𝗢2; 𝗧𝘂 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗲𝘀 𝗔𝘀𝘁𝗿𝗶𝗱.

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Hablaban y hablaban, por más que así fuera el no sabía su nombre, sabía el de la pandilla completa, menos el de ella. Había escuchado a su padre hablar con el de ella unas cuantas veces, había escuchado el nombre de la rubia en esta ocasión, a pesar de tener 7 años y que su pandilla lo viera como débil, tenía la confianza de ellos.

~Tu nombre es Astrid, ¿no?

Pregunto con dulzura en su voz, eran muy niños como para entender que le gustaba, pero bueno. La niña de dos trenzas y ojos azules lo miro con una leve sonrisa en su rostro, cualquiera diría que si Hipo se enamora de ella, con esa desdentada sonrisa y esos ojos azules, el muchacho ya se hubiera derretido ante ella. Pero muy en el fondo del castaño, así era, se derretia por esa sonrisa y ojos.

~Así es Hipo.

La niña de dos trenzas le dio un suave golpe en el hombro, el niño solto una leve risa, el juraba que más adelante la amaría como loco, pero nunca sabía lo que pasaría.

~¿Co-Como sabes mí nombre?

Pregunto nervioso sobandose el hombro, aunque fue un golpe suave al el le dolió un poco.

~Todo el pueblo lo sabe, después de todo, eres el hijo del jefe, por lo cual eres mí futuro líder.

Fingió emoción ante eso, Hipo razco su nuca no tan feliz con eso, pero bueno, era lo que significaba llevar el legado Abadejo, ser el líder de su generación, la más necia.

~Ah, cierto.. Pero aún faltan más de 10 años para que eso suceda.

La rubia miro con atención al castaño, quien apenas la miraba después de recordarle su tan ‘amado’ legado, pero en fin.

~Oye, no te desanimes, te voy ayudar en todo lo que necesites cuando eso pase, ¡lo prometo!

Era bien conocido que las familias fundadoras eran las que mejor cumplian su palabra, de una u otra manera pero siempre cumplían. La joven Hofferson alzó su mano en señal de promesa, Hipo sonrió suavemente viendola, y nuevamente jurarian que si fueran más mayores y se amaran mutuamente, Astrid se hubiera derretido con esa sonrisa.

~Gracias Astrid.

Ambos se despidieron ya que el padre de cada uno los llamaba para dormir, ella no dejaba se pensar en el, pensaba en como sería su futuro con el y nadie más que el.

𝘾𝙖𝙨𝙩𝙡𝙚 𝙊𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙞𝙡𝙡. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora