Cap 16. Mis grandes amigas.

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Para la mayoría de los campistas las brujas y su magia lo ven como algo inofensivo e incluso divertido o al menos es lo que las consejeras intentan mostrarles a los campistas.

Pero como todo en este mundo cualquier distracción puede terminar en algún accidente y eso lo reafirmaron 3 brujitas que están en lo que parece ser un hospital poco conocido.

La primera, Betsy quien físicamente no estaba lastimada, emocionalmente no podía ver a los ojos de su amiga Susie, cada vez que lo intentaba pensamientos pecaminosos y una cara roja evitaba que entablará una plática con Susie, por ahora tendrá que esperar para platicarlo con Alice más tarde.

La segunda era una gata mal humorada, la conocen como Susie, pero hoy estaba mas de malas de lo normal, pues tenía una pierna enyesada.

—¡Por qué carajos tengo un yeso y por que no puedo curarla con magia! — expreso una muy malhumorada gata; quien hasta después de una hora dejo de gimotear y solo quedo con una cara fruncida.

La tercera y que estaba en peores condiciones era Alice quien parecía estar momificada, con las extremidades enyesadas, un ojo parchado, una maquina de oxigeno y un lector cardiaco sonando con ese peculiar pitido.

Un grupo de médicos, entre los que estaba un alíen, un par de elfos y un yeti discutían las circunstancias de tan curiosa situación. Ya tenían la respuesta, pero esperaron a que la bruja se calmara, digamos ya tenia fama de ser algo agresiva cuando esta de malas.

Al final decidieron dejarle los resultados a Betsy que ella se las arregle que a fin de cuentas era su amiga.

—Bueno tenemos buenas y malas noticias— alego Betsy — La mala es que tu magia no funciona en ti misma pues parece que hay magia de alguien mas en ti que está interfiriendo de alguna manera— termino evitando mirar a su amiga.

No termino de leer cuando Susie del mismo coraje hizo temblar la clínica, incluso algunos objetos cayeron al suelo. —Acaso estas insinuando que alguien mas uso su magia en mi contra— Alego gritando Susie.

Con un gran suspiro trato de calmarse y volteo a ver a su amiga —Alice tienes algo que ver con este lio mágico—

Pasaron los segundos y no respondía, solo se veía como el monitor cardiaco palpitaba mas y mas lentamente hasta que un pitido inundo el cuarto del hospital.

Susie enojada tomo una bacinica que estaba junto a su cama y la arrojo y golpeo la cabeza de Alice

—Auuuu!!— Se quejo lastimosamente Alice, —espero esa bacinica este limpia— Como si nada se levanta de su cama y se quita los yesos como si estos fueran hechos de papel higiénico.

—Ustedes ya no dejan que una se divierta— termina quitándose el parche y usando su magia vuelve a su vestimenta cotidiana.

Sin mas ceremonia, va y usa su varita en Susie —Contenta ya te retiré 33 embrujos 57 maldiciones— Alice estaba de malas. — este hedor— Alice se acerca demasiado a Susie y comienza a olfatear el pelaje de su amiga.

—¡Aléjate, que crees que haces! — Susie en vano trataba de alejar a su amiga quien más parecía un perro buscando alguna evidencia criminal.

Tras unos segundos de incomoda intromisión de su espacio personal, Alice se aleja un poco comienza a derramar lágrimas sobreactuadas fingiendo todo un drama —¡haaaa! ¡Pensaba que éramos amigas, porque nos engañas con otra!

¿POR QUEEEE? —Su actuación era digna de alago— dime quien esa bruja que la estas dejando que te lance hechizos, y no somos nosotras, tus mejores amigas.

Susie no aguanto mas y le soltó un puñetazo en la cara que mando a volar a su amiga —! que estas insinuando, sabes que no hay más brujas en el área, al menos no tan poderosas como nosotras, y que significan esos 33 embrujos y 57 maldiciones! —Susie termino con cara molesta de no poder desquitarse mas por su incapacidad de moverse.

Alice, se levanto como si nada y corrió a abrazar y consolar a su amiga —Yaaa shhhh, shhh, tranquila, tu descansa nosotras te cuidaremos es triste verte tan débil—acariciando su cabello trato de consolar a su pobre amiga.

Susie no tuvo mas que rendirse y calmarse, eso o Alice no dejaría de apapacharla en toda la tarde.

Betsy, seguía hundida en sus pensamientos, ósea las pruebas eran claras, Susie era muy resistente a la magia externa, solo le afectaría algo si lo recibía de forma voluntaria, incluso recordó el incidente de Halloween y la farsa que tuvo que seguir con el fin de alentar a Erizo, gotas de sudor comenzaban a formarse en su frente, pero lo último que escucho la dejo petrificada

Alice, freno su drama en corto y puso una sonrisa de par en par — ¡AAAAhhhh! —Grito Alice alertando a todo el mundo, incluyendo el personal del hospital — ¡Estas embarazada ¡—Alice comenzó a tirar una lluvia de confeti en toda la sala medica— ¡Voy a ser Tía! , ¡Voy a ser Tia!, ¡Voy a ser Tia!— cantaba victoriosa.

Betsy tenia la cara de consternación, no hacia mas que mirar al suelo... Betsy .exe no responde.

Tras unos segundos de reinicio, saco un block de notas y comenzó a planear la boda de Susie, ella venia de una familia muy tradicional y para ella era lo mas correcto, los detalles se afinarán en el proceso.

Dicen que los chismes se corren como la pólvora, en este caso no paso ni siquiera un minuto había pasado y era ya de conocimiento de toda la isla.

Susie volteo a ver a Betsy con esa cara de preocupación, era evidente que estaba en un pozo de desesperación; el caos de los encargados del hospital y a su amiga Alice quien ya estaba comparando trajecitos de bebe.

Susie no aguanto más y soltó la más grande carcajada que había tenido en su vida, estaba tan contenta de tener unas amigas así para alegrar su día.

Betsy y Alice, quienes actuaban en serio solo se quedaron con caras consternadas en lo que Susie se reía a carcajadas —La hemos roto— pensaron en unisonó.

La tarjeta de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora