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Con la cabeza en alto Jimin miraba con seguridad hacia el final de la mesa. De vez en cuando se desviaba y daba un vistazo hacia Draco, quien desde su lugar al lado de su madre se veía pequeño y gastado, pero no tan terrible como sonaba. Quizá la presencia constante del Señor Tenebroso en la mansión había comenzado a afectar al joven rubio, sobre todo cuando tenía que lidiar con la vergüenza que representaba su apellido entre los mortífagos.

Entre los demás rostros, apenas reconoció a Gage o a Fabian, quienes estaban frente suyo mirando ansiosamente a los presentes en la reunión, casi buscando un poco de atención o quizá, no ser notados. Pero algo que seguía impresionando a Jimin, fue ver cuantas personas en el lugar eran conocidos desde su infancia.

— La próxima semana comienza un nuevo año en Hogwarts y Draco tendrá el honor de empezar su plan para asesinar a Dumbledore — Pequeños virotes se escucharon y Jimin se unió a ellos. — Confío, Draco, que ya tienes algunas ideas.

— Por supuesto, mi señor — La voz de Draco logró enmascarar muy bien el leve temblor que sentía y si Jimin no lo conociera tan bien, hubiera pensado que se escuchaba orgulloso por el trabajo que debía realizar. — Le aseguro que para el final del año escolar, Dumbledore habrá perecido.

— Sin duda será algo... Espectacular — El Señor Tenebroso sonrió para todos en la habitación y Jimin se esforzó para no ceder al escalofrío que bajó por su columna, prefiriendo mostrar una sonrisa complaciente hacia el mago oscuro. — Sé que últimamente no hemos tenido mucha diversión, no luego de jugar con Karkarov.

Se escucharon exclamaciones de asco y algunos abucheos, sobre todo resaltaron los de Bellatrix quien a la izquierda del Señor Tenebroso manifestaba abiertamente sus emociones. Jimin por suerte no había participado en la muerte del exdirector de Durmstrang, pero por lo que sabía había sido brutal, el mismo Señor Tenebroso en persona estuvo presente en la tortura y posterior muerte de uno de los desertores más conocidos entre los mortífagos, solo el círculo más íntimo fue convocado. Jimin no dudaba que tuvo que haber sido un festín de maldiciones.

— Y me gustaría que nuestros... Nuevos reclutas participarán esta vez — Los ojos rojos sangre se posaron en Jimin y posteriormente en los demás magos jóvenes, quienes temblaban. — No es muy difícil y Bella los acompañará.

Los ojos de Jimin bailaron hacia la bruja y se encontró con su mirada desquiciada, Jimin mantuvo su expresión indiferente antes de volver a mirar al Señor Tenebroso, quien observaba el intercambio en silencio. Jimin no necesitó mirar a Gage o Fabian para saber que ambos estaban aterrorizados por pasar tiempo con la bruja oscura.

— Esperen ser llamados durante la semana.

Lentamente todos comenzaron a despedirse, algunos como Snape se quedaba detrás para tener conversaciones en privado con el Señor Oscuro, pero Jimin no quería pasar más tiempo en presencia del mago, aunque tampoco le era atractiva la idea de volver a su hogar. JungKook había vuelto a su casa hace algunos días atrás y aunque le prometió que estaría presente el día que tomase el Expreso a Hogwarts, ya lo extrañaba y anhelaba su presencia.

Jimin vio como su padre era uno de los primeros que se retiraba ansiosamente, pero no dijo nada. No tenía idea cómo Jihyuk podía temblar como una hoja cuando estaba en las reuniones, pero fuera de ese cuarto mostraba una seguridad que no poseía.

Se dio el tiempo de despedirse de algunos compañeros para no parecer tan impaciente por abandonar el lugar, además intercambió unas palabras rápidas con Draco antes de marcharse de la mansión, y sin querer se encontró a sí mismo en el Callejón Diagon. Aunque había visitado el lugar con JungKook, no había tenido la oportunidad de ir a Flourish y Blotts. Sabía que no necesitaba más libros, pero luego de una tensa reunión era fácil encontrar consuelo en sus amados textos.

Neon →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora