22: Especial

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JungKook nunca se había sentido de esa manera. Todos los años cuando volvía a Hogwarts sabía que era sinónimo de lealtad, amistad y alegría, repleto de todos sus amigos y amistades, pero este año había un factor clave para el cambio en su ánimo. Jimin.

Extrañaba a Jimin con una pasión ardiente. Quería escaparse con él a algún salón de clases vacío y poder estar a su lado, solo conversando y disfrutando de su compañía, y tal vez robarle algunos besos fugaces. Quería jugar con él en las reuniones de prefectos, burlándose y coqueteando con él de manera descarada. Quería a Jimin. Pero eso sólo era el comienzo de dos largos años que tendría que pasar en el castillo sin su mago. Pero a pesar de que él no estuviera en Hogwarts, sin duda todavía estaba presente. Las cartas del Slytherin lo mantenían al día y lograban aplacar un poco la llama de su corazón.

— ¿Otra carta de la serpiente? — Sus músculos se tensaron levemente al escuchar la voz de Ron. Ignorándolo, desató la carta de la pata de Atenea y le dio unas leves caricias a su ave, la dejó irse no sin antes darle algunos trozos de tocino. 

— Ron — Hermione siseo en advertencia para solo recibir una mirada sucia de Lavender Brown, quien estaba colgada del brazo de Ron.

— No puedes estar de acuerdo con esto ¿cierto? JungKook merece algo mejor que un Slytherin — Ron miró disgustado de Hermione, mientras que JungKook trataba con todas sus fuerzas mantenerse sereno. Después de pasar tiempo con Jimin, algo había aprendido a controlar su temperamento e impulsividad. — Los Park son igual de malos que los Malfoy. No me sorprendería que el noviecito de JungKook fuese un mortífago.

— ¡Ronald! — Hermione sonaba ofendida en nombre de JungKook y se formó un silencio por la acusación. — Yo misma conozco a Park y está lejos de ser racista como Draco. Aparte JungKook es tu amigo, no es justo que lo trates así.

El rostro de Ron se tornó del color de su cabello, y parecía que estaba a punto de abrir la boca para decir algo ofensivo nuevamente. JungKook realmente había tenido suficiente de esa actitud pasiva agresiva. Durante años la rivalidad Gryffindor-Slytherin había sido marcada y no tenía pena en reconocer que participó de ella muchas veces, pero en ese momento encontraba la actitud un tanto excesiva.

— No importa Hermione, ya estoy acostumbrado. Mejor me iré antes que me sea físicamente imposible no hechizar a Ron — Levantándose con la carta en su mano cortó cualquier intento de Ron por volver a decir algo. De reojo, captó la mirada de disculpa en el rostro de Harry quien en silencio veía todo lo que sucedía. Sonriéndole de lado salió del Gran Comedor.

La noticia de su cortejo con Jimin fue poco recibida el año pasado y aunque durante este año la hostilidad había bajado, sus compañeros de casa no dejaban de recordarle que su pareja era el heredero de una de las casas más conservadoras de Inglaterra. Ron, quien era el más conocido anti-Slytherin en Gryffindor, siempre buscaba la oportunidad para soltar esa clase de comentarios.

Incluso así, JungKook no quería que Jimin supiera sobre su situación, sabía que su mago tenía suficiente con la carga que llevaba en sus hombros. Podía lidiar con ello como el Gryffindor que era. 

— Jeon — Una voz aristocrática lo llama.

Girándose, a las afueras del Gran Comedor se encontró con Draco Malfoy. El Slytherin se veía horrible y no pasó desapercibido para nadie. Su típica piel pálida tenía un aspecto enfermizo y sucio, llevaba unas aureolas negras que adornaban sus ojos y estaba más delgado que nunca. Claramente Draco Malfoy no estaba pasando por su mejor momento. No sabía qué sucedía con él y en cualquier situación no le importaría, pero sabía que el rubio mago era bastante cercano a Jimin, así que fue fácil sentirse preocupado en nombre de su pareja.

Neon →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora