más de un par de segundos el gordo realmente estaba muy cansado, entonces Mei Fen le dio una nalgada en el acolchado trasero para que se acordara de ella ¡Y tuvimos que correr de allí mientras nos reíamos! Pero la maestra se enteró. El anciano que nos regala las verduras estaba muy enfadado porque golpearon a su hijo, así que la maestra BaoShan no permitió que Mei Fen volviera a ir con nosotros para recoger verduras y solo pudimos comenzar a ir con Jie Ming, quien es bastante amigable pero no es tan divertido. Mei estuvo castigada por dos meses completos por no saber darnos el ejemplo... La maestra es muy mala cuando se trata de dar castigos, la encerró en un lugar rodeado de arañas y no hay cosa a la que ella le tema más. Por suerte no hay perros en la montaña o estoy seguro que ya me hubiera castigado de esa forma a mí.

Intrínseco 「WangXian」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora