𝗢4; 𝗘𝘀𝗼 𝗱𝗼𝗹𝗶𝗼.

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A la mañana siguiente nuestra amada pareja se encontraba en combate cuerpo a cuerpo, le ponían cada pedazo de su fuerza, vikingos miraban como esa no pareja se peleaba básicamente a muerte, el pueblo miraba como entrenaban con fuerza, estaban sucios y sudados, el pueblo miraba con atención a los dos al igual que los dragones.

~¡Hey, cuidado con el cabello!

Se quejo Hipo, ambos estaban cansados, pero no podían parar, el nadder empezo a lanzar sus espinas hacía ellos, unos se iban al ver que una espina casí le da a Astrid en la cabeza, ya que esta lo tenía sometido, la pandilla básicamente rogaba por la vida de Hipo, Astrid sin dejar de someter a Hipo esquivaba, ni de chiste iba a matarlo.

~Lo siento, pero mi dragón nos esta desparando, después vendra Chicuelo y los demás, queda poca gente, solo aguanta.

~Tu sudor esta cayendo en el mío, hay un acha básicamente en mí cuello, y mís manos estan mas que atadas con tus manos, además estoy que me orino.

Se quejo, ella no pudo evitar soltar una risa, los demás dragones le dispararon a la pareja, Hipo se libero de Astrid dando terminada la batalla, quedaron en el lugar unas 10 o menos personas, se encargaron de tomar agua y evitar morir para la siguiente.

~Odio ser ave de mal agüero chicos, pero esto es demasiado para nosotros, para los cazadores, incluso los dragones.

~Patapez, lo mejor que podras ver en esta vida es a Astrid e Hipo peleando cuerpo a cuerpo, disfrutalo.

Astrid asesino a Patán con la mirada, Tilda y Tacio estaban emocionados por ser los siguientes.

~Bien, seguimos en los barcos Patán.

La mirada de Patapez se posó en la de Patán, ellos eran los últimos en entrenar, y después de eso entrenaban todos juntos, una tortura ya que siempre entrenaban lejos de Berk. Ya en los barcos tenían que hacer combate cuerpo a cuerpo en el aire disparando a los barcos, el que caía perdía y todo su plan a la basura. Volviendo con ellos, Patán y Patapez se daban buenos madrazos, después de un corto rato acabaron casí que desmayados, y eso que fue poco tiempo a diferencia de Hiccistrid.

~No volvere a entrenar en una semana.

Se quejo Patán, como raro era el único que se quejaba, nuestra no pareja rodaron los ojos, estaban sucios, despeinados, sudados y con sangre por sus caras, manos y brazos, mientras que Patapez y Patán parecían recién bañados, solo tenían sus cabellos mojados.

~Fueron cinco minutos a comparación de dos horas, deja de ser un chilletas.

Regaño Brutacio riendose de el, caminaron nuevamente a la arena, si caminaron teniendo dragones en fin, tomaron unas lanzas con pintura, subieron al cielo para empezar a dispararse entre sí, y a esquivar. Cunplieron su propósito. Solo quedaron 3 personas, y eso fue al anochecer, apestaban para cuando llegaron al gran salón.

~Eso dolió.

Se quejaron al coro, tronaron sus huesos con dolor, estaban alejados de la mayoría de ahí, ya que nadie quería cenar al lado de 6 adolescentes con las hormonas por el Valhalla y oliendo a pescado podrido, los muchachos repitieron dos veces, solo querían llegar a sus casas, bañarse y dormir. Apenas podian con su vida, claro antes de irse cada quien a linpiarse, ocurrió el tan amado golpe-beso de Astrid.

~Esto.

Lo golpeo con sus pocas fuerzas, ya era un echo que no verian a ningún jinete en la mañana, más desayuno.

~Por hacerme tenerte sometido por dos horas, y esto.

Lo beso suavemente, beso que mostraba las emociones de ambos, rápidamente fue correspondido.

~Por hacer que Patán casí caiga de Colmillo.

El solto una risa despidiendose de su amada en secreto, y así finalizaron su jodido día de evadir ser maestros de más jinetes, que consideraban innecesarios.

𝘾𝙖𝙨𝙩𝙡𝙚 𝙊𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙞𝙡𝙡. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora