Capítulo 41: Hazaña, Parte 1

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Pasado. En la Profundidad de las Nubes.-


Mei Fen estaba de pie en el último escalón de la entrada a GusuLan, solo se detuvo un momento por respeto a su maestra, no es que ella se fuera a detener o dar la vuelta ya estando allí, pero al menos le podría decir a BaoShan SanRen que sí se detuvo a pensar antes de actuar. Pasados dos minutos dio un paso adelante, rompiendo a su alrededor la barrera de protección de la entrada y posiblemente alertando a todo Lan que tuviera una ficha de primer nivel. No le importó, estaba demasiado enojada para preocuparse por los detalles.

GusuLan se veía como ella lo recordaba desde una centena de años atrás, sin embargo había pequeños detalles distintos, como cierto árbol de gencianas que cubría el jardín principal cuyo espacio estaba siendo usado por un tierno tronco mucho más joven, ella lo notó y le pareció curioso cómo el mismo lema de justicia que predicaba dicha secta era parte de un pasado que se había quemado junto aquel gran y viejo árbol de gencianas.

"La guerra les astilló los principios."


Paso a paso, su enfado se reducía a nada más que frustración mientras caminaba tranquilamente por el lugar, su esmeralda yacía desatada y guardada entre sus ropas, delatando así todo su poder de cultivación lo que debía ser suficiente para alejar a cualquier discípulo atrevido.

Se detuvo en frente del salón donde podía diferenciar la presencia de un cultivo conocido.

Lan Qiren alertado por los discípulos abrió la puerta del salón con su espada en la mano.

Notoriamente sorprendido por la figura de blanco uniforme, pequeña estatura, ojos penetrantes, ceño fruncido y despeinado cabello, solo pudo quedarse quieto contemplando mientras su mente parecía recordarle la cortesía atrapada en su garganta.

Mei Fen lo miró, no como se miraría a un viejo amigo o a alguien a quien se le guarda un mínimo de aprecio, ella lo miró como si hubiera sido profundamente decepcionada, con un corazón amargo y ojos que prometían tomar medidas de ser necesario.

- No. – le respondió a una pregunta silenciosa – No es una visita de cortesía.


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Los discípulos se preguntaban quién podía ser la mujer que había ocasionado que Lan Qiren no pudiese decir palabra alguna, más cuando en silencio le indicó que lo siguiera, llevándola a la sala de reuniones y abandonando la clase sin dar explicación a sus alumnos.

Los discípulos podían decir que eran días extraños. El segundo maestro Lan había sido severamente castigado con el látigo de disciplina tan solo meses atrás y desde entonces estaba recluido, su ausencia era notoria debido a la gran cantidad de ayuda que se requería de la secta y a falta del mejor cultivador que cubría todos esos casos, los menores se hacían cargo cómo podían. La muerte del Patriarca Yiling se suponía debía llevarles felicidad pero por el contrario aún llevaban el duelo de la gran cantidad de cultivadores perdidos en la batalla. Primero, los asesinados por un cadáver feroz supuestamente consciente que perdió la cordura, después los asesinados en la Ciudad Sin Noche y finalmente las perdidas en el asedio de los Túmulos Funerarios, como si todo eso fuera poco, la reclusión del intocable HanGuangJun y el exceso de actividades que había traído con ello ahora eran responsabilidades que recaían en un muy ocupado líder de secta. Por su lado Lan Qiren parecía haber envejecido diez años y otros diez en el momento en que sus ojos se toparon con los de esa misteriosa mujer con gran cultivación.

Intrínseco 「WangXian」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora