Cap 24 Posesivo

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Eran las primeras horas del día en el campamento como era costumbre después de cada pijamada que tenían se dedicaban a ordenar la habitación habían aprendido a las malas que a la madre de Erizo no le gustaba el desorden, así que se había convertido en una costumbre propia de ambos, y por lo general aprovechaban en algunos casos platicar sobre sus sueños o pesadillas, en este caso Oscar relataba con mucho detalle cómo fue que él era un aventurero explorador hasta que una gran serpiente lo había atrapado y terminó mordiendo en una de sus orejas, lo que desató una risa culposa de Erizo, quien señalaba un broche sobre la mesa.

Oscar no pudo evitar reír al pensar que nuevamente su torpeza había hecho un sueño cualquiera en una experiencia tan vivida. Si bien era extraño y aun no se acostumbraban que los objetos estuvieran vivos pero por otra parte hacía en parte un poco más sencillo arreglar la habitación, casi terminaban cuando un pequeño alíen de tonos blancos y café tocaba la puerta gritando — ¡correo para erizo¡, !correo para erizo¡—

Eso llamó la atención de la joven campista quien lo atendió —- si soy yo a quien buscas—

El pequeño mensajero sacó una carta la cual desdobló mostrando una Betsy en miniatura un mini par de explosiones de confeti a su lado amenizaron su aparición — Muchas felicidades joven aprendiz, tus logros han sido reconocidos, eres la estudiante de magia con mayor talento en años, tienes control y disciplina digna de los mejores además de demostrar un gran corazón, por eso y muchas razones se te dará un entrenamiento especial y si todo sale bien grandes cosas pueden pasar— La imagen desapareció en una estela de humo.

— fin del mensaje — expresó el pequeño alíen quien estiraba la mano esperando una propina.

Erizo tardó un poco en comprender y tomó lo más cercano una galleta a medio comer, el pequeño alíen solo se le quedó mirando y a una Erizo sonriente, el pequeño se retiró susurrando algo en su idioma natal.

No tardó en reaccionar cuando Oscar quien estaba cerca y escuchó todo salto de alegría abrazando a su amiga — Erizo eres increíble, sabia que podrías lograrlo— Ambos brincotean de alegría.

Sin perder el tiempo Erizo preguntó a su amigo — Oscar esta vez me podrías acompañar, se que no es muy convencional, pero realmente me hiciste falta en la última vez —

Oscar había dejado de sonreír — Pero ya conoces a las brujas podría ser algo super secreto, además yo — Oscar fue interrumpido.

— Oscar eso déjamelo a mi veras que fácilmente puedo convencer a Betsy de pensar lo contrario, vamos aprovechemos iré a arreglar mis cosas y qué te parece si vas por algún refrigerio y así podemos aprovechar mejor el tiempo como un equipo — erizo miro como Oscar aceptó inmediatamente y se dirigió al comedor dejando sola a Erizo.

La futura bruja miró como se alejaba Oscar y sintió ese malestar, ella sabía que se habían hecho daño y quería enmendarlo, sabía que podría ser una oportunidad perfecta, simplemente ellos dos como siempre debió haber sido sin nadie más que los molestara.

Por un momento pensó que todo lo ocurrido en estos días pasaría y quedaría todo en el olvido, pero Oscar ya no era el mismo, esos cambios tan imperceptibles , Erizo finalmente se dio cuenta y eso le molestaba.

Mas sin embargo tampoco podía ser tan pesimista, las cosas casi volvían a ser como antes, solo necesitaba esforzarse un poco más y no solo podría reparar las cosas con Oscar si no habría la apertura de mejorarlas y si Betsy aceptaba que Oscar los acompañara sería una oportunidad perfecta.

Erizo tenía confianza, a estas alturas podría salir mal ¿verdad?

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La tarjeta de San ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora