Parte 36 EXTRA! Maldiciones

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A veces damos las cosas por sentado.

Oscar se sentía fatal, le dolía la cabeza tenía la sensación de haber vivido una especie de accidente, incluso el abrir los ojos le sentaba fatal.

— Donde... hola? — La habitación era demasiado brillante.

— Pequeño romeo veo que ya despertaste — Alice con un uniforme blanco lo estaba acompañando — Lo se parece cosplay de enfermera—

— Que paso Alice? — Oscar apenas se estaba recomponiendo.

— Bien tienes o tuviste un problema o varios, como si no sucedieran a diario en este lugar — Alice estaba algo risueña pero cambió su tono a uno más serio de golpe — Chico mejor siéntate o acomódate en tu camilla que necesitas ponerte al dia —

— Es tan malo como se escucha — Oscar comento aun aturdido.

— Hace unos días Susie cayó en depresión, otra vez, es un patrón ya conocido y predecible — Alice comentó como si ya estuviera acostumbrada — Y bueno se le puede recuperar con comida o haciéndola enojar pero al final todo nos lleva a ti y cierto incidente que es mejor que no sepas nada —

— ¿Incidente? — Oscar estaba dudoso — paso algo malo y Susie ella y yo estábamos en el mirador y no recuerdo —

— Bueno Susie decidió borrar tus recuerdos con una poción muy fuerte, pero para tu fortuna está tarda semanas en digerirse en su totalidad así que sus efectos son reversibles — Alice comentó alegre.

— ¿por qué haría eso? — Oscar estaba confuso.

— Por idiota — Alice fue directa — Pero para tu suerte tia Alice esta aqui para solucionarlo todo y nada que una lavativa intestinal no solucione.

— ¿Por eso me siento tan fatal? — Mencionó Oscar quejándose.

— pff para nada es debido a la maldición que te puse hace poco — Alice comentó sin cuidado — Es una obra maestra—

— Alice que me hiciste — Oscar comentó preocupado.

— Te castre mágicamente — Alice comentó sonriente.

— ¿Tú qué? que me hiciste — Oscar comenzó a revisarse preocupado que le faltara algo pero seguía completo para su alivio — No hagas ese tipo de bromas Alice —

— Pero no es broma, tus hormonas no estaban equilibradas a tu mente ni tu magia Oscar y afectaste a los más débiles que están a tu alrededor, no quiero ni imaginar qué pasaría si te soltaran en la ciudad— Alice estaba contenta — oficialmente eres el cuarto desastre mágico andante en esta isla, incluso tuvimos que evacuar a todos los habitantes del lugar y le debes agradecer a Betsy más tarde ella está limpiando todo tu desastre—

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Después de unos momentos a solas en silencio Oscar comenzó a recordar todo y aun tenía sus reservas no estaba seguro si contarle o no a Alice toda la verdad, pero por el momento tenía que moverse se levantó de su camilla chasqueo los dedos con el fin de cambiar sus atuendos — Haaaa!!! — El dolor más fuerte que había sentido en su vida, se le nubló la vista unos momentos y lo dejó tirado y retorciéndose de dolor — Alicee!!... Que me hiciste—

Alice regresó corriendo y al ver a Oscar en su sufrimiento comenzó a festejar — Si lo sabia Oscar puedes usar magia, pequeño bribón —

— heee? y eso que tiene que ver, siento que me patearon las bolas — Oscar estaba apenas recuperándose—

— Pobrecito — Alice le dio unas palmaditas — Hasta que tu cuerpo, mente, magia y tus hormonas se equilibren no podrás usar magia o sera muy doloroso es solo una precaución Oscar —

— Estás loca eso fue muy doloroso — Oscar estaba enojado.

Alice abrazo a Oscar — Es mejor soportarlo un poco o pondrías en peligro a los que te rodean, ahora compartimos algo mas en comun, solo se fuerte y aguanta—

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Susie había vuelto a su viejo salón en esa escuela de brujas en medio del bosque, se sentía realmente cómoda recargando su frente en el escritorio, era incómodo pero de alguna manera tranquilizador, bueno ella había pasado años en esa misma posición y por eso sentía algo de calma.

Habían pasado un dia o dos Susie no le daba importancia solo se levantaba muy de vez en cuando para comer algo o ir al baño, cuando ella se miro al espejo se dio cuenta que su cara era un desastre, se veía triste nuevamente, Susie no le dio importancia.

— Tal vez fui yo quien debía beber esa poción — Susie se miraba con desprecio en el espejo —

Susie decidió regresar a esa silla vieja de madera, el lugar era tranquilo y callado solo se escuchaba el viento muy de vez en cuando. dejó caer su rostro y solo el silencio imperaba en ese lugar.

— Betsy está ocupada arreglando todo el desastre, por lo general ella ya estaría trayendo un té, ella ya habría puesto una sábana en la noche para que no pasara frío — Susie solo respiro hondo y volvió a cerrar los ojos.

No sabía qué horas eran pero ya estaba oscuro.

— Alice estaría haciendo cualquier payasada para animarme o ya me habría hecho enojar — Susie comento de mala gana.

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Alice tenia un plan, siempre tiene un plan.

Por ahora la prioridad era animar a Susie y en su experiencia no hay como los cachorritos no importa la especie estos siempre alegran hasta a los corazones más amargados.

Alice ya había experimentado con Monstruos, hombres lobos e incluso aliens y logró lo que pocas brujas, una maldición casi perfecta para convertir a cualquiera a su face mas linda, cuando este era un cachorro pero cuál era la diferencia a cualquier otra maldición y es que cualquier otra que se desvanece con el tiempo o sería ineficiente en seres poderosos esta tenía un efecto obligado de un mes, sin importar las circunstancias. Y todo concentrado en una simple botella.

Alice pensó para sí misma — Lo lamento Oscar pero es un sacrificio que debes de hacer para levantar el ánimo de Susie — Alice miró con cuidado la botella. — un accidente, siempre es buena justificación—

— Oscar!! prepárate tengo un regalo para ti esto te ayudará con esa molestia — Alice comentó alegre mientras regresaba a la habitacion.

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Unas cuantas horas más tarde mientras Susie estaba hundida en sus pensamientos se vio interrumpida por alguien que tocaba la puerta con demasiada urgencia.

— Susie , Susie necesito tu ayuda — Óscar hablaba con urgencia — Abre la puerta es una emergencia—

Susie se dio cuenta que era Oscar pensó para sí misma — Que se supone que hace aqui, se supone que Alice lo estaría vigilando—

— Lo mejor seria ignorarlo — Susie no tenia intención de levantarse.

— Es Alice, ocurrió un accidente. Susie necesito tu ayuda — Oscar tocaba insistentemente la puerta —

Sin esperar demasiado Susie corrió hasta la puerta y abrió tan rápido que casi pierde el equilibrio.

— ¿Que le sucede a Alice que le pasa? — Susie estaba realmente preocupada.

Oscar solo levanto a una pequeña bebe que tenía envuelta en unas sabanas y cuando Susie la miro, solo solto una risa alegre.

— Es el mejor truco que has hecho hasta la fecha — Susie solo sonrió.

— Pero Susie no es un truco — Oscar habló seriamente — No se como arreglarlo —

Susie sacó su varita algo alegre para burlarse de Alice y antes que Oscar la pudiera detener una descarga eléctrica cubrió por completo a Susie arrojándola a mitad de la sala.

Susie se levanto aun humeante — Que carajos — 

La tarjeta de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora