2𝗢; 𝗣𝗮𝘁𝗮𝗱𝗮𝘀.

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Y sus sospechas eran un poco ciertas, Astrid estaba embarazada, tenía poco tiempo, el pueblo lo sabía, y parecían que se iban a morir cada vez que veían a Astrid levantando o llevando algo en sus brazos, Hipo la regañaba cada vez que ella cargaba un arma insistiendo en que no pasaba nada, pero con lo sobreprotector que es Hipo, es como si se le rompiera el útero o algo así.

~Quieta.

~No.

~Astrid por favor, tú te vas hacer daño si sigues haciendo de todo. ¡Incluso la Señora Parker me golpeo con su tela de puas por ser irresponsable!

Se quejo el castaño sobando su brazo derecho recordando aquel golpe, no le había reprochado a Astrid sus acciones hasta ese momento que se fijo de la fuerza que la joven hacía al cargar todas las cajas y ajá.

~El vientre no es tuyo, Hipo, conozco mís límites, hasta cierto punto puedo hacer lo que hago y lo conozco más que nadie.

La ojiazul tomo con delicadeza las manos del ojiverde, su vientre estaba levemente inflamado dando a conocer la presencia del bebé dentro, ella planto un suave beso en los labios de Hipo para irse a cumplir ses deberes, Hipo imito la acción, llegó al gran salón donde se encontraba una familia, listos para bautizar a una niña.

~¿Como se llamará?

~Hellen.

El joven tomo con delicadeza a la bebé, con su mano izquierda tomo una pequeña taza con agua, Astrid miraba a lo lejos como el instinto paternal de Hipo salía a la luz, aunque el no se diera cuenta de la presencia de su esposa ni de que su instinto paternal saliera, continuó con sus cosas.

~Pequeña Hellen Parker, bienvenida a la tribu de los Gamberos peludos.

Echo un poco de agua en la frente de la niña, para luego entregársela a sus padres, Hipo seco con suavidad la cabeza de la niña para irse de ahí, ambos jefes continuaron con lo suyo. En la noche a punto de dormir, Astrid sintió algo raro, como si alguien se moviera dentro de ella en lo que se ponía una camiseta de Hipo.

~Hipo..

~¿Si My Lady?

Pregunto desde el baño secandose el cabello, estaba tranquilo, ya que por fin podía pasar tiempo con su amada.

~El bebé hizo algo.

~¿Uh?

La atención de Hipo fue llamada al escuchar eso, dejo la toalla en la ventana para luego ir con su esposa quien parecía aterrada, puso su mano en el vientre de la rubia sintiendo el movimiento de su hijo o hija, sonrió suavemente besando con suavidad a su mujer.

~Se mueve.. Astrid se esta moviendo.

Dijo con emoción, su esposa solto una leve risa asintiendo, ambos se fueron a dormir sintiendo el movimiento suave de su bebé, quien parecía querer competir entre el amor de sus padres.

𝘾𝙖𝙨𝙩𝙡𝙚 𝙊𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙞𝙡𝙡. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora