La tarjeta de San Valentín

Cap 6 No todo sale como lo planeamos.

Erizo se encontraba en una caminata de relajación y meditación personal, en otras palabras, estaba planeando como seria su futuro brillante y estaba claro lo que quería y en esta ecuación resaltaba un elemento clave y este era Oscar.

Hace unas semanas atrás descubrió que podría convertirse en una bruja y para ella las posibilidades se volvieron infinitas, su futuro jubilada en la Toscana ahora se veía como un juego de niños.

Erizo sabia que ella estaba destinada a la grandeza, pero a que costo, al saber sobre sus nuevas capacidades comenzó a idear un nuevo plan, uno mejor, uno mayor, mas detallado de la emoción paso algunas noches sin dormir.

Su nuevo plan lo replanteaba una y otra vez, comparo sus logras, todo el éxito que había logrado hasta el momento, sus errores, como los supero, y los conjunto para recrear su nuevo futuro, todo era tan claro como el agua.

—Soy una estúpida —como no lo había notado antes, lo tenia en su cara todo el tiempo y aun así no lo había notado.

Oscar se volvió la piedra angular en su vida —Pensó repetidamente Erizo.

Y se dio cuenta justo cuando estuvo a punto de perderlo, su recuerdo fue vivido, el juego de mesa, la llamada de su padre para moverla a otro campamento, cuando Oscar resalto en el deporte y la dejaba atrás.

Ese chico podrá brillar a donde quiera que fuera, ella no, hasta ahora todo lo logrado indirectamente estaba ligado a Oscar, cada una de mis grandes metas logradas.

Con un suspiro recordó como su madre y padre solo hablan de su futuro, del esfuerzo que ha de realizar, pero nunca se han detenido en su presente de que aun los necesita y casi nunca están para ella.

—Creo que sin Oscar ahora solo sería un cascaron vacío si emociones o bueno talvez me revele y me vuelva una chica mala, con tatuajes en una moto y me robaría a Oscar para que me acompañe, y pensándolo bien creo que yo sería el hombre en esa relación— Erizo se divertía con sus ocurrencias.

Estaba convencida, para lograr sus metas Oscar era parte de la Ecuación, aun si se volviera una bruja malvada tendría a su secuas Oscar a su lado y aun no decidía si ponerle traje mayordomo o de sirvienta, cosas que resolverá en un futuro.

Observo las sombras de los arboles y noto que el tiempo ya había pasado lo suficiente, era hora de regresar, la pócima ya debió hacer efecto.

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Sabia que Susie odiaba los días festivos pero esto es de locos —Se murmuro a si misma Erizo, mirando con ingenuidad el área hecho un caos.

Pero no le interesaba, por ahora su plan se había ejecutado y su ecuación era infalible, solo debía buscar a Oscar y terminar el trabajo.

—Con que ahí estas —exclamo erizo

un poco a lo lejos, a faldas de la colina estaba Oscar, ya la había notado y la estaba saludando, era inconfundible el joven campista, y el plus ella noto que Oscar tenía en mano una tarjeta en forma de corazón, que obviamente era para ella, con calma comenzó a ir donde Oscar.

Sin previo aviso aterrizo frente a el esa bruja de Susie. —¿qué le estará diciendo? —intentaba notar que trataba de hacerle Susie.

Al seguir avanzando noto que lo ¿estaba abrazando? —Pensó Erizo— No alcanzaba distinguir, no espera le estaba acariciando el cuello y las mejillas, al notar la cara toda apenada y roja de Oscar —El solo se pone de esa manera cuando lo molesto con...—Erizo detuvo su pensamiento.

Erizo comenzó a sentir su rostro todo caliente, le palpitaban sus oídos, podía escucharlos mientras seguía bajando la colina, acelero el paso, su respiración estaba cada vez mas agitada y una rabia que no podía describir se empezaba a apoderar de ella.