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Estaba jugando con su varita, moviéndola de lado a lado mientras estaba inmerso en sus pensamientos solo en el compartimiento del expreso a Hogwarts. Había decidido hacer el viaje solo y sin compañía colocando hechizos para que no entraran en el lugar y no ser interrumpido.  

No sabía cómo sentirse luego de las vacaciones de final de año. Su padre había manifestado abiertamente su simpatía por el mago oscuro, mientras que su madre lo apoyaba en silencio sin intervenir como era costumbre. Jimin no tenía más remedio que resignarse y ver cómo todo se comenzaría a desmoronar. Apenas había tenido la oportunidad de salir de casa, visitó a Jaemin lo que quedó de vacaciones, pasando una o dos horas frente su casa observándolo.

Cerrando sus ojos inclinó su cabeza hacia atrás mientras dejaba su varita en paz, permitió que su mente se echara a volar y se imaginó al chico rubio sonriendo frente suyo. Por esos segundos en los que pensaba en Jaemin, todo el mundo dejaba de existir y solo pensaba en cuándo fue tan feliz junto a él.

Se recordó a sí mismo que estaba soñando despierto más de lo debido, se incorpora y se sienta de manera correcta. A través de las ventanas que daban al pasillo del tren, observó el carrito de golosinas y salió de su vagón para comprar algunas plumas de azúcar. Quiza algo de dulce le haría sentir mejor.

— ¡Jimin! ¡Por fin te encuentro! — Lyra apareció de la nada con una pequeña sonrisa en sus labios.

El largo cabello platinado y ondulado de Lyra sin duda siempre llamaba la atención, pero esta vez sus ojos fueron directamente al hermoso collar que colgaba de su cuello, lo suficientemente corto como para verse a través de sus túnicas, la joya era de plata con bastantes esmeraldas para ser decorada. Jimin sabía que Lyra había arreglado con intención el collar para que todos los estudiantes lo vieran.

— Va bien el compromiso por lo que veo — Comenta en modo de saludo antes de girar hacia su vagón, sin poder tener tiempo, Lyra se coló y cerró la puerta. — ¿Qué dirá la gente cuando sepan que la princesa de la Casa Padgett estuvo a solas en un vagón con el heredero de la Casa Park?

— Qué a los dos les gustan las pollas lo suficiente como para solo hablar de ellas — Con naturalidad Lyra se sienta en frente suyo.

Aunque Jimin le dio la mirada más sucia y enojada que tenía, Lyra solo respondió con una sonrisa que tenía como sello arpía sangre pura. Jimin sabía que el día de mañana Lyra sería su fin.

— ¿Algo de lo que quieras hablar? — Cruzando sus manos sobre el regazo, centra su atención en Lyra, quizá la única amiga verdadera que tenía en ese momento.

—Apenas pude verte en el baile de Yule, Gage te tenía tan secuestrado que no me animé a acercarme, aparte Adrian y yo estábamos hablando sobre el futuro matrimonio con todos que casi no tuve un respiro esa noche. 

Jimin reprimió un suspiro a favor de no parecer molesto. — ¿Desde cuando llamas a Philip, Gage?

— ¡Desde que parece que se olvidó que eres su mejor amigo! — Lyra exclama en voz alta, Jimin siseo y solo así ella bajó su voz. — Ustedes dos siempre se quejaban de Fabian, y ahora ellos son inseparables, nadie diría que a principio del trimestre pasado apenas se hablaban. 

Jimin casi sonrió, a pesar de que Lyra era la chica más pretenciosa, mimada, purista de sangre y consentida que conocía, podía sentir un toque de preocupación en su voz. Y lo que decía era verdad, durante el baile en la mansión Malfoy, Philip se las había arreglado para hablar con Jimin en privado y pudo apreciar como Fabian y Philip estaban en sintonía.

Realmente no los podía culpar, a estas altura el antebrazo izquierdo de Philip ya estaría manchado detonando su lealtad y eso solo era algo que Fabian y Philip compartían.

Neon →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora