EL JAMÓN TRISTE

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Escuché la respiración profunda de Iván a mi lado. Me desperté primero, como siempre pasaba cuando dormíamos juntos. Él era un tronco al dormir.

Me levanto y veo el ventanal que daba a la playa. Por lo que se veía era medio día. Tomé mi celular y lo comprobé, doce con veintisiete de la tarde.

— ¡IVANCETE! — le arrojo una almohada, pero solo se volteó y gruñó. — Alexandra Daddario te acaba de seguir en instagram — digo sabiendo que Iván se levantará enseguida.

Como lo predije, Iván tomó su celular a los segundos y luego me miró sin prenderlo.

— Mentirosa, solo lo hiciste para que me levantara. — Vuelve a dejar su teléfono en la mesa de su izquierda y se pone el mismo short de ayer.

— ¿No tienes camisetas? — Le pregunto viendo como se dirige al baño.

— Lamento decirte que no, la que traía ayer me la mojaste con vodka, querida. — Iván se encierra en el baño y yo a su espera miro mis redes sociales. Charly me había marcado.

— Mierda. — digo viendo que fueron llamdas perdidas de ayer. Cinco, para ser exacta.

Marqué esperando que contestara, pero eso nunca sucedió.

Charly 💖

perdón, ayer salí
y no escuché el celular:((

sabes que siempre
lo tengo silenciado

marcame cuando veas
mis mensajes, tqmm

😟😟😟

enviado

Iván sale del baño, y me mira raro.

— Tienes cara de jamón recién salido del refri. — Dice caminado hasta la puerta, ya con sus celular en mano.

— ¿Jamón recién salido del refri? — pregunto. Él me mira como si no fuera obvio.

— Triste. — Dice. — Los jamones siemore están tristes. — vuelve a decir y antes de que se vaya vuleve a hablar. — Arreglate, saldremos los cuatro, y pasaré por ti en dos horas. — cierra la puerta, y yo me quedo pensando en los jamones. ¿Por qué un jamón estaría triste?

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Las dos horas pasaron, y logré elegir un vestido blanco con detalles dorados que me quedaba bien, al menos eso me dijo Iris el momento que estuvo aquí.

Alguien toca mi puerta, y no dudo que es Iván, pues podía ser de todo, menos impuntual.

Abro la puerta encontrándome con alguien bañado, nada parecido al chico con el que amanecí. Me mira de pies a cabeza, no una, si no dos veces.

— Ahora me siento mal por no arreglarme tan bien. — dice. — Te miras bien, hasta parece que te bañaste. — me tiende su mano.

La acepto mientras suelto un ash.

— Tienes que decirlo, me miro preciosa, tú lo sabes, yo lo se y esos sujetos también lo saben. — digo viendo al grupo de amigos que estaba en el lobby.

— Te miras preciosa. — Dice sin soltarme la mano. — y ellos en este momento quieren ser yo, porque piensan que soy tu novio. — Iván los mira sonriendo con superioridad.

— Por ti mis posibles ligues se van. — me quejo, sin embargo, sigo con mi mano entrelazada con la de él.

— No son lo bastante buenos para ti. — Llegamos al punto donde veríamos a la pareja. — Y lo digo porque soy tu amigo, y conozco el pensamiento de los hombres. — Dice, y nos separamos para agarrar nuestros celulares.

Alexander e Iris viene riendo hasta nosotros. A simple vista la diferencia de estatura era evidente. Ambos nos saludan, para luego caminar juntos a un lugar muy mono que tenía vista a la playa.

— Espero que tengan papas fritas. — escucho decir a mi mejor amigo.

— Yo también lo espero. — Lo apoyo.

El camino pasó rápido, eran diez minutos caminado que fueron cinco cuando los chicos contaron su experiencia en Cuernavaca. El lugar de entrada se miraba bastante bien, agradable sería la palabra correcta. Iván se sienta a mi lado, e Iris y Alexander frente a nosotros. El mesero llegó, y todos habíamos pedido algo diferente, Iván pidió salmón ahumado, Alex y yo ceviche e Iris algo llamado camarones a la diabla, que miedo.

— Es nuestro penúltimo día aquí. — digo. — deberíamos aprovecharlo al máximo.

— Es sábado, todavía tenemos domingo y mitad de lunes. — dice Iván. — Tú tranquila, yo nervioso. — Alexander lo mira por unos segundos.

— Todos tranquilos, nadie nervioso. — corrige.

La comida llegó, y nos limitamos a hablar acerca de temas como nuestras próximas vacaciones y el cumpleaños de Alex y mio.

— Hagamos una fiesta para los dos. — propongo pensando en todas las temáticas posibles para ella.

Alex asiente sin pensar. — Está bien, te dejaré hacer todo, yo solo iré a comer y a que me canten las mañanitas. — Él cumplía el 7 de septiembre y yo el 5, cosa que nos viene facilitando la vida desde secundaria, pues nunca se nos olvidaba el cumpleaños del otro.

— La temática es de dinosaurios. — suelto sin pensarlo. — Dino-ra ¿entienden?

Los tres me miran como si mi idea fuera rara, sin embargo solo sonríen y asienten.

— Creo que tenemos una fiesta en progreso. — digo y vuelvo a mi plato, para no volver a tocar la conversación. Casi un año desde que lo vi por primera vez. Mierda

𝗙𝗔𝗡𝗚𝗜𝗥𝗟 𝟮 ━━ Chris Evans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora