𝗙𝗔𝗡𝗚𝗜𝗥𝗟 𝟮 ━━ Chris Evans

ÚLTIMO DÍA

Por desgracia habíamos llegado al último día en Cancún. Y como no podía faltar decidimos salir de fiesta y hacer de este día inolvidable.

El lugar retumba mientras suena ayer me llamó mi ex de khea. Iván y yo cantábamos a todo pulmón mientras tratábamos de no derramar el amargo líquido que teníamos en el vaso.

— ¡AYER ME LLAMÓ MI EX Y ME DIJO QUE EL NOVIO QUE TIENE AHORA ES ABURRIDO, QUE NO PUEDE SENTIR LO QUE SENTÍA CONMIGO! — Gritamos mientras reíamos y saltabamos. La euforia que sentíamos era inigualable, de un momento a otro quedé entre sus brazos, cosa que no me molestó, solo estábamos viviendo el momento. Alex e Iris se nos habían perdido y no hicimos mucho por buscarlos.

El aliento a alcohol de Iván hace que cierre un poco los ojos.

— No lo haré. — dice en cuanto mi mirada va directamente a sus labios. No era intencional, pero no negaba que quería besarlo, por alguna extraña razón.

— ¿No lo harás? — pregunto y él no se digna a verme, pero no se aleja. Hago que me mire pero se niega. — Bien. — digo y me separo de él caminando a la salida de aquel lugar.

— ¡Hey! — escucho que dice. — Espera. — Sus pasos se escuchan detrás de mí. Voy empujando a la multitud de personas que se encontraban y llego a la salida donde puedo ver el mar y la luna sobre él. Sigo mi camino y no volteo, pues sé que Iván está detrás de mí. Ni siquiera debí enojarme, no me gusta, pero tal vez ser rechazada me hizo sentir un poco indignada.

— Mierda, espera.

Paro en seco y veo que no hay absolutamente nadie cerca de nosotros, tal vez por la hora o porqué todos estaban haciendo algo más interesante que estar en medio de la playa en plena madrugada.

— ¿Qué? — digo quedando frente a él. — No pasa nada. Solo fue un mal momento. — digo y nuestras miradas se cruzan. Él niega.

— No fue eso. — empieza diciendo. — No eres igual que las otras chicas, nunca lo has sido. — esquiva mi mirada, y está vez es él quien la vuelve a mi. No digo nada, solo espero a que hable. — Me gustas. — Cuando dijo aquello me quedo quieta, no sabía que responder. ¿Le gustaba?

— ¿Por qué? — es lo único que logro responder, vaya estúpida era.

— Créeme, estuve descifrando eso, y creo que no acabaría si te lo digo todo. — dice y se acerca más de lo normal. No sabía a qué nos llevaría esto, pero estábamos en Cancún, y probablemente no volveríamos a hablar de ésto, lo conocía a él y me conocía yo.

Lo acerco hasta sentir su respiración contra la mía, él me toma de la cintura y me pega a su cuerpo, y yo no dudo en pasar mis brazos por su cuello. Me besa sin desesperación, con tranquilidad. Soy yo quién pide más, y él cumple con hacerlo, pasó de ser algo tranquilo a ser algo que pedía a gritos intensidad. Muerdo su labio y el jadea, sus manos aprietan mi cintura y es cuando siento algo no debería sentir pegarse contra mi pierna. Iván y yo nos separamos por falta de aire, pero no es suficiente, queríamos más.

— Por hoy. — digo y el enseguida lo entiende.

— Por hoy. — responde y toma mi mano para caminar dentro del hotel, dónde probablemente no dormiríamos.

Vaya despedida me estaba dando.

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Llegamos y él abre la puerta de mi habitación, su camisa es la primera en salir volando, y enseguida mi vestido. Iván recorre cada parte de mi cuerpo como si nunca lo hubiera visto. Sus labios se pasean desde mi cuello hasta mi abdomen, y yo solo puedo suspirar cada que su mano viaja por lugares que mucho tiempo fueron prohibidos.

— ¿Segura? — pregunta sin dejar de besar mi cuello. Estaba segura de dos cosas, de acostarme con él y de qué mi cuello tendría marcas mañana.

Asiento y él vuelve a mi suyo. De un momento a otro, él estaba desnudo sobre mí esperando que él momento donde nuestros cuerpos serían uno solo.

Gemí al sentir como comenzaba a adentrarse en mi interior. Mis manos estaban en su nuca y no dejaba de verlo. Asiento como señal de que podía hacerlo. Se adentra por completo y me besa ora evitar que los gemidos sean escuchados por nuestros vecinos. Las embestidas son lentas, hasta que se vuelven más rápidas y más placenteras.

La noche fue larga, ni siquiera se como explicar todo lo que pasó. Iván logró hacerme sentir en el cielo una y otra vez, en la silenciosa habitación solo se escuchaban nuestros gemidos y el sonido de la cama, dios que vergüenza.

La noche fue una completa locura, y sí me preguntan, no me arrepentía de nada.

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Hola niñas, ya volví jejex

Solo quería decirles que el siguiente cap es interesante, para que estén atentas Jujuy.

Por cierto, ¿Charly o Iván?

Pd: las amo