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— ¡Qué dos! —suspiró Anne indulgente—. ¡Cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que estáis locos el uno por el otro! Pero si hay electricidad en el ambiente... Bueno, si no les importa que les interrumpa un par de minutos, ¿te importa decirme cómo te encuentras?.

— ¡Como si hubiera estado pegándome con Tyson! —respondió él de broma. Aunque todos rieron, ella vio cómo el cansancio empezaba a hacerse notar en su rostro.

Estaba intentando disimular el dolor, pero su expresión dejaba claro que lo sentía. Marco puso la mano en el hombro de su hijo.

—Tú sigue luchando, hijo. Y no te preocupes. Mañana traeré una navaja de afeitar.

—Gracias, papá.

— ¿Te ha cuidado bien aria mientras estábamos fuera? —preguntó Anne mientras colocaba innecesariamente las sábanas. Bruno tomó la mano de su madre.

— ¡Déjalo, mamá!  —dijo con tono de irritación, debido al dolor que debía de estar sintiendo. Sus padres parecían perplejos.

—  lo siento cariño ¿ te duele algo? —Anne preguntó alarmada .

¿Qué más podía ir mal? tal vez era hora de irme 

Ella tomó el jarrón y lo llevó a la mesita al lado de la cama.

—creo que es hora de irme  —dijo con sorprendente sangre fría. Dejó el jarrón sobre la mesita y dio un par de pasos hacia atrás para admirarlo. Tenía el corazón acelerado cuando se cruzó de brazos y dirigió su mirada hacia él.

— ¿por que tan pronto?.

¿Por qué? Buena pregunta. Ella se encogió de hombros.

—Creí que te gustaría estar mas tiempo con tus padres—mintió ella alegremente. ¿Qué otra cosa podía decir? No la sorprendió que él la mirara atónito.

—No creo que sea necesario que te vayas total pronto serás mi esposa

Aria se mordió los labios mientras se daba la vuelta para que él no viera que se había sonrojado. Un sonrojo que sintió al comprobar que ella, Aria Lombardi, podía desconcertar a un hombre como Eliot Hutch. Se quedó hasta que por fin Eliot empezó a dormirse, exhausto por el esfuerzo que requería mantener una conversación.

De camino a casa, entró a comprar algo de comida. Se sentía ligera y feliz por su recién descubierto poder. Así, lo que normalmente era una tarea pesada se convirtió en algo divertido hasta que, de repente, su burbuja se rompió.

¿Pero qué demonios estaba haciendo ella flirteando con Hutch? Él respondía porque pensaba que era Andy. La alegría que había sentido durante un corto período de tiempo se desvaneció ante la cruda realidad. Se había enamorado del prometido de su hermana y no había ningún futuro para ella en esa relación.

Uno de estos días tendría que decirle la verdad y, cuando Eliot descubriera lo que había hecho Andy, las odiaría a las dos y esta no podría culparlo. Aunque no tuviera ninguna razón para odiarla a ella, tampoco la había para que la quisiera.

Ella podía estar enamorada de él, pero él no lo estaba de ella. Se sentía atraído, pero eso era algo muy diferente. La verdad fue como una ducha de agua fría y se dio cuenta de que se había estado portando como una tonta. No había usado la cabeza y ahora tendría que recoger las piezas de su corazón roto. No podía esconder que se sentía atraída por él, pero podía asegurarse de que él no supiera que había habido algo más que eso. Era el momento de limitar el daño. Por su propio bien, debía hacer lo que se había dicho a sí misma antes, conservar la cabeza fría y mantener las distancias.

No te pongas tonta Aria! !

el prometido de mi hermana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora