La tarjeta de San Valentín

Cap. 7 La confesión

Cap. 7 La confesión

Un sueño reparador y una gran motivación es más que suficiente para que cualquiera desee despertarse con la salida del sol.

Y efectivamente Oscar esta lleno de energía, se sentía renovado con ese semblante, hasta el sol cuando lo miro lo saludo con mas respeto, la pura presencia de Oscar imponía presencia.

O al menos eso se imaginaba Oscar si bien la mitad ya era exageración propia, era notable que se sentía con ganas de hacer cosas que antes evitaría, hoy se sentía intrépido.

Si, hoy era ese día en el que Oscar diaria el primer paso y no esperaría a que le dieran la mano. Y todo gracias a su mejor amiga erizo, Oscar se sentía tan afortunado de tenerla a su lado, todo este tiempo cuidándolo, ahora ya podría decir con gusto que es esa hermana que siempre lo empujo hasta que lograra sus metas.

—debo confesarle todo hoy mismo, no volveré a perder mas el tiempo —se decía a si mismo Oscar.

No quería seguir durmiendo, decidió salir a trotar, dejo una nota a Erizo quien aún estaba dormida.

Ya había recorrido un buen tramo de camino, y apenas estaba entrando en calor volteo su mirada al sol y le animaba.

—vamos sol tú puedes, más ánimos, elévate que hoy es un gran día— le gritaba Oscar eufórico al sol, si que estaba emocionado, no tenía la condición de un atleta y rápido se derrumbó en la playa, tratando de recuperar el aliento.

Para su sorpresa se encontró con Alice en su carrera matutina.

— Buenos días Oscar que sorpresa— Mientras seguía trotando en su lugar —Es la primera vez que te veo tan temprano a que se debe el honor —Alice se puso hacer flexiones en la playa, algunas sentadillas y otros ejercicios mientras continuaba la plática.

Oscar en su yo lleno de confianza sabia que podría contarle todo a Alice, hacía semanas era su ayudante con pociones, encargos y otras cosas de brujas, desde que había enfermado noto que Oscar podría convertirse en un gran asistente, sin la necesidad de estar manipulado por la magia y en el proceso ya tenia una gran amistad con Alice, si bien Erizo era su hermana mayor, Alice seria su hermano, mas o menos así lo percibió Oscar.

Alice escucho toda su historia y que estaba decidido a declarar su admiración a su amada.

Alice se detuvo y se sentó en la playa de golpe y tomo el hombro de Oscar con una mano y levanto el pulgar de la otra en señal de aprobación, Estaba contenta por el muchacho.

— Mi pequeño hermano hoy tienes mi bendición, ve y derrite ese corazón frio como el hielo.

En medio de su drama se puso a pensar y con voz seria y su expresión digna de un padre orgulloso le contesto

— Hijo mío, admiro tu valor estas apunto de navegar por aguas turbulentas, pero debo advertirte, estas a punto de enfrentarte a un desafió que hasta los más valientes han sucumbido. —exclamo Alice portando ahora un traje de capitán — Pero no te preocupes yo te enseñare a domar a la bestia.

Usando su varita invoco un estrado y un gran pizarrón y comenzó su magistral discurso, Oscar tomo todo tipo de notas dispuesto de aprender de la mejor, al menos era la percepción de Oscar.

Tuvo un breve receso de 15 min, tomaron un refrigerio y Alice el conferencista continuo con lo que sería un simposio de 3 días con sesiones de práctica, al final Oscar recibió un diploma certificándolo como participante de la conferencia con valor académico.

Claro con la magia de Alice, finalizaron antes de que terminaran los desayunos de la cafetería. Se encontró con erizo y se pusieron a charlar, se disculpo por dejarla sola pero no quería despertarla.

—Erizo necesito hablar contigo, es muy importante y te lo quiero confiar todo, que si no fuera por ti nunca habría tenido el valor de hacerlo— Oscar le decía a Erizo mientras sostenía sus manos y la miraba fijamente.

Erizo, por poco no logra ocultar su emoción por esa escena, se sentía soñada, literal ya estaba planeando el día de su boda, decidió respetar el esfuerzo de Oscar, sabía que valdría la pena la espera, y no quería arruinar todo el esfuerzo que estaba dedicando el joven Elefante.

– Esa poción de valor que le di está rindiendo sus frutos —Pensaba erizo, —me puedo acostumbrar a este nuevo Oscar–

Un poco mas tarde Erizo y Oscar descansaban a la orilla del lago, un suceso importante estaba por ocurrir.

Oscar tomo una fuerte respiración y comenzó su discurso —Erizo lo que te voy a contar es muy importante para mí, te lo digo solo a ti por que no solo eres mi mejor amiga, eres como una hermana, no más que una hermana—

—gracias Oscar—A Erizo no le comenzó a gustar como sonaba eso ultimo.

Ayer cuando me dejaste esa revista y en esa sección en particular logre entender tu mensaje. —Afirmo Oscar

— O la revista, te diste cuenta—Erizo se puso un poco nerviosa y emocionada a la vez con esa línea.

Me di cuenta que tu lo que quieres es que seamos solo amigos, los mejores, pero nada más que eso —Comenzó Oscar sin detener su afirmación—

Oscar espera no es— Erizo intento detener el rumbo de la plática, pero Oscar continuo sin dudar una sola palabra.

Erizo me confesé más de 2 veces, la primera por temor a morir la segunda nacido de mi y la tercera no la quiero recordar y en ellas siempre me diste a entender que solo podríamos ser amigos y claro lo acepte y aquí estamos. Siempre nos vamos apoyar, incluso cuando te le declaraste a Max, yo estaba feliz y tenias todo mi apoyo Erizo. —Se pauso un momento y volvió la mirada hacia Erizo, se sentía tan bien dejar esa carga.

Oscar continuo —Erizo nunca pensé tendría el coraje de decirlo, me costo tanto pero tu me diste el valor y por eso mismo, mi mejor amiga de todo el mundo— Oscar abrazaba a Erizo— Creo que estoy enamorado de una chica, están increíble, segura de si misma, parece mala persona pero es de gran corazón.

Erizo tenía el corazón roto, quería hablar o decir algo, incluso llorar pero solo pudo decirle a Oscar —felicidades—  ella respondió instintivamente sin ninguna emoción. no tenia el suficiente valor para lidiar con tantas revelaciones, se levanto y se fue rápido del lugar dejando a un Oscar preocupado.

Erizo quería gritar, o justificarse, pero las palabras de Oscar la golpearon, la pena y la vergüenza la invadían,

Ella lo había rechazado, le había roto su corazón 3 veces seguidas y seguía ahí para ella, porque fue tan ciega — No, esto se arregla y rápido antes que esto se complique— exclamaba Erizo mientras iba a la cabaña de Betsy su mentora, ella sabía que esa poción que le dio a Oscar era la culpable, si le dio valor, pero no quería ese resultado, Erizo quería un Oscar más valiente que fuera intrépido y en sus aventuras la protegería —Erizo derramo una lagrima —Por que fui tan ciega, tan estúpida —no podía dejar de lamentarse.