EL RINCÓN DE LA FELICIDAD

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Para que se den una idea de dónde duermen los muchachos

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Para que se den una idea de dónde duermen los muchachos.

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Rio Verde, San Luis Potosí

No voy a mentir, convencer a mi madre de me dejara manejar seis horas fue difícil, pero al final lo aceptó poniendo como condición que no estaría más de cinco días allá. Mi padre solo le pidió a Charly que no me perdiera de vista, y él no se negó. Al final le pedí a papá su camioneta y le dejé mi carro a su disposición, ¿porque?, bueno era mejor viajar en camioneta que en coche, por el espacio y esas cosas. A las nueve de la mañana ya estábamos en carretera rumbo a la casa-rancho de mis abuelos, sí, ese había sido mi increíble e improvisado plan.

Charly le mandó un mensaje a su madre avisando que se había ido de vacaciones con su hermana, la buena, no la desgraciada de Susan. Emma, la hermana del medio era lo contrario a Susan, siempre le daba su apoyo, hasta que se fue a vivir con su novio a unas horas de su casa.

— ¿Desde cuándo tienen esta casa? — Se quita los lentes de sol y mira su alrededor. Las vacas, los cerdos y dos burros se hicieron presentes. 

— Desde siempre, mi mamá y mis tíos crecieron aquí. — Abro la cajuela esperando que me ayude con el equipaje. — Después ella se fue a Monterrey, se graduó, conoció a mi padre y comenzó a ganar buen dinero, por eso tienen esa casa. — Tomo mi maleta y la bajo, pero él la toma seguido de la suya. 

— Manejaste varias horas, lo menos que puedo hacer es llevarme las maletas. — No protesto, cierro el maletero y caminamos por el camino de piedras hasta la entrada de la casa. El terreno era grande, los animales se podían ver pero seguían estando en el corral a una distancia razonable. A mi derecha estaba un columpio y unos cuantos nopales. Ya en la entrada saco las llaves y abro la puerta dejando ver el acogedor interior. 

— ¿Tus abuelos están aquí?— Charly entra y cierro la puerta. El silencio gobernaba dentro de las cuatro paredes beige. 

— Están en Jalisco con mi tío José María. — Respondo recordando la última vez que estuve aquí, hace dos años en el cumpleaños sesenta y seis de mi abuelo Marcelo. — Pero seguramente Beatriz anda por aquí, ella cuida la casa junto a Benancio, su esposo. 

Mi acompañante deja las maletas junto al sillón que estaba frente a la chimenea y se pasea recorriendo el salón principal.

— No sabía que tenías tres tíos y una tía. — Comenta con el ceño fruncido viendo una foto familiar. 

𝗙𝗔𝗡𝗚𝗜𝗥𝗟 𝟮 ━━ Chris Evans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora