La tarjeta de San Valentín

Parte 5.1 Ente el cielo y el infierno parte 2

En el campamento resulto ser un poco más anormal de lo que sus ocupantes hubieran deseado, tanto que en el mismo mes habían celebrado navidad, Halloween 2 veces, al principio parecía confuso, pero al parecer la responsable fue Alice, y por algún motivo ninguna de sus compañeras le llevaban la contraria, solo aparecía y anunciaba con unos días de advertencia que se festejaría algún evento en algún día cualquiera.

Eso nos lleva al festejo del 14 de febrero, en mitad del verano, si confuso, pero al parecer el clima, los calendarios todos estaban de acuerdo.

Entre las consejeras era Betsy quien tomaba las riendas de la organización de las actividades, la decoración, literal todo y no estaba por demás, en uno de los festejos de Halloween cierta bruja a quien no podemos mencionar por temor a represarías dejo a todo mundo en aprietos y la otra odiaba todo tipo de festejo y solo participaba en lo mínimo.

Betsy había organizado todo con relativa facilidad, globos, regalos, flores, ramos, peluches incluso se dio a la tarea de facilitar a los campistas presentes para que estos intercambiaran con sus amistades.

Antes de tomar un descanso alcanzo a saludar a su amiga Susie quien de mala gana se ofreció a cuidar a los campistas, muy de lejos y con la cara arrugada.

Mientras Susie se alejaba de su vista, Alice se acercó Betsy y le comenta en un tono serio — dime ¿has notado alguna mejoría? —Tras un momento de silencio Betsy suspiro y se recargo en el hombro de Alice — Un corazón roto es una herida muy difícil de sanar, gracias por no rendirte y seguirlo intentando todos estos años.

— Tengo confianza en que recuperaremos a nuestra Susie, no importa cuantos años tengamos que seguir intentándolo — Alice desbordaba confianza en su declaración

A Betsy no le toco más que abrazar a Alice, le llenaba de alegría el corazón al saber que tenía las mejores amigas que una bruja podría tener. Pero mientras abrazaba a Alice puso escuchar pequeñas risitas y la realidad le cayó como un balde de agua fría.

— Alice — replico en tono serio —júrame que no se te pasara la mano, nada de hechizos, ni pociones, solo lo normal —tenía la cara muy seria —júralo Alice —gritaba mientras sacudía a su amiga hechicera.

Ok ok ok — lo juro, nada fuera de lo normal — Es más pasare todo el día, con ya sabes cual investigación pendiente, creo que debería de traer a Oscar ha sido tan buen asistente.

— tu sabes que ese pobre chico hoy estará muy ocupado, que envidia —declaraba Betsy

Así tras aclarar el pacto de no agresión Alice y Betsy siguieron sus caminos, Betsy daría rondines por el campamento para apoyar desde tierra, claro primero quería descansar un poco, tanta decoración y agitadera de varita deja exhausta a cualquiera.

Tras un reparador descanso y un sabroso desayuno cortesía del cocinero, comenzó su rondín, Susie ya debe estar molesta de estar cuidando a los campistas, curiosamente el lugar se veía, tranquilo, había un par de campistas por aquí otros en grupos, pero todo tranquilo, demasiado.

Un campista se le acercó y le llevo unos globos, la abrazo y se fue corriendo, luego otro y otro y otro, al principio se sintió feliz, luego alagada, al cabo de no poder cargar nada más, empezó a preocuparse.

Más y más campistas aclamaban su atención, ahora eran más atrevidos, la abrazaban , le empezaron a llevar ramos de flores cada vez más grandes, Betsy entro en pánico y acelero el paso, muy nerviosa noto que la seguían, se multiplico la cantidad de campistas que la clamaban con la intención de darle algún abrazo amistoso.

— Esto no es normal —pensó Betsy en pánico. Saco su varita y desapareció en una cortina de humo.

Decidido esconderse en un arbusto mágico, lo más cercano a un bunker en la isla, capturo a un campista desprevenido, ahora este se comportaban aletargado, con una cara tonta de felicidad, cuando se le acerco este intento abrazarla y hacia gestos en la cara que intentaba darle un beso.

—Alice lo juraste — Betsy estaba molesta.

Inspecciono de cerca a la pobre víctima y en efecto apestaba a poción y magia muy diluida, tanto que a cualquier ser mágico promedio o inferior no le afectaría pero aun así lo usado fue potente como para afectar a la gente promedio, con su varita logro purgar los efectos de la misma, como nuevo Pepper había salido de su trance, pero este moría de vergüenza a recordar lo que había intentado hacer a Betsy, este le iba a ofrecer una disculpa cuando en un movimiento rápido de varita lo dejo dormido con un simple hechizo, lo mando a su cabaña, talvez solo despierte y piense que fue un tonto sueño.

Bueno esto será complicado, primero detener a la fuente y purgar los efectos a los campistas — Pensó Betsy mientras reflexionaba como resolver esto.

Como por milagro frente a ella paso Susie quien caminaba distraída, trato de comunicarse, no funciono, le hiso señas, grito lo más despacio posible pero fue ignorada, en su desesperación tomo una bellota y la arrojo con fuerza, tomo desprevenida a Susie y esta cayo como tronco recién cortado a un charco justo alado del camino. Susie estaba furiosa, Betsy no tuvo más remedio que a salir del arbusto y someterla mientras estaba alterada, esa bruja puede ser muy temperamental.

Después de un par de chistes y unos amarres con cadena los ánimos se calmaron y Betsy le explico al situación a Susie y cree que fue Alice, empezó a sudar frio por la causa de su travesura y recordó el gansito que había devorado hace unos días y Alice furiosa clamaba como suyo.

Esa mujer es perversa —exclamo Betsy.

Ambas brujas hicieron su parte, Susie se transformó en Betsy y comenzó a gritar de forma exagerada un montón de sandeces, no podía estar más apenada, pero lo peor, tuvo que tragarse toda su dignidad y hacer lo impensable.

Frente a una cabaña algo toco su puerta, Alice salió y miro a la gatita blanca más linda del mundo con un sombrerito de bruja y un letrero que decía me perdonas, Alice soltó un gritillo de emoción y metió a la gatita a su cabaña.

Un poco más tarde Susie no podía creer la escena frente a sus ojos, pero tuvo que aguantar la risa y ponerse seria, conversaron y aclararon el asunto, en donde la única castigada iba a ser Betsy por desconfiar de su mejor amiga Alice y robar su gansito, Susie sin dudar abandono el sitio para hacer limpieza, deseaba alejarse de ese infierno que estaba por comenzar.

Betsy solo podría temblar, pero no por miedo, sabía lo que venía y con terror miro como de su armario sacaba una cámara y un guardarropa miniatura, iba a ser una noche muy larga para esa pobre gatita.

Miau — es todo lo que pudo decir Betsy, lista para recibir su castigo, solo pudo ver como su ultimo vestigio de dignidad escapaba de su persona.