𝗙𝗔𝗡𝗚𝗜𝗥𝗟 𝟮 ━━ Chris Evans

¡USTEDES!

Bueno, si les resumo todo lo que pasó desde que el idiota de mi primo llegó a Rio Verde, tardaría mucho y no podría contar lo que pasa ahora mismo.

Lo haré corto para que entiendan mi razón de estar en Malibú.

Bueno, no había razón.

Prosigo.

¿Alguna vez han sentido un piquete en el pecho?, ese que parece ser una advertencia, y no, no una que te advertía de la muerte, más bien era... un presentimiento de algo que sucedería.

Eso queridos amigos, estaba sintiendo yo.

— ¡Me comerá un tiburón y me moriré! — Me tiro boca bajo en la cama sintiendo la mirada de mis tres amigas.

— No seas dramática, tal vez te están avisando que hoy tendrás una noche loca. — Jennifer me pega con la almohada y suelto un falso quejido.

— Parate y vámonos, no quiero estar un minuto más aquí cuándo puedo andar por la playa presumiendo mi tatuaje en la espalda. — Ángeles se levanta de la cama, lo sé porque siento el colchón moverse.

Bueno, tal vez no moriría. Digo, me atropelló un carro y aquí sigo, estoy comenzando a creer que el dicho hierba mala nunca muere, es verdad.

— Bien, pero si muero tienen que cuidar a mi perro. — Pido mientras me levanto. No necesitaba cambiarme, debajo de mi ropa estaba un bikini rojo que resaltaba mi piel.

Que guapa era, ahora mismo podría pararme frente a Jackson Avery y sería mi novio en un instante.

Cuando salimos de la habitación notamos que los hombres son bastante guapos, unos sonríe en nuestra dirección y otros ni siquiera nos miran.

— Mal momento para tener novio. — Ángeles saluda a un pelirrojo que le está sonriendo con gran entusiasmo.

— Por eso les dije que tenían que estar solteras para venir a Malibú. — Recuerdo mis palabras antes de venir.

— ¿Y dejar a Enrique? ¡Ni loca! — Angy se indigna poniendo una mano en su pecho.

— Alex y yo estamos peleados, pero eso no significa que pueda ir besando de chico en chico. — Jenny enarca una ceja.

— ¿Ah no?

— ¡no! — Iris sigue su camino sin mirar a nadie.

Por alguna razón recorro el lugar con mis ojos, buscaba algo, pero no sabía que.

Al llegar a la playa — entre risas y empujones de las cuatro— nos sentamos en la orilla listas para meternos al mar y disfrutar nuestras vacaciones. No era normal venir a Malibú en noviembre, pero según el clima estaría agradable, y la gente no vendría hasta marzo o abril, aunque en junio era dónde la gente optaba por venir.

— ¡Corre, perra, corre! — el grito de Jennifer a Ángeles llega a mis oídos. La primera se había ido de culo al mar, y la segunda carcajeaba sin parar.

Iris, grababa.

» — ¡Joder, medio océano tengo en la puta nariz! — Con sus manos trata de limpiar sus ojos. — ¡Ay, mis ojos! — chilla.

Ángeles ríe sin parar y le ofrece una mano para levantarse. — Anda, parate y vamos por unas bebi...

Sus palabras quedaron en el aire cuándo Jenny la tomó del brazo y la jaló hasta tumbarla junto a ella. Su cuerpo golpeo con el agua y se hundió por unos segundos, cuándo salió agitando los brazos cómo pato, noté que su cabello era un desastre.

— Que buen video tengo. — Iris sonrió orgullosa sin dejar de grabar.

— Mientras no mueran, estaremos bien. — Me limito a decir sonriendo viendo la patética escena.